Hace frío fuera [Style]

Capitulo 4

Puto Stan!! Quien cojones le ha dado permiso para besarme!? Llevo rojo todo el trayecto hacia casa, y si, no voy a negar que... me gusto? Mierda, eso es de maricas. Pero como explico que mi corazón lata tan rápido? Igual porque voy bastante rápido cuesta abajo con la bicicleta... si, será eso.
Ya había llegado a casa. Mi querido hermano canadiense me esperaba en el piso de abajo con su bolsa de hockey. Parecía impaciente. Me acerqué a él para darle un beso en la frente y coger su bolsa.
-Kyle, porque estas tan rojo?
-OSKDKEKSSM, COMO?! Anda, no digas tonterías, no estoy rojo...-Ike iba a abrir la boca para contradecirme, pero me negué a responderle.- Corre Ike, coge tu bici o sino llegarás tarde.
Nos montamos cada uno en nuestras respectivas bicis para poner rumbo al campo de hockey que se encontraba a tres manzanas de nuestra casa. Era raro ver un campo de hockey en America, y más en un pueblucho como es South Park, pero hacía varios años, una familia adinerada de procedencia canadiense se había mudado cerca, así que decidieron montar un campo aquí.
Normalmente, Ike y yo hacemos una carrera para ver quien llega antes. Siempre gana el, ya que yo tengo que cargar con su pesada bolsa. Pero esta vez, iba tan absorto en mis pensamientos, que llegamos antes de poder incluso plantear la carrera.
La hora y media de entrenamiento de Ike se me paso volando. Durante todo ese tiempo, estuve hablando con Stan por mensaje sobre una serie que nos habíamos empezado a ver juntos. Estuvimos haciendo bromas y comentarios sobre ella, incluso creamos personajes que podrían estar perfectamente dentro de el escenario de una serie bastante mala producida en 1986.
Baje de las gradas para recoger a Ike y llevarlo a casa. Cuando llegamos, subí a mi cuarto para prepara mi mochila, donde metí lo necesario para pasar la noche con Stan.
Eran las 17:34 cuando cogí la bicicleta. A las 17:53 estaba allí. Llame a la puerta. Mientras esperaba, decidí mirar la hora en mi móvil. Leí las notificaciones: 3 llamadas perdidas de "Stan
☮️". Cuando se preocupa tanto me parece muy enternecedor.
-Has tardado exactamente 23 minutos, algo que decir en tu defensa?- Siquiera me había dado cuenta de que la puerta estaba abierta, y menos de que Stan estaba allí, apoyando un brazo sobre la puerta.
-Voy a tener que confesarte que... no quería venir.-La cara de Stan cambio derrepente. De su tierna sonrisa a sus cejas caídas.-Es que me caes tan mal que no quería ni venir, pero supongo que habrá comida, así que tengo que aprovechar.- Rio tras darse cuenta que era broma.
-Algo que podría haber dicho Kenny perfectamente.-Reí, porque tenía razón.- Anda pasa, que hace frío fuera.
-Sabes que siempre que me invistas a entrar dices "hace frío fuera"?- Dije quitándome el abrigo y dejándolo en la percha de la entrada.
-Es que hace frío fuera... no quiero que te enfríes.-Me reí. Cada vez estaba más abierto y dulce. Me extrañaba pero de alguna manera me gustaba esa faceta suya.-De que te ríes, mamonazo? Es que acaso querrías que yo me enfriase?
-Si así dejas de comportarte como un marica... Por mi, enfríate.
-Que coño dices tú ahora? Te pareces a Cartman.
-Oye, no hace falta insultar.
Nos fuimos adentrando en la casa. La mesa del salón estaba ocupada por la señora Marsh, donde miraba el móvil y se tomaba un café. Por los ruidos que venían de la cocina, el señor Marsh debía estar ahí, porque antes Stan me había avisado de que su hermana no estaría ya que se había quedado a dormir en casa de su nuevo novio.
-Que tal Kyle? Hacia mucho que no te veía... Que tal tu madre?
-Emm pues como siempre... liada con el trabajo y esas cosas... ya sabe.-Reí incómodamente. Las situaciones donde debo hablar con adultos me resultan muy complicadas he incómodas, pero siempre soy yo quien hablo. Me deben de tener como una figura intelectual ya que soy aplicado con mis notas... no me gusta.
-Oye mamá, nos vamos a subir a mi cuarto para jugar con la play, dile a papá que no nos moleste.
Después, Stan me tomo de la muñeca y me arrastro escaleras arriba sin previo aviso. Su habitación estaba impoluta, ha diferencia de como me la imaginaba por estar así de deprimido. Me senté en su cama y el se sentó a mi lado ya que no teníamos mucha idea de que hacer. El empezó a morderse las uñas.
-Bueno, a que esperamos?
-Que?
-No habíamos subido para jugar?
-Oh, si si, claro.- El se levanto hacia el pequeño televisor que se encontraba en el otro lado del cuarto. Parecía algo distraído, no es normal tantos cambios de humor y comportamiento en un solo día, pero se lo paso porque que te deje tu novia no es demasiado fácil.
Stan introducido un disco y a los pocos segundos en la pantalla de la tele se veía en grande el nombre de "Guitar Hero 2".
-Enserio? El Guitar Hero?
-Se que ha pasado mucho desde que salió, pero no te acuerdas de lo bien que nos lo pasábamos jugando a esto?
-Va tío, si eres un manta, de verdad quieres jugar a esto?
-Que soy un que!? Te vas a arrepentir de lo que has dicho.
No me arrepentí. Stan perdió 27 veces de las 28 que jugamos, y la única que ganó fue porque mi mando se había quedado sin pilas, y aún así solo me gano por 7 puntos. En 2 horas, Stan insulto a toda mi estirpe familiar, a toda la estirpe del creador y a toda la suya. Grabe varias partes con el móvil y me reí tanto que casi me ahogo.
Derrotado, dejó el mando en el suelo y se tumbó en su cama.
-No me lo creo.
-Quieres que lo apague ya?- El asintió. Quite el juego y para que la habitación no se quedase en silencio decidí poner música. Puse una playlist que hicimos juntos. Esta tenía de canciones como Heart-Shaped box (Nirvana) a canciones como Waves (Chloe Moriondo). En aleatorio comenzó a sonar Say It Ain't So (Wezeer).
Stan se incorporó y se sentó contra la pared, aún en su cama. Como yo también estaba agotado, me senté a su lado.
-Oye Kyle, nunca me lo has dicho y como soy tu mejor amigo tengo curiosidad...- Dijo tras unos minutos en silencio mientras jugaba con sus manos.
-Como? Que es lo que no te he dicho?
-Quien te gusta.- Me miro a los ojos, cosa que pocas veces hacía en situaciones como estas.
-Tú, me gustas tú, Stan Marsh.