Capítulo 3

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—Tae… ¿qué-qué es eso? —pregunta mirando nervioso los "juegos" que el otro tiene en sus manos, jamás había visto esos aparatos.

—Verás, Jungkookie… —pone una mano en su barbilla y luego sonríe— Estos juegos los voy a utilizar en ti.

—¿E-En mí…? —se señala a sí mismo, incrédulo.

Taehyung asiente, se acerca a Jungkook y hace que se acueste en la cama para después posicionarse sobre él, agarra sus manos y las pone sobre la cabecera colocándoles unas esposas.

—¿Qué haces? —pregunta a la vez que se retuerce un poco intentando zafar sus manos, pero es obvio que no podrá. 

—Te enseñaré unas cuantas cosas. ¿No quieres dejar de ser virgen? —susurra acariciandole el rostro, para luego pasar la yema de sus dedos por los labios contrarios— ¿Acaso no quieres sentir lo delicioso que es el sexo, Jungkookie?

El cuerpo del nombrado se estremece al sentir cómo Taehyung baja su mano hasta su miembro, acariciándolo sobre la ropa.

—Yo te enseñaré tantas cosas y te haré tantas cosas… —añade.

El pelinegro observa los movimientos del mayor, son ágiles y gentiles. Y en verdad quisiera creer todo lo que Jimin le ha dicho, ya no quiere ser el pequeño e inocente Jungkook, pero...

—Hazlo. —dice finalmente.

Taehyung sonríe mordiendo ligeramente su labio inferior.

Le encantaría ver de una vez por todas las lágrimas de Jungkook mientras lo lastima, pero no era tonto, sabe que si lo hace a la primera saldrá corriendo y ya no querrá verlo más. Así que primero tiene que ganarse su confianza sexualmente y después hacer lo que le encanta.

Tiene que hacer que el inocente Jungkookie dependa de él, tiene que hacerlo adicto al sexo, y eso para Kim Taehyung no es dificultad. 










DACRIFILIA. ➸taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora