DACRIFILIA. ➸taekook

Extra

Siete años después.

Taehyung camina tranquilamente por la empresa la cual es el dueño; después de graduarse de la universidad decidió abrir su propia empresa de autos, y en menos de un año ganó mucha fama. Él aún es un tremendo casanova, se acuesta con cualquiera que se le atraviese sea hombre o mujer, pero claro, siempre les dice sus fetiches por lo tanto ya está en la otra persona si aceptaba o no.

Taehyung jamás olvidó a Jungkook, siempre lo tiene presente en sus pensamientos y con la misma pregunta: "¿dónde estará él?" Porque sí, aunque se negó a estar con Jungkook, en el fondo quería que fuera suyo para siempre.

Pero no todo podía ser como Taehyung quería. 

Después de que por fin lograra graduarse, no volvió a ver a aquel adorable chico. Jamás lo buscó ni mucho menos intentó contactarlo. Pero sí se podría decir que Jeon Jungkook se volvió igual que él.

A menudo Taehyung se enteraba por su mejor amigo, Yoongi, de todos los amoríos de Jungkook, los cuales siempre fueron un fracaso ya que había adoptado sus fetiches, y él no podía estar más orgulloso de aquello.

—Señor Kim, un joven lo busca en su oficina —la secretaria habla mientras lo mira apenada—. Lo siento por dejarlo entrar, pero es que es muy impotente...

—Está bien, ahora mismo lo resuelvo. Gracias.

Taehyung con una notable molestia se dirige hacia su oficina, abre la puerta de golpe y mira a una persona de espaldas.

—¿Quién es usted y qué hace en mi oficina? —le pregunta.

—¿Acaso no puedo venir a verte?

Taehyung se queda estático al escuchar aquella voz, y más al ver el rostro del intruso. —Jungkook...

—Sí, ese soy yo —el hombre suelta una pequeña risa y se sienta sobre el escritorio tomando un lapicero que reposa en este—. ¿No me extrañaste? Porque yo sí. —mete el objeto a su boca jugando con la cordura del otro.

—¿Cómo... me encontraste?

Jungkook ahora suelta una estruendosa carcajada y se levanta del escritorio para acercarse un poco a él. —Por favor, cariño, tienes una empresa, tu nombre es bastante conocido, es fácil encontrarte.

Taehyung se regaña mentalmente por ser tan estúpido. —¿Y a qué vienes? —le dice cruzándose de brazos.

—Recuerda que te dije que vendría por ti, y aquí me tienes. Me volví tan miserable como tú, hasta podría decirte que peor. Pero sin duda alguna quisiera sentirte de nuevo —Jungkook muerde ligeramente su labio inferior y termina de acercarse hacia el hombre frente a él—. O dime, Tae, ¿has encontrado a alguien mejor que yo? —su aliento choca contra los labios ajenos, los cuales están entreabiertos— Porque yo no he encontrado a alguien que me dé tanto placer como tú.

Y sin más, Jungkook besa los labios de Taehyung es un beso sensual y lleno de deseo, el cual Taehyung corresponde con gusto.

Jungkook se separa del beso segundos después dejando a Taehyung ansioso por más, haciéndole desear de sus dulces labios.

—Alto, no tan rápido, tienes que rogarme... si no, no hay trato. —dice esbozando una sonrisa.

Es una sonrisa burlona la cuál Taehyung reconoce al instante.

—Sí que aprendiste de mí, y muy bien. —suelta una risa apenas audible.

Jungkook señala el piso para que Taehyung se arrodille ante él.

-—Me encanta en lo que te convertí, Jungkookie.

Taehyung se arrodilla sin importarle una mierda su orgullo, porque ahora Jeon Jungkook lo merecía, merecía que se arrastraran por él.

—Te lo ruego, déjame hacerte el mejor sexo enfermo del mundo.

Ambos ríen, y Taehyung acaricia desde abajo las trabajadas piernas de Jungkook, las cuales son cubiertas por un pantalón de cuero ajustado.

—Bien, ya no me puedo negar. Levántate y hazme tuyo, Kim.

Taehyung se levanta y cierra la puerta con seguro, no sin antes avisarle a su secretaria que nadie lo moleste.

—Te ves muy sexy ahora, Jungkookie.

—Si me quería parecer a ti tenía que poner hasta el más mínimo detalle.

Taehyung ríe mientras se acerca peligrosamente a Jungkook, lo acorrala en el escritorio y lo besa con brusquedad, cosa que Jungkook extrañaba; nadie lo besaba como él.

Se separan del beso entre jadeos y, de pronto, Taehyung tira todas las cosas que hay en su gran escritorio importándole un carajo.

—Desnúdate y te subes aquí. —le ordena.

Jungkook asiente para después empezar a desnudarse frente a la atenta mirada de Taehyung.

—¿Qué me hará, señor Kim?

—Te haré llegar al mismísimo infierno.

—Eso me encanta.

Y sin más, Jungkook completamente desnudo se sube al escritorio poniéndose en cuatro. Taehyung enciende un cigarrillo y lo lleva a sus labios, da una fuerte calada y lo expulsa en el rostro de Jungkook, el cual ni se inmuta, al contrario, lo disfruta.

—Bien... empecemos.

Taehyung deja pequeñas quemaduras en el cuerpo de Jungkook haciendo a este estremecerse de dolor, un dolor placentero, luego pone el cigarrillo en su clavícula y lo hunde para que la quemadura sea más dolorosa. Las lágrimas de Jungkook no se hacen esperar, pero no quita la enferma sonrisa de su rostro.

—¿Eso es todo lo que tienes? —cuestiona Jungkook y ríe siniestramente.

Taehyung esboza una sonrisa, toma una pequeña navaja que tiene guardada en un pequeño cajón, y hace un corte de tres centímetros en la espalda baja de Jungkook haciendo que cierre fuertemente los ojos a la vez que lágrima tras lágrima cae de su rostro. Luego, lo voltea bruscamente y con una mano se baja un poco el pantalón para así liberar su pene, se sube sobre el escritorio y pone las piernas de Jungkook sobre sus hombros.

Taehyung lo penetra fuertemente, sin prepararlo, haciendo que Jungkook suelte un fuerte gemido.

—Ah- Ta-Taehyung...

Taehyung se mueve bruscamente dentro de Jungkook mientras que este último lo mira con una gran sonrisa y lágrimas cayendo por su lindo rostro.

Ambos se entregan por completo siendo un par de enfermos, porque sí, ambos son y serán un par de enfermos enamorados, y eso nada ni nadie podría cambiarlo.

Porque Kim Taehyung y Jeon Jungkook ahora pertenecen al mismo infierno.

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