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Después de un largo día de trabajo, Nathalie ya había terminado todas sus actividades, solo faltaba que sirva la cena y estaría libre; el clima con Gabriel seguía tenso desde la mañana, y eso fue algo que Emilie no pudo dejar pasar, esto suelen ser tan unidos que aveces sintió algo de celos, pero hoy estaban tan apagados que daba dolor verlos.

─¿Paso algo?─ pregunto la rubia mirando a la asistente que en ese momento se encontraba colocando los cubiertos en la mesa

─¿A que se refiere señora?.

─Deja el formalismo Nathalie, sabes a qué me refiero.

─No paso nada señora, solo me encuentro cansada.

─¿Y por eso ignoras a Gabriel?, jamás te vi hacerlo.

─Solo estoy cansada─ repitió sin ánimos

─Bien, lo entiendo, no me dirás nada, pero espero que Gabriel no haya hecho nada malo, porque para que estés así, se debió sobre pasar.

─No lo hizo señora─ se gira y sale del lugar en dirección a la cocina

En ese momento se siente un ruido estruendoso de motocicleta, la rubia se levanta de su lugar y a paso tranquilo se acerca a la entrada, abre la puerta y ahí ve como una moto honda color rojo se estaciona frente a las escalinatas, de ella baja un hombre, alto y delgado, vestía una playera roja opaca, una campera de cuero negra, sin cerrar y unos jeans azules, el hombre aún con su casco puesto, subió las escaleras, se paró frente a la rubia la admiro unos minutos y luego se sacó el casco, mostrando su hermosa cabellera negra con aquel mechón rojo recién pintando, que lo hacia más atractivo que antes, de un bolsillo saco sus lentes y se los coloco.

─Buenas noches señora Agreste, ¿Nathalie ya terminó sus actividades?─ pregunto él en el tono más sexy que tenía, Emilie estaba perpleja, ante semejante hombre

─Aun no, pero pasa, ya termina─ lo toma dale brazo y lo mete dentro

─¿No es molestia?.

─Para nada, un amigo de Nathalie siempre es bienvenido en esta casa─ camina hasta el comedor con él, al entrar descubre que Gabriel ya estaba allí sentado

─Buenas noches─ saludo el hombre llamando la atención de Gabriel, apenas lo vio, nuevamente su sentimiento de odio apareció en el

─¿Usted es?─ cuestionó molestó

─Nathan Heardless, un placer conocerlo señor Agreste─ sonríe

─Vino por Nathalie─ acotó la rubia

─¿Su misterioso amigo intuyo?─ menciono Gabriel cruzándose de brazos

─¿Eso dijo ella?, siempre tan reservada, llevamos tiempo sin ser amigos─ ríe, Gabriel lo mira de arriba hacia abajo

─¿Entonces que eres?─ pregunto la de ojos verdes

El hombre estuvo a punto de responder, pero Nathalie entro en la sala con los platos de comida, apenas vio a Nathan casi los deja caer, recobrando la compostura, se acercó, dejo la vajilla sobre la mesa y miro al pelinegro llena de nervios.

─Tu no amigo es encantador Nathalie, ¿por qué no nos lo presentaste antes?─ dijo Emilie tomando asiento

─No había necesidad de hacerlo señora─ mira al hombre ─No se que haces aquí─ agrego con odió

─Vine por ti mí pequeño arándano, ¿ya olvidaste que anoche te prometí venir a buscarte todas las noches?.

─Si, lo olvidé─ desvía la mirada

─Entonces no los retrasaremos más, Nathalie ve tranquila, nos podemos encargar de una simple cena─ menciono Emilie

─¿Segura?.

─Si, así es, vayan, disfruten de la noche─ sonríe ─Y ni se te ocurra venir mas temprano mañana para compensar─ guiña un ojo

─Buenas noches entonces─ rodea la mesa y se acerca a Nathan

─Hasta luego señores, fue un placer.

Los dos salen a paso apresurado de la mansión, una vez llegan a la entrada, está aprovecha para reprenderlo por su impulsiva actitud.

─Tranquila, todo está bajo control, ¿viste como me miraba?, ese hombre se muere de celos, es igual a Gabriela, unos días más y será tuyo, créeme.

─Actuas irracional, ¿que hay con esa vestimenta, y ese casco?─ bufo

─Pues si queremos hacer esto bien, no puedo parecerme a ti, asique fui de compras, misteriosamente la tarjeta de Gabriela funciona aquí, quien lo diría─ ríe ─Ademas siempre quise conducir una moto─ abre la puerta y del otro lado ven una escena que jamás pensaron, el corazón de Nathalie se estruja, afuera Adrien admiraba el vehículo de Nathan mientras Amelie y Félix lo acompañaban desde un costado

─¿Adrien?─ cuestionó está con temblor en su voz

─Nathalie─ la mira con despreció ─¿De quien es este hermoso modelo?─ la ignoró

─Mio─ respondió Nathan

─No sabía que tenías un hermano Nathalie─ comento al ver el mechón y el parecido que estos tenían

─No es mí hermano─ musitó ella rápidamente

─Somos pareja─ agrego con más rapidez el hombre

─Cuidalo bien Nathalie, podrías perderlo en cualquier momento─ la mira, su mirada era tan fría que te podrías congelar con solo verla ─¿Mis progenitores están en casa?, la tía Amelie tiene algo que decirles

─Si~Si, están cenando.

─Muy bien, buenas noches─ la sobre pasa

─Esta mejorando─ Amelie se acerca a la pelinegra ─Esta haciendo terapia, te aseguro que dentro de poco será el dulce Adrien que todos conocemos─ también se adentra, siendo seguida de cerca por su hijo

Nathalie se desmorona, Nathan la abraza con fuerza, se quedan así unidos hasta que la mujer se calma, luego, este le entrega el casco, está se ríe, jamás se imagino que iría en una moto, luego los dos se suben, ella se aferra a la bien tornada cintura del ejecutivo y los dos se van de allí a gran velocidad, quien lo diría, Nathalie Sancoeur siendo paseada en moto por las calles de París, eso, no se veía todos los días, menos, con una mujer tan refinada cómo ella.

Al llegar al departamento los dos se tiraron sobre el sofá y tomaron una bebida energizante, fue un dia lleno de emociones.

─Deja de decir que eres mí pareja o te enviaré a tu universo de un golepe─ lo reprendió

─Me lo vas a agradecer después, cuando Gabriel se divorcié y sea tuyo.

─Como si esas cosas pasarán, ya se que viajas por universos y has visto cosas que yo no vi, pero Nathan, vamos, es imposible que el se divorcié después de haber asesinado a la novia de su hijo para cambiarla por el alma de su esposa, sería ilógico, ¿en qué cabeza cabe que va a tirar por la borda todo lo que consiguió para escapar con su asistente?.

─Nada es imposible Nathalie─ la toma de la barbilla y a obliga a mirarlo fijamente, el tenía un perfume encantador, ¿por qué el universo tenía que hacer a su versión hombre tan sensual? ─¿Antes habrías imaginado que hablarías contigo misma pero de otro universo?─ ella niega ─Bueno, que Gabriel se enamore de tu es más insignificante que esto, asique si esto sucedió, eso también, debes tener fe─ besa su mejilla y luego se levanta ─Tienes comida en la nevera, iré a ducharme─ se va

La teñida se queda estática, luego comienza a sentir su cara arder, suspira para tranquilizarse, se levanta, abre la nevera, ve que Nathan compro cerveza, toma una lata, la destapa y se va a la habitación para tomar en soledad y recostarse un poco.

Miraculous Multiverse: Reactivando los viajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora