Capítulo XLI (+18)

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Si leen esto siendo menores de 18 años es bajo su responsabilidad.

🦋 Disfruten 🦋

Narra Annie.

Annie: Es verdad - dije ya con mi pijama puesta.

Remus: Vas a castigar a los chicos - dijo abrazándome por atrás.

Annie: No lo se - dije volteándome para ver a mi esposo Remus.

En un instante sus labios estaban en los míos, poco a poco se intensificó el beso, cuando nos quedamos sin oxígeno nos separamos, miraron a los ojos del otro y vieron la lujuria.

Yo pasé mis brazos a su cuello y el sus manos a mi cintura. El beso cada vez era más necesitado y los dos lo notábamos.

El beso no iba a ser suficiente y el aire paro durante unos segundos en el acontecimiento.

Remus se separó ligeramente de mi y agarro su varita, murmuró los hechizos para bloquear la puerta y silenciar la habitación.

Remus volvió a mis labios y profundizó el beso y su lengua se deslizó sobre mi boca.

Después de unos minutos paso a mi cuello dejando unas pequeños chupetones y al final a mi clavícula provocando que yo gimiera. Me subí a el y pase mis piernas entre sus caderas.

El me sujeto de los muslos y yo movía la cadera haciendo que gruñera.

El me dejó en la cama, el estaba arriba y yo abajo, no apoyaba todo su peso en mi para así no aplastarme.

Le empecé a quitar la camisa y mientras nuestros labios estaban juntos pase mis manos por su pecho lleno de cicatrices.

Ahora el hizo lo mismo con mi camisa, aún tenía puesto mi sostén negro. El se tomó un segundo para mirarme, me sonroje y mire para otro lado.

Remus: Pequeña no sientas vergüenza, eres hermosa - me sonroje aún más y el se rió.

Se sujeto de una mano y desabrochó el sostén, me lo quito por completo. Masajeó y luego con esa mano paso por mi vientre y bajo hasta mi parte íntima.

Metió su mano debajo de las bragas y comenzó a hacer círculos haciendo que yo me estremeciera. Primero metió un dedo y cada vez que yo me sintiera cómoda metía otro, así hasta tres.

Cada vez iba aumentando más la velocidad, hasta tal punto en el que curve mi espalda y solté un orgasmo. Ahora me tocaba a mí.

Lo aparte de mi y ahora yo estaba encima de el, lo bese con intensidad, cada vez iba bajando más. Volví a sus labios y me senté justo donde sabía que el iba a sentir más placer.

Mis caderas y mis labios iban a la par, iba lento y sabía que eso a Remus le molestaba, quería más. El no aguanto y me sujeto de la cadera aumento la velocidad, solo rosábamos y eso no seria suficiente. Remus se canso y volvió a ponerse encima de mi.

Remus: Estás segura, si seguimos no creo que puede parar y a lo mejor te dolerá al principio - me dijo mirándome con confianza.

Annie: Si, estoy segura, ya hemos hecho bastante como para parar.

Me quito la única prenda que tenía y el la suya, se coloco el condón y justo antes me dió un beso.

Remus: Te amo, y no sabes cuánto.

Annie: Yo también te amo - le dije en el oído.

Sentí como entraba poco a poco y la verdad dolía lo suficiente como para que una lágrima se me escapara.

Remus: Lo siento - me dijo cuando lo abrace fuertemente al empezar a dolerme.

Paso un rato hasta que me acostumbré y empezó a hacer movimientos suaves y sencillos.

Parecía que el pensaba que si se pasaba me rompería como una muñeca de porcelana. Lo bese y por falta de aire juntamos nuestras frentes.

Annie: No me romperé lobito.

El empezó a hacer envestidas cada vez más fuertes. Los dos nos necesitábamos ahora mismo el uno al otro. Oia los suspiros de los dos, estaba apunto de gritar pero me besó haciendo que el grito se convirtiera en un gemido.

No quería parar, era imposible y adictivo. Estábamos apuntó y lo bese para callarlo. Lo saco y se echó mi lado.

Remus: Estás bien? - pregunto.

Annie: Si, ha sido perfecto.

Remus se recuesta boca arriba y yo pongo mi cabeza en el pecho de mi esposo.

El paso su brazo por mi cintura y luego me dice.

Remus: Te ves muy tierna y al mismo tiempo sexy cuando llegas al orgasmo - dice mirándome a los ojos.

Annie: Que - dije confundida y riendo.

Remus: Si, te sonrojara y te ves bien.

Me sonroje entonces me acurruque en su pecho para que no me viera y el solo rio.

Remus: Buenas noches lobita - fue lo último que escuche porque me quedé dormida.

Al día siguiente.

Espero que hayan disfrutado el capítulo.

Espero que hayan disfrutado el capítulo

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