13-La rubia ayuda

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Bueno che acá va a haber smut, no es el mejor smut, ni el peor espero, pero lo que vengo a decir es que si no les gusta leer smut o yoqc solo bajen hasta las primeras coronitas o, como Jamy les dice, los cachufletos xd. Besos, y para los pervs, disfruten.

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Cerrada ya la segunda junta en la que Louis participaba, se despidieron una vez mas y comenzaron a retirarse, más entusiasmados con el plan que el ojiazul había propuesto.

Louis era el ultimo en salir, pero un fuerte agarre sobre su brazo lo detuvo, y lo llevó de vuelta dentro del cuarto, acercándolo al cuerpo de Harry. Sus labios se encontraron en un beso, tal como el rizado quería.

—Ayer no pude decírtelo, pero eres un genio. —comentó el menor al separar sus bocas.

El mayor se estiró para besar de nuevo al más alto, esta vez con un tacto suave—No me diste mi premio... —coqueteó al acabar el beso.

—¿Hablas del que estaba punto de darte ayer antes de que los idiotas interrumpieran? —Harry amaba el tono de voz de Louis. Ese día en especial parecía tan fina y limpia.

—Mhm —Tarareó asintiendo, con sus ojos azules casi hipnotizando al contrario.

—Bueno... Ahora sabemos que nadie puede interrumpirnos... —El rizado se encorvó levemente para besar al castaño una vez más. Louis se dejó llevar cerrando sus ojos, dejando con todo gusto que Harry le mordiera, le metiera la lengua como quisiera. El más alto lo guió con pasos torpes hasta la cama, evitando separar sus labios hasta que lo empujó y lo dejó caer sobre el colchón.

Ésta era la primera vez que Louis hacía esto; No era virgen, claro, pero sus amantes solían ser mayores que él. Esta vez él era el mayor, y seguía siendo estúpidamente sumiso a la hora de... de dejarse besar y derribar sobre colchones ajenos.

El menar se abalanzó sobre su contrario, y ésta vez no fue interrumpido mientras se desabrochaba la camisa con dedos torpes y apurados, ni cuando desnudó al ojiazul antes de seguir privándose se sus propias prendas.

Aquella era la escena más erótica que el más bajo podría ver: Harry desnudándose a sí mismo cada vez más desesperado, siendo tentado por el ya descubierto cuerpo de Louis, que yacía sobre su cama, esperando a volver a sentir las manos del contrario sobre su delicada piel, marcando trazos rosados con su fuerza y descuido.

Al ver que el rizado ya estaba únicamente en ropa interior, al igual que el propio castaño, cerró los ojos y sintió como el cuerpo del contrario desplazaba el aire mientras se acercaba a él. Esperó sobre la cama ajena, con sus ojos suavemente cerrados y respiración profunda y sonora a recibir el tacto del menor.

Se estremeció al sentir los dedos ásperos del contrario acariciar su cuello, casi podía predecir el antojo que el ojiverde tenía de dejarle el cuello morado de besos y mordidas. Mas Harry no se permitió hacerlo, necesitaba apreciar el espécimen que tenía en frente. Sentirlo primero, y luego podría saborearlo. Se le hacía agua la boca de solo pensarlo.

Las manos del rizado recorrieron el cuerpo del castaño con cuidado. Primero sus hombros, que reflejaban la luz, luego su abdomen, sus pezones lo llamaban, pidiendo ser tocados y retorcidos. El menor apartó esa imagen erótica de su cabeza, guardándola para después. Su caderas, tan definidas y curvilíneas, sus manos se detuvieron allí por un momento, apreciando la sensación de tomar esas caderas en su poder.

El recorrido continuó hasta los muslos de Louis, entonces éste dejó de sentir las manos del contrario sobre su piel y sintió como volvía a acercarse, ésta vez tomándolo del cabello, los dedos de Harry masajeando su cuero cabelludo. El mayor abrió los ojos, encontrándose con las esmeraldas del menor tan cerca que podía verse a sí mismo reflejado en ellas, sus pupilas dilatadas como un agujero de gusano en un campo de hierba verde y vibrante. El menor tenía hambre.

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