Electric Boy -au km 益

Capítulo 49

—Jimin, mi amor ¿Ya metiste las cosas al auto?

—Ya lo hice. ¡Solo faltan las de Irene! —El pelirosado grito desde abajo.

El padre de Jimin sonrió con ternura desde la planta de arriba al imaginarse todo. Hoy su “familia” pasaría toda la tarde afuera, primero irían al cine, luego los llevaría a comer a un restaurante y por último al parque para ir a caminar y tomar un poco de aire. Su hijo había estado emocionado de ir con ellos a pasar el rato y compartir un momento juntos, cuando él le comentó del plan.

Terminando de guardar algunas cosas en un pequeño bolso, se dirigió muy alegre hasta la habitación que compartía con su esposa. Pero cuando entró a este no esperó encontrarse a Irene acostada en la cama tapada hasta el cuello. Con su rostro pálido y viéndose enferma.

—¡Mi amor! —Corrió hasta posicionarse hincado a un lado de la cama. —¿Qué pasó? ¿Te sientes bien?

Irene lo miró con una pequeña sonrisa que le hizo encoger el corazón a su marido.

—L-lo estoy. Es solo que estoy un poco cansada bebé. —Acaricio delicadamente el rostro del hombre.

—Perdón, creo que no podré ir con ustedes a pasar esa maravillosa tarde de la que tanto me hablabas. —Un puchero se instaló en su rostro y sonrió a duras penas cuando él le plantó un beso en la frente.

—No te preocupes por eso. Ahora lo que importa es tu salud. —Se sentó en la orilla de la cama y separó unos mechones de la frente de su esposa.

—No puedo irme de aquí si estás así. —Negó decidido —Le diré a Jimin que ya no iremos. —Hizo ademán de pararse, pero ella lo de tuvo.

—N-no tienes que quedarte. Mejor ve con Jimin. —Sonrió y tomó sus manos dándoles un débil apretón. —Yo estaré bien aquí.

—Cariño, ¿Estás segura? —Preguntó el señor Park mirando con preocupación a su esposa.

—Si mi amor, solo necesito dormir y descansar, ya se me pasara, mejor ve y diviértete con nuestro hijo esta tarde. Yo estaré bien. —sonrió pequeño acariciando la mejilla de su marido.

¿Cómo dejarla así si se veía tan indefensa?

Pero había dicho que solo estaba cansada, no tenía fiebre y eso indicaba que solo era eso. Cansancio.

Ella misma le pedía que no se preocupara, que saliera con su hijo. Nuestro, había dicho ella. Su corazón se sintió tan cálido cuando lo escuchó. Le haría caso, saldría con Jimin y apenas terminara la película vendría corriendo para verla y ocuparse de ella. Tendrían muchas otras tardes para salir con su hijo.

Tomó la decisión y la besó en los labios.

—Está bien, te dejaré descansar. Es solo que me preocupas, sabes que estaré contigo en las buenas y en las malas. Estamos casados y te amo ¿Recuerdas? —Claro que sí, ella solo estaría con él en las buenas, porque en las más buenas estaría con alguien más.

Asintió convenciendo al hombre, y su esposo le dejó un casto beso en la frente despidiéndose de ella para luego salir cerrando la puerta de la habitación detrás de él.

Después de un rato, cuando escuchó que el auto se iba con padre e hijo adentro, se levantó de la cama quitándose las sabanas de encima, dejando a la luz su bello cuerpo con lencería sexy de encaje negro.

Este consistía en un pequeño Babydoll de tirantes que hacía remarcar sus grandes pechos, la diminuta blusa de este le llegaba a no más del ombligo, tapando con dificultad la ropa interior negra. Su cuerpo curviento era apresado por el bello traje, haciéndolo ver más apetecible.

Caminó hasta una mesa llena de cosméticos que tenía, maquilló su rostro y se puso labial rojo en los labios, era su favorito. Se sonrió con suficiencia por el espejo tomando su celular para sacar una foto y enviarla como invitación hacia un guapo pelinegro.

Un poco cruel de su parte al haber engañado a su esposo de esa manera, y decirle que estaba cansada.

Pero es que le era imposible no serle infiel. No cuando ella repudiaba lo cursi y los detalles llenos de ‘amor’ y todo eso desgraciadamente el señor Park lo hacía con ella. Amaba lo pasional, lo salvaje, amaba la sensación en su pecho cuando rompía las reglas.

Ya era hora de que por fin probara a ese caliente y seductor joven con el que tanto había anhelado estar.

[Bandeja de insultos para los dos. Dejelos todos aquí jajdk]
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