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—Jumsoon...

Tras escuchar mi nombre me quede inmóvil, miles de pensamientos cruzaron por mi mente, pero no sabía qué decir.

Baje la mirada y observé mis manos, eran pequeñas y delicadas.

La ropa se me veía grande y los largos mechones de cabello lacio y oscuro caían sobre mis hombros.

Yo...

Era Jumsoon otra vez.

—Taehyung — susurré alzando la mirada, él me miraba mientras las amargas lágrimas caían por su rostro.

Ahora que lo conocía bien solo podía saber que ocurría con él: Estaba furioso.

Lo veía en su mirada, y tenía razones para estarlo, yo había mentido y era hora de atenerme a las consecuencias de todo este enredo.

—Tae... — volví a hablar, mientras avance hacia él, solo que él retrocedió y aquello me dolió.

Verlo alejarse así era doloroso, ver sus lágrimas me hería, y ya no había estrellas en sus ojos, solo fuego, el fuego que iba a quemarme por mentir.

—Tú... Jeon Jumsoon... Eres la peor mujer que alguna vez conocí en mi vida — y no pude evitar sollozar con fuerza.

Porque aquellas palabras eran verdad, yo lo merecía, incluso si él me odiaba, lo entendía.

—Los siento, yo... Yo no...

—¿Te divertiste engañándome? ¡Dímelo! ¡¿Fue divertido para ti todo este juego?! — cuestiono con la voz quebrada, podía notar todo el dolor en esta y no sabía que hacer.

—¡Eso no fue así! Yo no quería hacerlo, yo solo... —no pude continuar, el nudo en mi garganta me lo impedía.

Quería decirle tantas cosas, pero ninguna de ellas se atrevía a salir de mi mente.

—¡Lo ves! Ni siquiera puedes decir nada, ¡vamos Jumsoon! ¡Miénteme! ¡Miénteme como lo has estado haciendo en estos meses! Al fin que ya tienes experiencia

—¡Taehyung ya basta! Yo te amo

—¡Cállate! No quiero escucharte decir eso nunca más — esta vez él se acerco a mí y me miro fijamente.

Las lágrimas se deslizaban cada vez más por mi rostro y mi corazón se oprimía con dolor.

—¿Sabes que es lo peor?, ¡que a pesar de que quiero odiarte no puedo!— grito mientras limpiaba sus lágrimas con brusquedad.

Nos miramos por unos segundos más, y yo simplemente quería pedirle perdón, quería abrazarlo, decirle que lo amaba y que si había mentido era por esa razón.

Porque siempre lo había amado y siempre iba a hacerlo.

Pero eso no era posible, él seguramente no escucharía nada más.

—Espero nunca volver a verte en mi vida

Y se dio la vuelta, marchándose, dejándome ahí, completamente rota.

Estaba jodida.

Mire por la ventana y lo vi subirse a su auto sin mirar atrás.

Ahí supe que nunca volvería a verlo, nunca podría decirle que lo amaba otra vez, no volvería a abrazarlo, a ver aquella brillante sonrisa o escuchar su melodiosa risa.

Taehyung ya no era mío.

Seguí llorando mientras miraba al cielo y todas las emociones se mezclaban dentro de mí.

Pensé en mi estúpido deseo de meses atrás, en lo idiota que había sido por pedir aquello y en lo mucho que odiaba a quien me haya hecho caso para cumplirlo.

Pero a final de cuentas la culpa siempre sería mía.

Por tratar de cambiar las cosas, por forzar el amor, por ser egoísta y por querer cambiar mi destino.

Y supe que Taehyung nunca fue mío.

Yo no podía tenerlo nunca, porque yo era una chica.

Yo era Jeon Jumsoon, no Jeon Jungkook.

Era una mujer, una mujer hermosa y estúpida que se aferraba a un hombre que nunca la amaría.

Taehyung nunca iba a amarme y ahora lo entendía, pero al menos agradecía la pequeña oportunidad que tuve.

—Gracias — susurré al cielo estrellado mientras limpiaba mis lágrimas y sonreía levemente.

Mañana mismo me marcharía de Seúl, conseguiría otro empleo y ya pensaría en como continuar con mi vida.

Comencé a arreglar mis maletas, y miré mi habitación, extrañaría vivir con Jimin, mi único y mejor amigo.

Suspire mirando toda la ropa de hombre que tenía y negué con la cabeza mientras rebuscaba al fondo del armario y tomaba mis vestidos, faldas, las blusas pequeñas y también mis tacones.

También tomé mi maquillaje junto a los moños para el cabello.

A pesar de todo, ya no sentía que ese fuera mi estilo, me había acostumbrado a los jeans, sudaderas y camisas anchas, al igual que las botas.

Supongo que debería comprar ropa nueva muy pronto.

Mire la ropa que había usado en mi primer cita con Taehyung y me fue imposible no llorar de nuevo, la tome en mis manos y la abrace con fuerza, sería la última vez que la vería, porque dejaría todo esto atrás, esto ya no era mío, esa ya no era mi vida.

Todo lo relacionado a Jungkook con Taehyung debía quedarse atrás para poder olvidarlo o al menos intentar hacerlo.

Continúe guardando mis cosas, mis fotografías junto a Jimin y cada uno de sus tontos pero lindos regalos.

Realmente me dolía apartarme de ese tonto, porque la mayor parte de mi vida estuve junto a él, incluso compartíamos los biberones.

Me reí ante mis recuerdos y terminé de arreglar todas mis cosas para mañana.

Seguidamente fui al baño y me miré en mi gran espejo.

Aprecie mi cabello largo, mis ojos oscuros, mis labios delgados, y lo diminuta que me veía en aquella ropa.

Me reí, porque me gustaba mi pequeña estatura.

Admire mi sonrisa, seguía siendo la misma, la sonrisa de conejo como siempre decía Jimin.

Me gustaba mi apariencia.

Entre Jumsoon o Jungkook, creo que tenía un poco de ambos.

Tome una rápida ducha y fui a cambiarme por ropa que si me quedara, suspire al darme cuenta de que ya ni siquiera recordaba como abrochar mi sostén.

Luego de muchos intentos al fin pude y termine de vestirme, peine mis largos y húmedos cabellos y finalmente espere a que Jimin llegara.

Cuando lo hizo, le conté todo lo ocurrido con Taehyung y le dije que me marcharía mañana mismo.

Me sentí peor al verlo llorar y abrazarme mientras decía que me extrañaría mucho.

Pero al final dijo que entendía mi decisión y que me tomara el tiempo necesario para superar todo.

Realmente quería mucho a Minie y adoraba que siempre me comprendiera.

Luego de todo aquello fui a dormir, mañana todo sería diferente.

Jumsoon o JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora