Amour || Cinco Hargreeves [TERMINADA]

5 || Número Cinco

Apocalipsis

Narrador Omnisciente

Como una costumbre de la hermosa pareja, paseaban juntos en el apocalipsis. Arrastrando una carretilla dónde iba su mejor amiga Dolores.

— Me duelen los pies— Dijo con voz chillona Lya. Silencio— Me duelen los pies — Repitió — Me duelen los pies — Repitió con un puchero muy tierno

Cinco Hargreeves ya conocía de mucho tiempo a su compañera... Por lo cual el ya no caía en esa técnica — Está bien descansemos— Comentó con gracia Cinco, Pero... Se pueden hacer excepciones

— Si — Grita como una niña chiquita. Esta hermosa escena se repitió por años, meses y muchos días.

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— ¿Recuerdas esa mansión antigua fuera de la ciudad?... La...de... —Ríe— Bueno, resulta que la bodega estaba intacta. Traje un par de cajas de tu tinto favorito. — Mientras Cinco conversaba con Dolores, — No estás exagerando, no bebo demasiado. Sabes que trabajo todo el día. — Lya estaba acomodando los nuevos libros en la pequeña biblioteca que se habían armado entre ellos. —Eh... ¿Por qué dices que...? — Cuando escuchó un ruido fuera de lo normal, levantó la vista y vio a Cinco con el arma en su mano apuntando a una señora con el cabello blanco, de inmediato, Lya se colocó detrás de Cinco y creó un campo de fuerza, para ella, Cinco y Dolores. Pero la mujer solo los saludaba, como si fueran amigos de toda la vida.

Presente

Narra Cinco

Minutos antes al despertar, vi a Lya durmiendo en la silla que estaba al lado de la cama, así que con mucho cuidado la tomé en mis brazos y la acosté. Al acostarla en la cama se comenzó a mover, para despertarse. — Tranquila corazón... Dormiste muy incómoda, descansa un poco más — Le susurré mientras le hacía cariñitos en su cabello.

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Le estaba contando a Luther sobre el apocalipsis, detrás de mí se encontraban Lya durmiendo con Rosse en su pecho. — ¿Cuándo se supone que será? — Pregunto Luther. – El... apocalipsis

—No puedo darte la hora exacta, pero... por lo que deduje, nos quedan cuatro días.

—¿Y por qué no lo mencionaste antes?

—No habría importado.

—Por supuesto que sí. Podríamos habernos unido para ayudarte a detenerlo.

—De hecho, ya lo intentaron.

— ¿Lo hicimos?

—... Los encontré allá afuera. Sin vida...

— ¿Nos matan?

—Horriblemente, estaban juntos tratando de detener al que acaba con el mundo, sea quien sea