capitulo V

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Efrain hernández, Don efran, era uno de los cuatro jefes naturales del cartel de norte de valle. Los otros tres eran Hernando Restrepo ,HR , de Medellin ; Javier baena ,,J , de Cali ; Orlando Henao, Oscar 1 , de el águila , Vallé del Cauca ; y Don Efra , de buenaventura.

Los lugares de origen de estos cuatro poderosos personajes indican que el cartel del valle no tuvo raíces geográficas sino políticas. Estos cuatro hombres terminaron alineados en una nueva organización porque no siguieron las directrices de la cúpula del cartel de Cali y por ello fueron calificados como disidentes , ruedas sueltas

Don Efra era un hombre inmensamente rico , con grandes inversiones en negocios comerciales y en construcción , en Cali y Bogotá. Su mano derecha , su secretario , su protegido, su consentido, era Fernando Cifuentes , el menor de tres hermanos de una familia de Medellín. Al lado de Fernando, Don Efran siempre contaba con Jorge , su principal socio , quien desarrollaba sus actividades en México , y cococainato , que vivía en Medellín y se encargaba del trabajo de campo y de los traslados internos e cocaína.

Pero Don Efra tenía una especial predilección por Fernando Cifuentes , un personaje brillante , carismática e inteligente que se ganó el cariño y el respeto del capo que , para retenerlo , no hacia socio de sus proyectos y le prestaba dinero 1% mensual. De esta manera , Cifuentes le llegó a deber 20 millones de dolares a Don Efra , pero no podía pagarle porque este no le recibía abonos parciales.

Esta situación era aprovechada por Don Efra para insultar constantemente a cifuentes y cuándo estaba de mal genio le daba cachetadas en la cara o lo golpeaba en las espinillas sin importar quien estuviera presente.

Orlando Henao fue testigo de excepción de las agresiones de don efra con cifuentes y un par de veces lo vio llorar, en silencio. En una de esas ocasiones , Henao se quedo a solas con Cifuentes y no desperdicio la oportunidad de hablar con el.

-Mijo, yo sé lo que usted está pensando. Lo que tenga que hacer hagalo , usted también es un hombre y merece respeto. Nadie se meterá en esto. Es usted y Don efra , solos. El es mi amigo pero usted también es un hombre , es un problema de honor y usted tiene derecho a hacerse respetar.
Las palabras de Henao retumbaron por varios días en la cabeza de Fernando Cifuentes , hasta que solo aguantó tres insultos más y decidió actuar. El 7 de noviembre de 1996 , después de calcularlo milimétricamente, llegó a la oficina de Don Efra con vestido , corbata y zapatos negros , perfectamente afeitado , peinado y engominado. En el centro comercial santa bárbara ningún vigilante se dio cuenta de que Cifuentes llevaba una pistola nueve milímetros en la pretina de su pantalón y el silenciador en el bolsillo de su saco.
Poco después de las 11 de la mañana Cifuentes ingreso a la oficina de Don Efra pero se encontró con que en el lugar también estaba Germán wazzler , uno de los colaboradores , y Alfredo Hadad, un importante lavador de dólares del cartel.

En ese momento , Don Efra hablaba con un instructor de buceo de Miami al que pedía el envío de un equipo completo para su próxima aventura en las islas del caribe. Luego de colgar el teléfono se paró de escritorio y se sentó en el sofá al lado de Wezzler y Hadas.

Cocientes se lleno de paciencia y también de sento en otra silla a esperar que Don Efra de quedara sólo. Pero los visitantes no tenían ninguna intención de irse pronto. Cifuentes entro tres veces al baño y empezó a impacientarse. Hasta que en la cuarta ocasión conecto el silenciador a su pistola , respiro profundo y tomo la decisión definitiva.
Cifuentes experto tirador y sin pensarlo más se abalanzó sobre los tres contertulios y le disparo dos ovaciones a Don Efra, que cayo al suelo. Uno de los proyectiles le dio en la cara y el otro en el abdomen. Luego dirigió el cañón de su arma al pecho de Hadad y de un sólo disparo lo arrojo a dos metros de distancia. También hizo lo mismo con Wezzler.
Una vez vio los tres cuerpos en el piso desarmó el silenciador , guardo el arma , regreso al baño , se peinó , se arreglo la corbata, salio de la oficina , cerro con seguro por dentro para que nadie pidiera ingresar , se despidió de la secretaria , caminó al sótano del centro comercial , subió a su vehículo , tomó su celular y llamó Orlando Henao.
- Señor ¡lo hice !, ahora que venga lo que venga ; estoy en sus manos.
-Mijo , vayase con un solo escolta , no le diga a nadie donde va a estar , escondase las primeras 24 horas mientras tanteó la situación y luego lo sacó para donde su hermano en México mientras acabo de cuadrar todo. Apague los teléfonos y no le conteste a nadie , no se preocupe que todo va estar bien - respondió el jefe del cartel.
Con un escolta de confianza ,Cifuentes se dirigió a una bodega blindada de su propiedad en el norte de bogota , a la que le había instalado un anillo de seguridad con explosivos. Mientras tanto , el teléfono de Henao repicó de nuevo . Era alguien de la oficina de Don Efra.
-señor , tenemos un problema. Imagínese que Fernando Cifuentes se enloqueció y mato a Don Efra y a Alfredo. Germán Wezzler está herido, sobrevivió porque se hizo el muerto y cuando Fernando salio contó todo lo que había pasado. ¿Que hacemos?
-dijo que en desconocido al otro lado de la línea.
-Vengase a mi oficina y acá tomamos decisiones-respondió Henao , desconcertado porque había quedado un testigo de la matanza. En las siguientes tres horas su teléfono no dejó de timbrar porque los demás miembros de la organización quería escuchar una señal , una explicación. Por un largo rato medito , cálculo sus movimientos y como buen estratega decidido actuar y el primer paso consistió en llamar al escolta de Cifuentes.
- Mijo , habla Orlando , ya sabemos lo que paso. No quiero que se involucre en esto , este no es su problema. Usted sabe que lo que conozco hace tiempo , lo mismo que a su familia y no quiero ver a ninguno de ellos afectado. Digame donde están.
El escolta entendió el mensaje amenazante y de inmediato le suministro la dirección de la bodega.
-Mijo , un último favor no le avise a Fernando. Sólo ábrales la puerta - instruyo Orlando Henao.
Poco después , julio lopèz Peña ,julito y su jauría rabiosa llegaron a la bodega ubicada al norte de la ciudad, y como habían pactado, el escolta les abrió la puerta y les enseño el lugar donde Cifuentes descansaba medio adormilado. Dos tiros acabaron con el homicida de Don Efra.

En escasas seis horas, Orlando Henao vengo la muerte de su socio y amigo Don Efra y quedo con jefe único y solitario del cartel del norte del valle. Rápidamente se convirtió en héroe de la jornada y fue reconocido como el verdadero capo que mantuvo el orden y la unidad en su organización.
El trabajo de carpintería vendría luego. Los contadores de Henao , encabezados por Carlos Perèz, organizaron las cosas de tal manera de Don Efra apareció con un gran cantidad de deudas con el jefe del cartel y de las cuales sólo ellos dos eran testigos pero ¿ quien iba a poner en duda la palabra del jefe? En los siguientes días Henao se acercó a los sobrevivientes de Cifuentes y se presentó con un sentido pésame. Definitivamente, Orlando Henao era un digno portador de su cargo , el gran jefe pluma blanca del cartel del norte del valle.

El cartel de los sapos .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora