Tiempo ha pasado tras la derrota de Trigon por parte de los Titanes, y ahora, luego de haber conocido a amigos de muy lejos, es hora de volver a casa y poner en orden las cosas cuando un hombre portando el emblema de los El, viene en búsqueda de cao...
La luz del sol bañó el puente de Central City con su ámbar luz, cubriendo con el brillo de un nuevo día aquel escenario que ahora estaba a la vista, permitiendo a todos ver aquel gran caos dejado tras la batalla con Superboy Prime. Prime no perdió el tiempo apenas sintió la luz del sol sobre su piel; el meta kryptoniano entonces suspiro con calma mientras los golpes dados a su alrededor dejaban de sentirse; su cuerpo se sentía sanado con cada segundo que pasaba y una mirada de seguridad se generó en sus ojos apenas estos se vieron deslumbrados por la misma.
—El sol...— susurro Superman con temor —¡Contenganlo!— grito el hombre de acero, logrando que cada héroe se dirigiera hacia él, principalmente velocista pero esto fue inútil
—¡Déjenme...!— grito Prime, entre un rugido prácticamente bestial justo antes de salir volando a toda velocidad del puente, quitandose a los héroes de encima
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La luz ámbar ya reinaba en plenitud los cielos sobre Central City, y ahora sólo hacia más que acrecentar los daños a la ciudad gracias a las sombras que el amanecer creaba; prácticamente tras presenciar el vuelo de Superboy Prime, más de un héroe vio la batalla perdida a la par que se le perdía la pista entre las nubes naranjas. Prime sintió la fugaz caricia de las nubes en sus mejillas, sintiendo como es que estas parecían apaciguar el dolor en sus heridas recibidas en batalla, ahí fue cuando lo sintió. Las lágrimas de sus mejillas se secaban mientras más subía en el cielo, atravesó las nubes con un tambaleante y herido vuelo, hasta llegar a aquella zona justo arriba de las nubes, logrando recibir directo la luz de la estrella de la mañana. Zorel sujeto con firmeza y fuerza su traje de Sinestro Corp, mientras aspiraba con fuerza y paz a la vez.
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Lo sujeto entonces con fuerza, estirandolo hasta arrugar el emblema; de un fuerte tirón con ambas manos, Zorel se arranco el traje del torso, dejando a la vista su pecho desnudo, y en este aquella ya "curada" cicatriz en su pecho. Iba a pelear luciendo el emblema de los El, y para él, no era una opción perder.
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