Tiempo ha pasado tras la derrota de Trigon por parte de los Titanes, y ahora, luego de haber conocido a amigos de muy lejos, es hora de volver a casa y poner en orden las cosas cuando un hombre portando el emblema de los El, viene en búsqueda de cao...
Un pequeño Zorel de apenas doce años se encontraba dibujando en el pórtico de los Kent, aquellos más cercanos a ser sus abuelos de parte de su madre; el joven tenía el cabello largo y dibujaba como si no hubiera un mañana, ignorante a las fuertes ráfagas de viento campirano, e incluso ante la "charla", al interior de la casa, que más que charla, prácticamente era una especie de discusión.
—¿¡A que carajos se refiere!?— exclamó con molestia una voz conocida. Mia Queen —¿Qué se supone que sea eso de ansiedad social? Mi niño está bien, solo tiene... dificultades... ¡Yo las tenia! ¡Nora también! ¡Y estoy casi segura de que Superman los tenía también!
—¿Eso dijeron? ¿Ansiedad social?— contestó Lois Lane, en un tono con el cual se pronunciaba extrañada y preocupada a la vez
—Dijeron "Transtorno de ansiedad social" y una emm...— pero Nora, la mayor, no pudo terminar
—¿Nora?— pregunto Clark Kent, pidiendo con calma que contestara
—D-Depresion, del estilo donde no parece tenerla— confesó Nora, con pesar en su voz. Zorel siguió dibujando.
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—Zorel— llamó Norita, saliendo de la casa y cortando de golpe la atención de Zorel al interior, centrandose en Norita
—¿Qué pasó hermanita?— pregunto con una fingida alegría Zorel
—¿Como te sientes?— pregunto la pequeña, sentándose a un lado de Zorel en el pórtico —Wow... ¿Eres bueno con eso del dibujo, eh?— pregunto Norita, tras ver un dibujo de lo que parecía ser un joven Superman, dibujado con un traje algo modificado en cambio al original —¿Eres tu?
—Gracias y emm... si, soy yo pero creo que no podría serlo— confesó con tristeza el pequeño —Ya oíste a Nora y Mia, estoy... enfermo, creo... ¿O que es eso de lo que hablan?
—No lo estas— señaló una voz como la de Mia, pero con toques más juveniles, era la otra Mia, esa que este momento tenía diecisiete años; su presencia hizo sonreír a ambos pequeños, pero solo Norita se ruboriza —. Sólo tienes algo que bueno, te hace más especial, Zorel...
—¿Especial?— pregunto extrañado Zorel, mientras veía a la joven Mia acercarse a ambos y sentarse entre los dos —¿Como así?
—¿Recuerdas lo que pasó Raven al escapar de su padre?— pregunto Mia, a lo que ambos asintieron, Zorel más atento al tema —Pues mira, lo que tiene a sus mamis preocupadas es lo que tendrás que pasar, no tan malo como Raven, pero quizás sea difícil que personas aún no te conocen, pero ¿sabes algo?
—¿Q-Qué?— pregunto con gran intriga Zorel
—Los locos somos los mejores, y tus nos tienes a nosotros— contesto Mia, con una sonrisa —. Anda, vayan a lavarse las manos y vengan a comer, y por favor, abracen a la Mia grande, creo que lo necesita en verdad...— finalizó la joven Mia, tras ponerse de pie y dirigirse hacia la puerta —. Vamos, lavense y a comer...— finalizó entre un guiño a ambos niños, no haciendo más que aumentar con extrañeza el rubor en Norita
