𝘌𝘭 𝘣𝘰𝘴𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘭𝘶𝘤𝘪𝘦𝘳𝘯𝘢𝘨𝘢𝘴 🍄

"Un extraño se aproxima"

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La época de migración de los ciervos empezaba, ellos iban al norte a buscar temperaturas más bajas, ya que el calor empezaba a retumbar al este, hoy vamos a seguir a Hideki, un chico de 17 años, pelirrojo de ojos azules, de esta tribu.

Cómo todos los ciervos, Hideki tiene piernas de ciervo, al igual que sus cuernos y orejas, también usaba una máscara, ya que a los ciervos se les entrega una máscara a los 5 años cómo muestra de madurez, esto no era muy extraño, pues todos en la tribu era iguales. Hideki era muy tímido y no hablaba mucho, pero la gente tenía mucha fe en el por ser el hijo del líder de la tribu.

La autora te explica: Les explico, en casi todas las tribus hay un monarca, excepto los en las uniones independientes de los minotauros, los dragones y las brujas.

⎯ Oye Hideki! ⎯ habló un adolescente rubio de ojos color avellana ⎯ yo y mis amigos planeábamos ir a explorar los alrededores, quieres venir? ⎯
Era la primera vez que alguien lo invitará a salir.
⎯ E-esta bien...⎯ dijo tartamudeando por la impresión.
⎯ muy bien! Nos vemos en 10 minutos? ⎯
Hideki asintió para no tener que responder con palabras.

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Hideki fue al lugar acordado.
⎯ Entonces, lo invitaste? ⎯ dijo otra persona
⎯ invitaste a Hideki?! No lo puedo creer, mejor me voy ⎯
⎯ E-esperame-! ⎯
Hideki espero, y espero, y espero, pero nunca volvieron, afortunadamente el bosque siempre brillaba mucho de noche gracias a la plantas fosforescentes que ahí se encontraban.
Hideki de repente escucho un sonido en los arbustos, cada vez se escuchaba más cerca, Hideki no pudo hacer nada más que hacerse para atrás con cara de haber visto un minotauro,
...
Un muchacho de pelo negro y pecas apareció frente a Hideki, a través de su pelo se veía uno de sus ojos verdes y profundos, pero a la vez una mirada de traumado que entristeció un poco a Hideki, quien tomó una vara y la acerca a la cabeza de contrario como amenazandolo. ⎯ q-quién eres?! ⎯ dijo Hideki con la voz casi rompiéndosele
El chico levantó la mirada, pero se quedó callado.
Unos segundos pasaron y abrió la boca
⎯ a-ayuda...⎯ dijo el pecoso.
⎯ q-que? ⎯ se acercó al contrario y dirigió su mirada a sus alas, estaban rotas, pero efectivamente se podían curar, con cuidado Hideki levantó en sus hombros al chico, que no pesaba nada, y lo llevó a su aldea a escondidas para que su padre no se diera cuenta, cuidadosamente abrió la puerta sin hacer ruido. Subió las escaleras hacia su cuarto y en la alfombra acostó al pelinegro
⎯ ahora dime quién eres ⎯ el pelinegro con su dedo escribió en el aire "Ki-mu-ra" mientras que el pelirrojo seguía sus movimientos ⎯ Ku-ma-ta? ⎯ la ortografía de los o ciervos y las hadas era muy diferente, por esta dorazón no entendió.

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El pelinegro abrió la boca y muy bajito dijo ⎯ Kimura...⎯ entonces el pelirrojo entendió y sonrió. ⎯ bueno Kimura, mi nombre es Hideki ⎯ después de esto se paró y tomó algunas vendas de un cajón que guardaba el kit completo de medicina, luego agarro una botella de vidrio y se dirigió a el contrario, roció una gota en las heridas de Kimura y las curó al instante, luego le puso vendas para que no se diera cuenta que ya estaba curado.

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Al día siguiente Kimura despertó en el miso de una casa que no era la suya, después de su traumática experiencia deseo que todo fuera un sueño, pero al recuperar la conciencia se dió cuenta de que todo en verdad había pasado, se levantó de golpe y a su izquierda vio una cama, con sábanas rojas suaves y un chico pelirrojo encima de ella "Hide-ki? Ese era su nombre?" Trató de recordar.

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Hideki se levantó e inmediatamente miró a Kimura, viéndolo ⎯ oh, estás despierto...⎯ dijo un poco alarmado, pues Hideki ya había planeado algo, su plan era ganarse su confianza para luego decirle a todos que por fin se convertiría en hombre.

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Según los ritos de los ciervos, los machos debían matar a algún espécimen de otras tribus para convertirse en hombre y ser respetado por toda su aldea, pues era el único que no lo había hecho.