Walkers| 1° T TERMINADA |Chandler y tú|

Capitulo 7 Recuerdos.

Me vestí en un santiamén y salí a perseguirlo. No podía creer lo que estaba pasando, lo que él me había dicho. Después de lo que había pasado recién, prácticamente se me declaró y… ¿Me quiere correr, así como si nada? Otro motivo más para aclarar que no lo conozco, ni siquiera un poco. Es muy bipolar, a tal punto que se hiere él y hiere a los demás. Me hiere a mí.

-¡Chandler espera! – Le grité, pero él seguía caminando. Cuando estaba a punto de alcanzarle en la casa, cerró la puerta de la misma en mis narices, dejándome afuera, sola.

No pensaba dejar eso así nomás. Apreté fuerte los puños y chocaba contra la puerta de la casa, esperando a que me abra. Pasaron minutos y minutos, y aún no daba señales.

-¡Chandler por favor, ábreme! ¡No puedes dejarme sola aquí! ¿Quieres que me maten? ¿Acaso eso quieres? ¡Te convertirías en un asesino! ¡En mi asesino!

Al parecer eso le chocó, porque al instante abrió fuerte la puerta, como molesto. Salió con un bolsón en mano, parecido al que donde guardaban sus armas.

-Ten esto. Tiene tres pistolas, una escopeta, y las suficientes municiones para unas semanas. También te puse unas latas y algo de comida, para que no tengas que buscar tanto.

Extendió su mano con el bolso, esperando a que lo agarrase, pero lo rechacé completamente. De una manotada provoqué que el bolso se le cayera de las manos. Me lanzó una mirada fuerte, indicándome un claro signo de fastidio. 

-Trato de ser amable contigo, ¿Y me devuelves así?

-¡Me estas dejando a la deriva de toda esta mierda! ¡Me corres después de todo lo que paso! Yo no te hice nada Chandler, nada. ¡Eres muy injusto!

-¿Te parece que soy injusto? ¿Enserio? – Rió sarcástico – ¡Te doy un bolso armas y alimentos y me lo rechazas como si te ofreciera mierda! Te apuesto que nadie te daría esa posibilidad, y yo que te la doy, tú la rechazas.

-¡Me estas quitando la posibilidad de vivir! ¡Me estas corriendo, alejando de tu lado! ¿Acaso no entiendes? ¿No entiendes que estoy completamente sola? ¡Por fin me siento segura a tu lado y me estás echando Chandler!

-… Mira, te ayudé bastante. Ahora tienes mejor puntería, si aceptas tienes un bolso con lo necesario para vivir… Ya no sé qué más puedo ofrecerte. No seas descortés, y acepta eso.

-… Necesito estar a tu lado, Chandler. Eso es lo que necesito. 

Ambos quedamos mirándonos, con una montaña rusa de emociones en la cabeza. No pude evitarlo, pero pequeñas lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

-… Te necesito, Chandler. Te necesito…

Me dolía no entender cómo llegamos a esto. Como pasó todo esto… No hacía ni dos días que nos conocíamos y ya sentía todo esto por él… ¿Por un simple gesto, por una simple mirada y sonrisa me enamoró?... Y lo peor, lo extrañaba. Extrañaba sentirlo tan cerca de mí, como hasta recién. Cuando lo abrazaba y él a mí, cuando se apoyó en mi cabeza, cuando nuestras frentes chocaron, su tacto… Lo tenía tan cerca, pero tan lejos a la vez. Y eso me destrozaba. Me destrozaba por completo. 

Se acercó y nuevamente posó sus manos en mis mejillas, secando mis lágrimas.

-No llores… No hagas esto más difícil por favor…

Se acercó un poco más y dejó un corto beso en mi frente. Nuevamente se alejó, dándome la espalda, a punto de entrar a la casa.

-Espera Chandler… – Dije. Él me miró – ¿Por qué haces esto? ¿Por qué me corres? Juro que si me das un motivo… Me iré de aquí, y no me volverás a ver.