Amor de mentira|Cache

Un nuevo comienzo

¡Alto la policía!

–Ya nos cargo el chamuco– dijo en susurro–

–Salgan con las manos en alto– ambos salimos, por la luz que nos enfocó cerré los ojos

–¿Cual es su nombre?– dijo el oficial que me puso las esposas con brusquedad–

– Maria José – respondi de mala gana–

– ¿Maria José, que?–

–Maria Jose Garzon–

–Bien nos tendran que acompañar a la comisaría–

–¿Qué? No, puede haber otra forma de arreglarlo no– dije mirando a los dos oficiales–

–Claro que no, adentro– respondio mientras me inclinaba para entrar al auto–

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–Sabes que tendrás problemas con tu padre no – decía mi amigo

–Lo sé pero no hay remedio, además dudo que me mande lejos como lo dice siempre–

–Esperemos a que no–

–Bien ya le hablé a sus padres, enseguida están acá– dijo el oficial–

Fueron los 30 minutos más largos que espere para que mi papá llegara, y no estaba insistente por que me sacara de esta oxidada celda. Al contrario. Prefería estar en este lugar a tener que aguantar los sermones de mi padre.

–Maria José– levanté la mirada. Mi padre–

–Papá– Bravo lo único que pude decir antes de que abrieran la celda y nos dejaran libres

–Te espero en el auto– dijo mi padre con una mirada de pocos amigos–

–Parece que no te salvas de esta– expreso mi amigo

–Asi parece, oye ¿tienes donde irte? –Pregunté–

–Si no te preocupes, pero anda tu papá se puede enojar más– dijo con una risa de preocupación–

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–Eres increíble poche– dijo mi papá entre gritos–

–No se que hacer contigo, trabajo para ti y para tu hermana y asi lo pagas– seguía reclamando–

–Papá me equivoqué, lo siento si–

–Para ti es muy fácil decir "lo siento" pero no, tomaré una opción para ti–

–¿Opción?– dije confundida–

–Si, te llevaré a un instituto– dijo mientras tomaba la taza que le ofrecía mamá–

–No, ¿mamá? Di algo – Definitivamente no quería ir–

–Estoy de acuerdo con tu padre, no es adecuado tu comportamiento–

–¿Perdona? Tengo 17 años, no tengo porque comportarme diferente, amo ser asi– cada vez iba levantando la voz–

–No levantes la voz, Maria José–

–¿Qué quieres que haga?– mi grito retumbo por toda la casa–

–Es un hecho, te mandaré al instituto–

Sali de su oficina enfurecida, entre a mi habitación, me tumbé en la cama y por inercia me quede profundamente dormida.

Narra Calle

–Obviamente que asistiré, no me pierdo ningún año– le comentaba a mi amiga–

–Joder, que tienes un ego hasta el fondo–

–Soy Daniela Calle, eso lo dice todo querida–

–Ya pero esperemos que te encuentres un chico guapo con quien salir– me quedé en silencio–

–¿Que pasó guapa? ¿Te comieron la lengua los ratones?–

–No para nada, solo no estoy interesada en buscar a un chico con quien salir–

–Jamás te he visto uno– insistía–

–Mira que linda esta cartera, muy linda para poder llevarla el lunes no–

–Sabes que odio las carteras–

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Llegue a mi casa, salude amablemente a mis padres, subi a mi habitación, me tumbé en la cama y suspiré al fin. Me quedé mirando el techo de mi habitación por varios minutos, me sentía tan sola.

–¿Calle? ¿Puedo entrar?– dijo mi madre tras la puerta–

–Claro, pasa– me acomodé–

–Hija tengo malas noticias– dijo mi madre mientras se acomodaba en la cama–

–¿Qué pasa mamá?–

–No podrás ir el lunes hija– mi madre sabía que era importante para mi ir–

–¿Qué? ¿Porqué? Sabes que es necesario para mi ir, mamá di algo– claramente estaba enojada–

–Por ese comportamiento no irás– decía mi padre entrando a mi habitación–

–Papá necesito ir–

–Te mandare al mejor instituto del país– dijo mi padre intentando calmarme–

–¿Instituto?–dije confundida–

–Si ahi te enseñaran de todo, y lo mejor que tendrás nuevas amistades– se unía mi madre–

–Si esta bien, pero necesito ir al musical de mi colegio papá–

–Lo siento hija pero faltarás este año–

–No es justo– dije un poco enojada–

–¿Y cuando me iré?– pregunté ya resignada–

–El próximo mes–