Bárbatos

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El olor de la comida llenaba toda la habitación, era extraño tener a todos reunidos, pero era una noche importante el primer aniversario de la humana con ellos, Diavolo estaba totalmente listo para celebrarlo, lo que sólo podía indicar una cosa, trabajo para Barbatos. El hábil demonio se movía como un as por la cocina, controlando cada detalle a la perfección, los chicos llegarían en unos minutos así que todo debía ser perfecto.

Se decía a sí mismo que sólo seguía las órdenes de su jefe, sin embargo, muy a su pesar, sólo una imagen se venía a su cabeza mientras se concentraba en su labor, la sonrisa de la chica.
Por mucho que quisiera negarlo, todos sus esfuerzos de esa noche eran por esa sonrisa, se repetía a si mismo que no estaba pasando una y otra vez, intentando creer su mentira, pero era inútil, la menor había cautivado su corazón.

El momento llegó, los hermanos llegaron con su típico ruido y gritería, seguido de las risas o regaños de los ángeles, de Solomon y de claro, ella.

Con la cena servida, el demonio pudo apreciar más de cerca a su interés romántico para notar algo que le causaba un peso en su pecho, la distancia, 4 de los 7 hermanos separaban a la menor de él.

Así mismo, entablar una conversación era imposible, las discusiones entre los hermanos, Luke regañandolos, Lord Diavolo riendo a carcajadas mientras Lucifer corregía a sus hermanos, nada de eso era nuevo para él, sin embargo, en ese asiento, mientras todos pasaban un buen rato, sólo el pudo apreciar su triste realidad, un año había pasado y él, de todos los presentes, era el que estaba más lejos de ella, obviamente no eran completos extraños, pero era evidente que en comparación a los demás, ellos no tenían una conexión en sí, no compartía clases con ella, a diferencia de Simeon o Solomon, no compartían tiempo juntos como lo hacía con los hermanos con quienes incluso compartía pacto, ni siquiera eran de la misma especie. Él estaba seguro de que a sus ojos, sólo era la sombra de Lord Diavolo.

El peliverde trataba de apaciguar dichos pensamientos comiendo y bebiendo vino, así, la noche siguió con un baile, eso fue tortuoso para el demonio que contemplaba en silencio como la menor reía y giraba en la pista en los brazos de Solomon para ser tomada de la mano por Lucifer y así seguir con el baile, ante la desesperación que sentía, decidió salir al balcón más cercano para calmar ese nuevo sentimiento.

Estaba molesto consigo mismo, nada le impedía tomar la iniciativa en ese momento, entrar a la pista y seguir con el baile el mismo, pero el nunca había sido así, siempre paciente, siempre respetuoso, siempre fiel, útil, obediente ¿Lento? ¿Estaba dejando perder la oportunidad indicada?.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos pasos detrás suyo. -¿Puedo quedarme aquí un momento? Mammon está peleando con Leviathan de nuevo.- Dijo la chica detrás de él.

Barbatos asintió con la cabeza, su corazón latía rápidamente, se preguntaba que clase de fuerza extraña estaba en su contra como para hacer que la razón de su inquietud estuviera tan cerca de él.

-¿Barb? ¿Me escuchas?- Decía la menor con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Por su puesto, dime.- Respondió el peliverde tratando de disimular su confusión.

-¿En verdad tu preparaste toda la cena solo?- La luz de la luna iluminaba el rostro de la chica, Barbatos se preguntaba si era por ello o por sus sentimientos que la joven se veía particularmente bella esa noche.

-No es gran cosa, es parte de mis deberes después de todo.- Contestó el demonio mientras giraba para contemplar de nuevo la vista.

-!Claro que es gran cosa¡- Replicó la menor. -Tu solo armaste una cena para mas de una docena de personas, eres impresionante Barb.-

El corazón del peliverde se aceleró al escuchar a la joven ¿Cómo era posible que unas pocas palabras lo alteraran tanto?.

-Barbatos.- El escuchar a la menor pronunciando su nombre le hacía sentir una corriente eléctrica que ningún pacto podría comparar.

-Gracias, no tenías por qué hacer esto y aun así lo hiciste, significa mucho para mí, estoy feliz de haberte conocido.- Los ojos del chico se abrieron como platos, de no ser por que su vista estaba puesta en el horizonte, la joven hubiera apreciado una expresión que nadie había visto en el rostro del mayor.

La escena se vio interrumpida por la voz de Satan, quien llamaba a la chica desde el salón, ella giro sobre sus pies, sin embargo, no fue capaz de dar un pasó hacia adelante.

-Hey, antes de que te alejes- Dijo el peliverde tomando la mano de la chica. -Temo que, de no hacer esto, tal vez me arrepienta toda mi existencia.-

Antes de poder si quiera preguntar a qué se refería, los labios de él demonio chocaron dulcemente con los de la chica, estática, sorprendida.

Él separó sus labios con una sonrisa de completa satisfacción, mientras apreciaba el rostro sonrojado de la menor. -Feliz aniversario-
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Espero que les guste, se que es un poco corto pero tenia este escenario en mi cabeza y no podía sacarlo de mi mente.

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Shall We Date? (One-shots de Obey me)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora