Había pasado una semana entera hablando con Kyle. Me parecía raro que de repente el fuera tan amable conmigo. Hasta que entendí que era porque le dije que mi padre murió, y no debería de ser así solo por pena a eso. Me jodia que fuera así solo por pena.
Pasaron dos semanas más,¿adivinar que? Él, precisamente él, estaba alejandose y en verdad sabía que lo haría, no me extraña. Cada vez que me miraba en el instituto me miraba con pena, como si hubiese hecho algo malo, hasta.. Me duele decirlo pero lo dire.. Hasta que le vi besando a Megan. Mi corazón se rompió, en la garganta se me hizo un nudo, y las lágrimas comenzaban a caer. Como imagináis, fui corriendo al baño. Lloraba sin parar. Ni si quiera sabía porque lloraba, si él no me había dicho nada de amores ni de que sintiera algo por mi.
Empecé a recordar a mi padre, cuando me decía que ningún chico era bueno. Me decía que todos eran malos, que me engañarian o me tomarían el pelo, me harían creer cosas que no son. Mi padre me protegía, y le echo de menos. El era el unico bueno, no habra otro chico igual en mi vida.
Llegue a casa ese día con ganas de encerrarme en mi cuarto y no salir. Hoy no iba a comer. Pero llamaron a mi telefono y era Kyle.
-¿Dani?- Suspiro
-Daniela, me llamo Daniela.- Le recordé.
-Lo..Lo siento.
-¿Por qué lo sientes Kyle?
-Porque no queria que te fueras llorando, se que te gusto y..
-Para Kyle, ahora mismo lo unico que siento hacia a ti es pena de que hayas salido con la tia mas patetica del instituto, si popular pero patetica, que le faltan mas de una neurona, y no me da celos que salgas con ella, prefiero ser una solitaria a una patetica sin neuronas, no me vuelvas a llamar Kyle, adiós.
En cuanto le colgue me tire en la cama a llorar.
Había llegado la hora de la cena y mi madre me desperto. Ella ya se estaba dando cuenta que cada vez que me metía en mi cuarto era para llorar. Y así era. Pero mi madre solo me abrazaba y me sonreía. Creo que podría haber sido buena madre, pero me abandono y ahora sere una molestia para ella y para su marido.
La cena estuvo tranquila, lo normal de todas las noches pero tocaron el timbre y me tocó ir a mi.
En cuanto abri la puerta en un abrir y cerrar de ojos me estaban besando. Abri los ojos y era Kyle. Mierda,¿por qué?
¿Que cojones hacia Kyle besandome?
Me aparte de él bruscamente y le mire con tristeza.
-¿Así arreglas tu las cosas? ¿Besandome?- En cuanto le grite me fui a mi cuarto, llorando. ¿Por qué lo solucionaba todo así, de la manera más tonta?
Oi como corría detrás de mi y antes de que pudiera llegar a mi puerta la cerré y le puse el pestillo. Oi como su cabeza se apoyó en mi puerta. Suspire cansada y con las lágrimas en los ojos.
-Dani..- Dijo el.
-Daniela.- Le corregí llorando.
-Dani, yo no te bese para arreglar las cosas, se que estas enfadada conmigo, soy un estupido. Solo quería que entendieras que llevo dos semanas loco por besarte y que me lo he aguantado, que no quería que llorarás ninguna noche porque tu cara es demasiado bonita para que derrames lagrimas. Entiende que te quiero.
Su confesión me dejo sin palabras. ¿Por qué todo era tan difícil? ¿Por qué era tan difícil creerle? Suspiré con las lágrimas en los ojos y cayendo por mis mejillas. No entendía nada y mucho menos le entendía a el.
-No me creeras lo se, soy un tío que se folla a miles de tias tontas, pero me has cambiado la vida Dani, quiero protegerte, ni si quiera se que hacer para que me creas, estoy loco por ti, llevo dos semanas queriendote en silencio, desde la primera vez que te vi, sabía que eras especial, pero tuve que callarmelo.
Me sente en el suelo con la cabeza apoyada en la pared. No sabía como tomarme eso, todo lo que estaba diciendome.
-Kyle...- Conseguí decir.
-Dani, abre por favor.- Dijo entr sollozos que a mi me partieron el corazón, más aun.
-No. No quiero que me veas llorando.- Dije. Oi como al otro lado de la puerta, Kyle se estaba riendo; cosa que me saco una sonrisa. Tenía una risa muy bonita.
-Estoy llorando yo tambien Dani, por favor.
Y le abri, me puse de rodillas delante de el y le abraze. Me hace sentir miles de cosas fascinante. Y me susurro "Te quiero" en el oido. Entonces supe que de todas las tonterías que me había dicho hoy, esas dos palabras tontas me hacían sentir especial. Sabía que esto saldría mal, pero no por ello no le iba a dar una pequeña oportunidad, quizás, tenía razón y me quería. Eso nunca se sabría, pero mientras tanto quería disfrutar a su lado.
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Suspiros y vacios.
De Todo¿No te ha pasado que te has encontrado sola? ¿Que cualquier consejo no sirve de nada? Pues bien, así me encuentro yo. Me llamó Daniela, y mi vida es un desastre.