Suspiros y vacios.

-Así que es el.

¿Qué hacía el aquí? En mi puerta.

Mi corazón iba cada vez mas rápido y las palabras no salían de mi boca. Estaba congelada ahí mismo al ver a Chad en frente mía. Estaba normal, ni serio, ni alegre, ni triste. Nada, no hacía ningún gesto de su estado de animo y eso lo odiaba. Empezaba a impacientarme de que no dijera nada pero yo no podía decir nada, estaba congelada y esperaba algo de su parte. Y hasta que llego se me hizo eterno.

-Te oigo llorar. ¿Podrías parar?- Le mire con lo ojos abiertos.

Su voz era muy linda al igual que el.

-¿Me estas pidiendo que deje de llorar? Perdón pero yo no puedo controlar mis emociones o mis tristezas.- No se que hacía el pero de repente me metió en el cuarto muy deprisa y cerro la puerta. Fruncí mi ceño y le mire mal.- ¿Que haces?

-Esta aquí.- Cerro sus ojos.- Viene hacía aquí.- Vale, este chico estaba loco y me tocaba de vecino. Abrió los ojos.- Viene a por ti. No hables con nadie, solo con Cat.- Y después de eso abrió la puerta y se fue.

Yo me quede ahí, donde el me había dejado mirando la puerta. Estaba congelada y no había entendido nada. Se había vuelto realmente loco. Muevo mi cabeza negando todo y me meto en la cama. Pienso en lo que el me ha dicho y realmente sigo sin entender absolutamente nada. Aunque había tocado mi brazo y note su mano, era muy suave. Todavía sentía su mano en mi brazo y era un tacto realmente inolvidable.

(...)

Hoy no tenía ganas de hacer nada pero debía levantarme y conocer este lugar. Me vestí lo mejor que pude y salí de mi habitación. Vi a Chad salir de la suya, intente pararle pero el se había esfumado y no sabía como.

A lo mejor es una alucinación mía.

Mire la puerta de Cat y decido llamarla para que me enseñe un poco esto. Ella me abre la puerta muy sonriente y me doy cuenta que es muy guapa.

-Adivino.. ¿Quieres que te enseñe esto?- Dice señalandome. Me quedo con la boca abierta y ella se ríe.- Perdón, ya lo entenderás.

Y habíamos pasado por mil lugares que recordaría pero no sabría sus nombres en este lugar tan grande. Me hacía la interesada, de verdad que lo hacía pero cada vez que ella me explicaba la historia de un sitio yo pensaba en Chad o hasta a veces lo veía.

No sacaba tampoco a Kyle de la cabeza y eso me tenía muy mal. Pero lo que no entendía era como no conseguía tampoco a Chad. Estaba muy frustrada.

Vi a Cat hacerme señales tontas.

-¿SE PUEDE SABER QUE HACES?- Le pregunté.

-¡INTENTADO QUE SALGAS DEL MUNDO DE YUPI Y ME HAGAS CASO!- Gritaba ella conmigo. Nos miramos y nos reímos. Tengo que confesar que la he conocido hace unas horas y me cae genial. Era tan alegre y yo tan triste pero me alegraría si ella un día consiguiera sacar lo mejor de mi. Sería una hermana para mi. La mire bien.- Pareces un tío analizandome.

-Estas muy bien Cat, eres guapa.- Ella me miro raro.

-¿Eres lesbiana?- Solté una carcajada y negué con la cabeza. Ella suspiro.- Menos mal, que susto. No quería una amiga enamorada de mi.

Volví reír pero se me quito cuando una mirada realmente negra se poso en mi. Chad estaba mirandome muy serio. Cat le miro y nego con la cabeza. El subió sus hombros, puso sus manos en los bolsillos y le sonrió. Después de eso se fue. Todo me pareció muy raro pero simplemente intente pasar de ello.

Bajamos hacía la entrada y Kyle estaba allí. Me quede petrificada de nuevo y después vi a otro chico con el. El me miro y suspiro de alivio. Me puse detras de Cat.

-Así que es el.- Cat no sabía quien era o por lo menos no le había hablado de el.- Vete Kyle, ella esta muy bien aquí.

-No quiero que sea uno de vosotros.- Aja,¿alguien podía decirme que pasaba? Vi a Chad bajar detrás de nosotras y seguir bajando después de pasarnos.

-Ay, ay Kyle. ¿Que pasa? ¿La dejaste sola y ahora la quieres? Me parece que no va hacer así, ella es feliz aquí y juro sacar tu jodido trasero si no lo haces ahora.

Era la primera vez que Kyle hacía caso a algo. Se fue así sin mas y Chad sonrió victorioso.

-No salgas de aquí Dani, el volverá a por ti.- Me dijo Cat pero no se porque de repente no podía oír nada y mi cuerpo empezaba a pesarme. Note unas manos al caerme, pero eso fue lo último que recuerdo.