Un mar de sentimientos (Lumity)

Los hombres de Belos

Se encontraban en un bar justamente a las tres de la mañana . Interrogaban al bartender en la barra , Alador le preguntaba sobre una supuesta Dama Buho, pero él ,negándose friamente los sacó de su establecimiento humillándolos. La pareja salió , probablemente se encargarían de vengarse de él en otro momento . 

El aire era frio y salado el que se respiraba en Bonesborough aquella madrugada, el alba amenazaba con salir haciendo ver a simple vista los primeros rayos rojizos del sol . Alador, con dos tazas de café caliente a la mano le tendió una a su mujer, quien observaba el cielo , perdida en sus pensamientos, ella la aceptó . Buscaron un lugar en donde reposar los pies , caminaron mucho hace unas horas atrás. Despues de unos minutos de pequeña caminata , encontraron unos bancos de madera cerca del bar. Se sentaron en silencio por unos minutos.

- Ah, Amity , sí que nos das problemas – refunfuñó la mujer tomando un sorbo de su muy caliente bebida - , si tan solo hubieses ido con nosotros.. - dejó escapar un suspiro desalentador mientras reparaba en la bebida cafeinada que tenía en manos, podía ver su reflejo en ella, tenía una mirada triste y de cierta forma arrepentida.

- Esto no se acaba aquí – gruñó su esposo, Alador , con determinación - . Tal vez no encontramos nada con este papel – lo señaló - , pero aún tenemos otras alternativas para encontrarla – dio un ultimo trago del café y lanzó el vaso de plástico encestándolo perfectamente en un bote de basura cercano - . Odalia, sé que no te gusta hacer tratos con esa gente, pero no tenemos opción .

- ..Hablas de...

- Así es, tenemos que hacer un trato con ..

 -.... Belos y sus hombres.. 

- Exacto, no podemos hacer mas nada, solo usar el unico recurso que nos queda a la mano – con seguridad miró a su mujer quien no tenia un rostro muy conforme. La razón por la que a su mujer no le gustaba hacer tratos con Belos y su gente era muy sencilla , Belos, siendo el pirata mas grande y poderoso de todas las Islas Hirvientes no poseía una palabra muy confiable, él hacía lo que quería y no lo que le encomendaban, por lo que pedirle el rescate de Amity puede ser un grave peligro para ella . Son considerados piratas ladrones, toman tu dinero y luego no hacen bien su trabajo.

- P-pero..¡La pueden matar ! O aun peor..¡Abusar de ella! - eso era un no - , vamos Alador , algo mejor se nos ocurrirá – juntando sus manos le rogó a su marido quw desechara esa idea, por nada del mundo dejaría que esos corruptos le pusieran un solo dedo a su hija.

- Esta bien – suspiró con desilusión - . Ve a casa, no has dormido nada toda la noche - Odalia se sorprendió - , yo me quedaré pensando un rato más aquí.

- ¿Seguro? , tú no te ves muy bien que digamos – lo decía por las grande ojeras marcadas que su esposo tenía debajo de sus achocolatados y apagados ojos.

- Seguro – sonrió levemente . Ella se acercó y le besó la frente - , volveré en una hora.

- Si – se levantó de su lugar y se marchó. 

A los pocos minutos ella ya no estaba y él con la mirada gacha y sintiendo una punzada en su pecho masculló:

- Lo siento, querida – Se levantó y se dirigió hasta el muelle donde los barcos de Belos estaban - . Es nuestra ultima solución. - siguiendo el camino de tierra a los pocos minutos encontró el muele. Habian muchos barcos, eran seis en total y todos tenian estructuras muy avanzadas para la época . En los veleros estaba dibujada la insignia de los hombres de Belos, un triangulo con alas a sus costados y de un color dorado llamativo.