Crepúsculo

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Yo quiero ser guerra tan oscura,

sembrando rosas rojas a su paso

como sangre, tan cruel.


Alimentando bestias, corazones

y crepúsculos más grandes que

que el mismo propio ser.


Dan tu corazón por alimento,

y mala sangre me corre por saber,

pues tu cuerpo cuido con poder.


No hay amor más grande que mi herida,

lloro y me llaman loco con arma en mano

y siento más tu muerte que mi vida.


Ando sobre cadáveres difuntos,

y sin orden de nadie y sin tapujos,

voy de mi corazón a mis asuntos.


Temprano se alzó la muerte en seco,

temprano madrugó la bestia hambrienta,

temprano estás sollozando por el suelo.


No perdono al arma enamorada,

no perdono a la familia desatenta,

no perdono al mundo ni a la nada.


Quiero abrir la tierra con los dientes,

quiero partir el suelo parte a parte

a dentelladas duras y profundas.


Quiero abrir mina por mina hasta

encontrarte y besarte la noble calavera

y desamordazarte y devolverte a la vida.


Volverás a mi casa y a mi rosal:

por los altos andamios de los árboles

iluminará tu alma condenada


de balas sin objetivo y dolor inexistente.

Volverás al cortejo de los cielos

enamorados sin sangre deslizante.


Tú mi aterciopelado amor,

mi esposo sin avaricia o malicia,

mi pasional voz de enamorado.


A las aladas almas de los muertos

te pido que ignores sin pensamientos,

tenemos que hablar de muchas cosas,

prometido del alma, tenemos. 

Poᥱsίᥲ, rosᥲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora