MEDELYN GRAHAMS no siempre fue una asesina despiadada. Fue una justiciera, una defensora de lo que era correcto, una salvadora para muchas personas. Tampoco estuvo siempre sola, tuvo un hogar, una familia que la quiso y la aceptó tal y como era. Y t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
capítulo ii - phoebe scarlett
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
STAR CITY, 2015
LAS VIGAS DE MADERA QUE FORMABAN EL SUELO RESONARON ante el peso del caminar de la asesina, el edificio debía de ser muy antiguo para que el ligero andar de Epione dejara rastro auditivo. La sala de estar parecía estar desierta y la única iluminación provenía del televisor que mostraba la introducción de FRIENDS y la rendija de luz de la puerta de la cocina cerrada. Así que decidió abrirla de golpe y apuntar con su arma al frente, total, el factor sorpresa ya lo había perdido.
Casi como un reflejo, su objetivo se alzó apuntando de la misma manera a ella con una pistola hablando casi con satírica.
―Ya decía yo que una no podía irse de la Casa de los Espejos sin más, debería haber firmado mi carta de dimisión. Espera, ¿Medelyn? ¿Eres tú? Vaya, por un momento pensé que...
Un disparo proveniente del arma de la pelirrosa la interrumpió de golpe haciendo que esta se agachara inmediatamente con sorpresa.
―Joder, Meds, ¿de qué vas?
La actual asesina no sabía que estaba sucediendo, ¿acaso trataba de jugar con ella? La llamaba por un nombre que no era suyo como si se conocieran de antes. Y si no le hubieran advertido antes de las habilidades persuasivas que poseía la rubia, seguramente se habría desconcertado a tal punto que se habría paralizado.
Phoebe rodó por el suelo con mucha rapidez para tratar de inmovilizar a la que fue su amiga y compañera de equipo sin querer herirla gravemente. Desde luego algo no estaba bien, y no, no lo había deducido solo porque hubiera aparecido en su apartamento como una máquina de matar. Una bala le rozó el brazo izquierdo pero apartó la sensación punzante de dolor para abalanzarse sobre Medelyn.
La pistola acabó en el suelo y la rubia se posicionó sobre el cuerpo de la Dama impidiendo que se moviera. Por su parte, la otra mujer respiraba con dificultad, su mente buscaba una escapatoria pero su cuerpo realizaba movimientos reflejos tratando de deshacerse del cuerpo que la aplastaba, era como si ya hubiera vivido una situación similar.
