capítulo iv - 3 de la mañana
STAR CITY, 2015
LAS ASFIXIANTES PAREDES DE LA HABITACIÓN DEL HOTEL SE HICIERON PRESENTES en cuanto la asesina llegó a su lugar seguro (por el momento) cerrando con seguro la puerta. Su cabeza parecía estar a punto de explotar, internamente con dos bandos batiéndose a duelo. ¿Qué haría a continuación?
No podía tomar una decisión racional en esos momentos, necesitaba estar en condiciones óptimas para decidir sus siguientes pasos. Por lo tanto, con el aparato que permite una comunicación con sus superiores, decide excusarse escribiendo que ha realizado un reconocimiento completo puesto que no había nadie en el piso y que procedería a eliminar a la ex Dama de Cristal el siguiente día.
Quedando en ropa interior, se tumbó en la cama soltando un quejido de dolor. Estaba agotada físicamente pero mentalmente su cerebro iba a mil por hora, impidiendo que lograra dormirse a pesar de dolerle la cabeza. Era como si algo estuviera a punto de resurgir de las profundidades de su ser, ver a la rubia prendió la mecha, ahora solo hacía falta un último esfuerzo para que saliera a la luz.
Así que procedió a sentarse en el suelo enmoquetado con su espalda apoyada en la parte baja del sofá y los ficheros de la misión en busca de la llave que abriera la Caja de Pandora que era su subconsciente. Una hora más tarde, cayó rendida ante el cansancio y quedó a merced de su mente.
El tráfico de la ciudad nocturna se mostraba bajo las luces de farolas y semáforos a través de la ventana de un lujoso edificio. A esa altura no se escuchaba nada del exterior, solamente su propia respiración y una voz femenina preocupada.
―...¡Imagínate mi cara cuando Cisco me informa de esta locura! Tienes que tener más cuidado, Medelyn. Ya sé que estar rodeada de superhéroes genera un sentimiento de seguridad, pero no te equivoques, mi vida, estás en constante riesgo. Y yo no sé qué haría si algo te pasara por...
―Mamá, tranquilízate, por favor. Sé que no tengo poderes, pero sé defenderme perfectamente y si algo fuera mal, como ha ocurrido hoy, tengo a mis compañeros guardándome las espaldas.
―Ya lo sé, pero no puedo evitar preocuparme por ti, eres la única familia que me queda.
―No te pongas sentimental, que me vas a hacer llorar al final. Mañana te volveré a llamar, ¿vale? Voy a ver si termino de curarme las heridas y descanso un rato. Mañana hablamos, te quiero.
―Llámame si necesitas cualquier cosa, cielo. Y más le vale a Dick cuidarte, ¿entendido? No querrá que viaje desde Central City para darle una pequeña charla. Mañana me cuentas, te quiero, adiós.
Concluyó la llamada y dejó en la mesilla el móvil mirando una última vez la pantalla, percatándose de lo tarde que era, las 3 de la mañana. Unos brazos se enrrollaron por su cuello, situándose sobre sus hombros. Y una respiración en su oreja izquierda hizo que la piel de su cuerpo se herizara.
―Tu madre tiene razón, no deberías haber ido esta noche con nosotros, era una misión demasiado peligrosa y apenas llevas medio año en esto.
Ella dejó caer su cabeza hacia atrás contra el pecho de su acompañante y soltó una risa casi inaudible.
―Mi madre siempre tiene razón. Pero, independientemente de eso, era mi deber ayudar a esas personas, ¿quién iba a hacerlo si vosotros estábais ocupados luchando contra esos criminales? Ya no importa, lo hecho, hecho está.
―Cierto, Medelyn Grahams siempre intentando hacer lo correcto, se me olvidaba con quién estaba hablando.
―Pues que bien que lo recuerdes. Y tu novia está muy cansada y dolorida, así que se va a ir a dormir.
―Me parece perfecto, ¿a la señorita le molestaría si este humilde servidor la acompaña a sus aposentos para asegurarse de que sus heridas son tratadas y descansa correctamente?
-―Me encantaría, ¿y se encargará de espantar cualquier sueño malo que trate de asustarme esta noche?
―Esta y todas las noches que usted desee, mi bella dama.
Y con un último parpadeo, regresó a la habitación de hotel en la que se había quedado dormida. El reloj marcaba las 3 de la mañana, pero ella se sentía más despierta que nunca. Lo que acababa de pasar no le había proporcionado las respuestas que buscaba, pero si que le había aclarado una cosa.
Su nombre era Medelyn Grahams, tenía una familia y estaba dispuesta a descubrir cómo había acabado así.
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ALWAYS YOU - TITANS (1)
Fiksi PenggemarMEDELYN GRAHAMS no siempre fue una asesina despiadada. Fue una justiciera, una defensora de lo que era correcto, una salvadora para muchas personas. Tampoco estuvo siempre sola, tuvo un hogar, una familia que la quiso y la aceptó tal y como era. Y t...