Parte 2: Confidente.

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Si en ese momento alguien en el centro de París se hubiera asomado por su ventana habría visto a Chat Noir corriendo apresuradamente sobre las azoteas de los edificios. Impulsándose con su vara para salir volando.

Tras revisar cuidadosamente que nadie estuviera viendo se impulsó y ágilmente entró por la ventana de su habitación. Tras aterrizar con ambos pies bien plantados sobre el suelo, se enderezó y estiró sus brazos como si fuera un competidor de las olimpiadas.

"Gracias! Muchas gracias." Chat Noir dijo, haciendo una reverencia a su público imaginario.

Abrió sus ojos alarmado cuando de pronto escuchó un gruñido a su costado. Rápidamente se enderezó y volteó a ver hacia un lado. Sentado sobre el sillón se encontraba su guardaespaldas, quien lo miraba fijamente a los ojos.

"Yo... Este..." Chat dijo nervioso, volteando a ver todo a su alrededor, buscando algo que le diera inspiración para saber qué decirle al hombre que se estaba poniendo de pie.

"Pu-puedo explicar esto." Chat dijo, dando un paso hacia atrás al ver al enorme guardaespaldas acercándose a él.

Sin decir palabra alguna y con una expresión difícil de leer en su rostro, Simon tomó a Chat Noir por debajo de ambos brazos, con increíble facilidad lo levantó y lo colocó de pie sobre la cama. Tomó la mano de Chat y colocó sus enormes dedos sobre la muñeca del superhéroe, revisando su pulso.

Chat Noir cubrió su rostro con su otra mano y exhaló un poco fastidiado. "En verdad tenemos que hacer esto cada vez?"

"Shhh." Fue la única respuesta del guardaespaldas mientras se colocaba un estetoscopio en los oídos.

Apenas colocaba el otro extremo del instrumento sobre el pecho del chico cuando se escuchó una voz a lo lejos.

"Adrieeen..." Gabriel Agreste llamó.

Los ojos de Chat Noir y Simon se abrieron asustados al escucharlo no tan lejos de la habitación. Rápidamente Simon tomó a Chat y lo arrojó en dirección a la puerta del baño. Chat cayó de pie y rápidamente entró al baño a la par que se abría la puerta de su cuarto.

Gabriel Agreste entró a la habitación con Nathalie siguiéndole de cerca. Adrien salió del baño, fingiendo estar sorprendido de ver a su padre ahí. Por su parte, Simon miraba hacia afuera de la ventana, fingiendo esperar a Adrien.

"Adrien, te recuerdo que sólo tienes permiso de asistir a esa fiesta de cumpleaños con tus amigos hasta las ocho de la noche. No quiero escuchar que llegaste tarde a tu sesión de fotos de las ocho treinta. Entendido?" Gabriel dijo terminantemente.

"Sesión de fotos?" Adrien preguntó, volteando a Nathalie y luego nuevamente a su padre. "Qué sesión de fotos?"

En ese momento sonó una alerta en el celular de Adrien. La mirada de Gabriel se dirigió al teléfono por un instante antes de volver a fijarse sobre los ojos de su hijo.

Cuidadosamente, Adrien tomó su teléfono y en él vio que tenía un aviso de un cambio en las actividades en su calendario.

"Necesitas configurar tu celular para que actualice tu calendario más seguido. No puedes estar así de desinformado." Gabriel dijo.

"Qué?? Esta actualización la agregaron hace apenas quince minutos. Ya ni siquiera preguntas mi opinión o si me siento bien como para hacer una sesión. Que tal que-" Adrien se detuvo de seguir hablando al ver la expresión en el rostro de su padre.

"Eres mi hijo. que estás bien. Sólo hago esto por el bien de tu carrera. Y tú me reprochas?" Gabriel dijo.

Bajo la intensa mirada de su padre, Adrien sólo calló y bajó su mirada.

"Estarás puntual en esa sesión de fotos o será la última vez que te daré permiso para ir a otra de estas reuniones de estudio con tus amigos y eso es todo." El diseñador dijo, dando la vuelta y saliendo de la habitación sin esperar respuesta alguna de parte de su hijo.

Simon notó el esfuerzo que Adrien estaba haciendo por no reaccionar ante lo que acababa de pasar. Por un momento puso su mano sobre el hombro del chico para hacerle saber que le entendía.

"Esperaré abajo." Simon le dijo, volteando a ver por un momento al kwami que se asomaba de entre las almohadas, pidiéndole con la mirada que fuera prudente con Adrien en ese momento.

Camino hacia la casa-bote de los Couffaine, Adrien iba en silencio, mirando hacia afuera de la ventana. Ni siquiera Plagg se atrevía a decir algo para evitar empeorar las cosas.

Los ojos de Adrien se abrieron grande cuando de pronto comenzó a escuchar a su guardaespaldas cantando opera en el asiento de al lado. Al principio intentó actuar natural, pero Simon estaba cantando tan desafinado que Adrien no pudo evitar comenzar a reír.

"Está bien! De acuerdo, tu ganas!" Adrien dijo entre carcajadas.

Simon sonrió y pasó rápidamente una mano sobre el cabello de Adrien.

"Gracias." Adrien dijo. "Me hacía falta reír."

"Bueno... no podía permitir que llegaras triste a ver al chico de tus sueños, o si?" Simon dijo.

"Sus sueños, pesadillas, fantasías,..." Plagg dijo desde el asiento trasero. "Si tan sólo vieras cómo-"

"Plagg!" Adrien le interrumpió.

"Compórtate pequeña máquina devoradora de camembert." Simon regañó al kwami.

Simon volteó a ver a Adrien por un segundo cuando de reojo le vio llevar sus manos sobre su cabeza.

"Espero no volver a quedarme viéndole como un tonto. Es muy vergonzoso cuando eso me pasa y cada vez me cuesta más trabajo justificar el por qué." Adrien dijo.

"Sólo busca el momento adecuado y dile cómo te sientes. No te dicen tus amigos que es posible que tengas una oportunidad con él?" Simon dijo.

"Si, pero... no se ha sabido de nadie que haya salido con Luka. Ni siquiera estamos completamente seguros que también le gusten los chicos,..." Adrien dijo preocupado.

"Por el momento sólo relájate y disfruta la película. Si se da la oportunidad, platica con él. Todo estará bien." Simon le aseguró.

"Si. Y si te pones nervioso, ya sabes lo que dicen: Imagina a la otra persona en ropa interior." Plagg dijo riendo.

"N-no creo que eso me ayudara." Adrien dijo nervioso.

"Llegamos." Simon anunció.

Adrien abrió la puerta, estaba a punto de salir cuando Plagg le habló.

"No olvidas algo?" El kwami dijo.

Adrien se miró en el espejo. Luego confirmó que llevaba su cartera y celular. Volteó a ver al kwami sin entender a qué se refería.

"A mí, pequeña Julieta! Me olvidas a !" Plagg dijo, volando rápidamente, escondiéndose en la camisa de Adrien.

"Julieta? No querrás decir Romeo?" Simon preguntó.

"No. He visto lo que a este chico le gusta ver en su tableta y créeme, tendrá el rol de Julieta cuando por fin salga con Luka." Plagg dijo rápidamente antes que Adrien lo pudiera callar.

Simón rió. "Has comido demasiado queso pequeño gato volador. Adrien no..."

Se detuvo de seguir hablando cuando volteó a ver a Adrien y vio su rostro completamente rojo.

Lentamente Adrien volteó a ver a Simon intentando sonreír para tranquilizar al guardaespaldas pero no pudo mantener la mirada y rápidamente volvió a ver hacia el frente.

"Eso ha sido... demasiada información Plagg." Simon dijo, cubriéndose el rostro con ambas manos.

Historia de un primer besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora