Parte 15: Confesión.

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Adrien se había puesto tan rojo como un jitomate maduro sólo de escuchar los sonidos del agua en la regadera. Se sentía muy incómodo con las imágenes que su imaginación le estaba dando.

Se sentó sobre la cama. Intentó varias posiciones para hacerse lucir relajado, intentó pretender como que estaba jugando en su celular y como que estaba haciendo la cosa más natural del mundo. Después de todo sólo estaba esperando a su novio. Qué de extraño tenía eso, no?

"Esta fue una idea terrible Plagg." Adrien murmuró, soltando el celular sobre la cama, cubriéndose el rostro con ambas manos.

Se levantó de prisa cuando escuchó que Luka cerraba el agua. Se dirigió hacia la puerta y la abrió, iba a salir pero al voltear hacia atrás notó que había dejado la clara marca de que alguien había estado sobre la cama. Se apresuró de regreso para alisar el cubrecama pero en eso Luka salió del baño. Al no saber que Adrien estaba ahí chocó contra él.

Debido al agua que aún escurría por su cuerpo, los pies descalzos de Luka patinaron en el suelo. Sin pensarlo Luka se aferró a Adrien. Los zapatos de Adrien también patinaron con el agua en el suelo y ambos cayeron fuertemente quedando Luka sobre Adrien.

"Adrien?" Luka preguntó enderezándose.

Poniendo un pie a cada lado de Adrien, Luka intentó levantarse de encima de su novio, pero una vez más sus pies patinaron en el suelo y resbaló, cayendo sentado sobre Adrien. Sus rodillas chocando fuertemente contra el suelo. Adrien gimió por el súbito peso de Luka sobre su cuerpo.

A espaldas de Luka, Anarka entraba preocupada por la puerta que Adrien había dejado medio abierta.

"Cielos... Eso me dolió!" Luka dijo sobándose las rodillas.

"Luka estás bien? Escuché u- GAAAAHHH!" Anarka Couffaine dijo, rápidamente cubriéndose los ojos y dándose la vuelta cuando vio a su hijo en el suelo, sentado sobre Adrien.

"MAMÁ!" Luka gritó, rápidamente quitándose la toalla de los hombros y colocándosela sobre su espalda como si fuera una capa.

"Me alegra que ya te sientas mejor hijo." Anarka dijo entre carcajadas. "Ya me voy. Ya me voy. Es que me asusté de escuchar un golpe. Sólo... una cosa antes,..."

Adrien aprovechó la distracción de Luka para echar un vistazo y buscar cualquier objeto que pudiera llevar un akuma. Pero Luka no llevaba nada en el cuello. Buscó piercings, pero tampoco llevaba ninguno. Tan discretamente como pudo se asomó a ver sus pies, pero no llevaba ningún tipo de pulsera.

Aún dándoles la espalda, Anarka respiró profundamente para controlar su risa. "Luka... Sabes que educar a base de prohibiciones no es algo en lo que yo crea. Y entiendo que siendo jóvenes les ganan sus impulsos, pero por favor, cierren la puerta si van a... ponerse a juguetear!" Anarka dijo antes de salir.
Apenas la puerta cerró, se escucharon más carcajadas.

"Esto no acaba de pasar. Esto no acaba de pasar." Luka murmuraba para sí mismo, cubriendo su rostro con ambas manos. Fue entonces que Adrien notó la pulsera negra en la muñeca de Luka.

<La pulsera...> Adrien pensó para sus adentros, bajando la mirada.

Se sonrojó cuando se hizo consciente de en dónde estaba descansado su mirada. Y el rojo de su rostro se hizo más intenso de sentir lo que ver a Luka así estaba provocando en él.

Luka quitó sus manos de su rostro y abrió sus ojos de golpe cuando sintió a Adrien debajo de él.

"Adrien!" Luka dijo, echándose a reír. "No imaginaba este lado de ti!"

"Ah, no... yo sólo... yo..." Adrien buscaba que excusa dar, pero nada venía a su mente. "Lo siento. Lo siento!"

"Sí. Yo también lo siento." Luka dijo sonrojándose. "Está bien. No me ofendo. Sólo... no pensé que ya tan pronto estuviéramos en este punto de nuestra relación. No aguanto las ganas de que sea mi turno." Luka agregó guiñándole un ojo. Adrien bajó la mirada, tímidamente. Su rostro del color de un betabel.

Historia de un primer besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora