𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓 𝐓𝐀𝐈𝐊𝐎𝐌𝐎𝐂𝐇𝐈

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POV SEOKJIN

Cuando estaba con Namjoon el tiempo no corría de la misma forma, todo estaba bien y era correcto cuando estábamos en el mismo espacio. De esa forma deseaba estar todos los días y era una pena que no pudiese verlo tan pronto. Jamás habíamos hablado de una escapada de ambos, pues podría levantar sospechas y eso a la larga podría impedir que nos siguiéramos viendo en estos pequeños instantes. Acariciaba su pecho de forma constante mientras sentía su piel caliente y algo húmeda por la reciente actividad. Cualquiera podría pensar que en las tres horas que la pasábamos juntos solo teníamos relaciones, pero no, la realidad era que nos perdíamos a veces las tres horas solo hablando de lo increíble que sería saber que tenía el cielo, si las estrellas eran enormes o muy pequeñitas en la realidad. Si habría más que solo nubes, el cielo azul y las estrellas.

No podía evitar pensar en las palabras de Jimin hace unos días. Él presumía de la devoción que tenía hacía Yoongi, lo describía como el ser más maravilloso, con los mejores sentimientos. Ahora mismo, me encontraba de esa forma mientras observaba de reojo y a escondidas a Namjoon. Él solía cerrar los ojos después de terminar; estaba abrazándome. Pensaba que después de todo, le daba repulsión estar conmigo y que al terminar, volvía a su realidad. Eso me dejó tan confundido al principio y cuando mis sentimientos empezaron a crecer, me dejó herido. Cuando me atreví a preguntar, él mencionó que se concentraba mejor cuando cerraba los ojos, que así soñaba despierto. No quise indagar más, no podía. Pero, su hermosa y amplia sonrisa me hizo pensar que nada malo pasaba por su mente cuando estábamos juntos. ¿Él se sentiría de la misma forma que yo?

Cuando abrió sus ojos, aparté los míos conteniendo la vergüenza de haber sido descubierto.

—No me apartes la mirada, sabes bien que mientras hablo contigo me gusta que nos miremos fijamente. Puedo ver la honestidad a través de la mirada.

—Lo sé, pensé que podría molestarse debido a que lo miraba sin permiso.

—Como si tuvieses que pedirlo, Prince. — Habló el mayor, haciéndome sonreír ligeramente, estaba siendo muy íntimo para que de pronto saliese mi lado enérgico.

—Nunca se sabe, su majestad. —Él me miró con reproche, puesto que sabía que no le gustaba ser llamado como alguien de la realeza — ¿Cómo vas con tus investigaciones?

Al cambiar el tema, él pareció estabilizarse y eso me hizo sonreír; me gustaba verlo más feliz cuando se trataba de lo que a él le gustaba.

—He encontrado una forma de guardar los recuerdos para siempre. En realidad no la he inventado yo, pero creo que puedo recrearla aquí... pronto.

Lo miré extrañado al no entender de lo que hablaba — ¿Una forma de guardar los recuerdos? ¿Cómo la mente?

Él negó mientras reía —No, es algo menos complejo. Te hablaré de eso cuando tenga más información. Lo prometo — Namjoon miró el día con algo de pena. La luna había cambiado de posición lo suficiente como para ser las once de la noche. Tiempo de despedirnos. — Por ahora, debemos despedirnos.