"Un verdadero infierno..." Esa frase puede definir perfectamente el estado actual de Hoenn, la devastación total había llegado a la región. Los movimientos sísmicos irrumpieron con fuerza en la región, al punto de que el Monte Cenizo entró en erupción y arrasó con todo a su paso, dejando ciudades como Pueblo Lavacalda sumergidas en roca fundida e incluso que el sol fuese devorado por las cenizas expulsadas por el volcán.
—¿Por qué está pasando esto?— se repitió mentalmente una joven que contemplaba la atmósfera apocalíptica a lo lejos. La incertidumbre por el paradero de sus seres queridos hizo que un nudo se formara en su garganta y comenzó a llorar, jamás presenció algo tan doloroso en su vida. El olor a azufre y a muerte afectaron su respiración, los gritos desoladores de la gente y de los pokémon la desesperaban, quería ayudarlos pero no sabía cómo, el ambiente se volvió tan pesado que hizo que la joven cayera al suelo de rodillas.
Trató desesperadamente de recuperar su compostura, pero le fue imposible y a pesar de no tener sus cinco sentidos, pudo sentir la presencia de dos entidades que se encontraban en el lugar: Groudon y Kyogre, los Pokémon legendarios. La chica estaba paralizada de miedo, nunca en su vida había visto a dos criaturas con un nivel de poder tan colosal luchando entre sí, la energía que usaban era tal que la misma Tierra se desgarraba con cada movimiento que realizaban, trató de decir algo pero fue en vano, era incapaz de articular palabra alguna, el espectáculo que presenciaba era indescriptible.
De un momento a otro Groudon hizo estremecer los suelos con un pisotón, haciendo que estos se abrieran estrepitosamente y el magma fuera expulsado en todas las direcciones, la chica no tuvo oportunidad de reaccionar ya que perdió el equilibrio y cayó al suelo violentamente, poco o nada podía hacer, había perdido las esperanzas, llorar o gritar no servía de nada, y al final cerró los ojos esperando su encuentro con la muerte.
El silencio comenzó a invadir el lugar, cuando la chica abrió los ojos notó que se encontraba en la tranquilidad de su habitación, rápidamente se sentó para poder analizar su alrededor y notó que una tormenta estaba ocurriendo afuera, respiraba de forma acelerada y también estaba sudando, pero poco a poco se fue tranquilizando.
— Solo fue otro sueño...— murmuró luego de suspirar aliviada, estuvo dispuesta a volver a dormir pero una voz femenina retumbó en su cabeza.
— Eso no fue un sueño... — Un escalofrío recorrió todo su cuerpo y de la nada un rayo azotó el lugar, este rayo reveló la presencia de una entidad que se encontraba observando desde el exterior, específicamente desde el techo de una casa aledaña.
La joven salió de la calidez de su cama y se dirigió a la ventana, a pesar de la lluvia pudo identificar que se trataba de un Absol, la joven nunca había creído en la historias que rodeaban al pokémon de tipo siniestro, pero con la pesadilla que acababa de tener, comenzó a dudar.
— Los titanes de la tierra y el agua regresarán a reclamar lo que les pertenece, hay que detener al hombre de rojo y al hombre de azul — Advertía el pokemon con suma seriedad, la joven puso una cara de confusión, un montón de preguntas habían llegado a su cabeza, pero otro rayo cayó y el ruido que este causó hizo que la joven cerrara los ojos, cuando los volvió a abrir, el Absol había desaparecido del lugar. Al percatarse de que no había nadie, la chica bufó de frustración, quería saber qué estaba pasando, ya que no era la primera vez que tenía ese tipo de sueños y quería respuestas.
— ¿Que era esa advertencia?, ¿Esos sueños eran visiones del futuro?—, se preguntó mientras se disponía a dormir otra vez, cosa que le fue imposible ya que los pensamientos se apoderaron de su cabeza impidiéndole dormir, estuvo observando el techo por un buen rato y al ver que no podía conciliar el sueño, bufó nuevamente y se tapó el rostro con una almohada esperando el pasar del tiempo.
Aunque una fuerte tormenta haya transcurrido durante la noche, eso no impidió que el sol se asomara con todo su esplendor, dando inicio a un bonito dia, sobretodo en Ciudad Algaria, que es considerada la capital tecnológica de la región y por ende, una de las más activas, ya que no solo albergaba la sede principal de la corporación Devon, sino que también el centro Espacial.
El lugar se destacaba por ser bastante tecnológico, llegando a tener aires de ser futurista, pero también se caracterizaba por tener amplias zonas verdes donde la vida abundaba, y en donde humanos y pokémon podían interactuar incluida una cafetería, este lugar tenía la mayoría de las mesas ubicadas en el exterior y eran rodeadas por un jardín, además de que dicho establecimiento apuntaba en dirección al lugar donde se ubicaba el transbordador, ofreciendo una gran vista panorámica.
Era un ambiente bastante agradable excepto para una chica cuyo aspecto denotaba que no pudo dormir anoche; su cabello negro con un tono verdoso en las puntas estaba recogido debido a que lo tenia despeinado, y trataba de disimular sus ojeras llevando puesto un par de lentes oscuros, junto a ella se encontraba un pequeño Abra que la miraba con suma preocupación a causa de ese estado.
De un momento a otro se le acercaron dos chicos de su misma edad, su apariencia era bastante llamativa ya que ambos tenían el mismo tono azul oscuro en su cabello y llevaban puesto una especie de uniforme de un color azul claro.
— ¿Jade? ¿eres tú? — le llamó uno de los chicos al notar su presencia en una de las mesas de la cafetería.
— ¿ah? Hola Tate, hola Liza — respondió la chica con una obvia señal de cansancio al momento de hablar.
— ¿Qué te pasó?...Te ves horrible — preguntó el chico al ver su aspecto poco favorecedor.
— Muchas gracias... — habló de forma sarcástica, dando a entender que ese comentario no le cayó nada bien.
— Lo siento, es que realmente no te ves bien — dijo mientras se rascaba la cabeza apenado.
— Mi hermano tiene razón Jade, no me digas que seguiste teniendo pesadillas — Habló la melliza preocupada.
— Si...cada vez son más gráficas...pero no solo es eso, anoche en medio de la tormenta apareció el Absol que conocimos en Ciudad Portual diciéndome cosas confusas...— En su respuesta se denotaba una profunda incertidumbre. Los mellizos al escuchar esa respuesta se quedaron en silencio unos segundos, Jade por un momento pensó que sus amigos la iban a tildar de loca.
— Esto es serio Jade, creo que ya debemos decirle a tu mamá lo que está ocurriendo — Habló Liza con un tono más serio.
— Supongo que tienen razón, pero lo que menos quiero hacer es preocuparla... — habló la pelinegra dando un suspiro de resignación y bajando la cabeza.
— Podrá ser la encargada del centro espacial y demás cosas, pero seguirá siendo tu madre Jade, además no se cual sería su reacción si llegas a sufrir un... — Tate fue interrumpido a causa de los pequeños ronquidos de Jade al quedarse dormida.
— Colapso... — El joven se molestó en un principio pero al final se calmó porque después de todo, no era culpa de ella.
— Pobre Jade...— Habló su hermana mientras sostenía a Jade evitando que se lastimara.
— Mejor esperemos a que se recupere...— Dijo Tate después de dar un suspiro. De este modo los mellizos se quedaron junto a su amiga mientras esta trataba de reponerse de lo sucedido con el misterioso pokémon.
ESTÁS LEYENDO
Pokemon Special: La Profecía
AventuraA veces un gesto desinteresado puede ligarte con un evento devastador. Esta es la historia de como una joven tiene visiones de un futuro desastre que azotará la región de Hoenn y con la ayuda de los Dexholders tratará de impedirlo. Historia alternat...