La llegada del elegido

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Estuvimos esperando un largo tiempo, las horas parecía no avanzar tanto que hasta Fred y George se aburrían de seguir experimentando con sus dulces mágicos. Gracias a las orejas extensibles de los gemelos, pudimos escuchar que había una reunión en la planta baja.

Por una votación me vi obligada a sentarme en las escaleras para ver si podía escuchar algo que nos sirviera. Finalmente se escuchó el ruido de la puerta abrirse, un eco de pasos duros se escuchaba -probablemente sería la pata de palo de OJoloco- murmullos se oían en los pasillos y cada vez se hacían más fuertes. Pasos se podían distinguir, unos pasos sutiles para no despertar a Walburga Black. Una sombra bajita se acercaba y al levantar la vista estaba la señora Wesley y detrás de ella se encontraba un confundido Harry Potter.

T/n: Harry! -exclamó incorporándose y abrazándolo- al fin, ¿Cómo has estado?

Harry: no mejor que tu, se ve que las vacaciones con Malfoy te sentaron bien.

Molly: bien, los dejaré solos. Después cuando termine la reunión los llamaré para cenar. -dijo la señora Weasley, seguido de esto bajó las escaleras con mucho cuidado.

T/n: ven conmigo, Hermione y Ron te están esperando. -Harry solo asintió. Entre primero a la habitación seguida de Harry- Miren quien llego -avise.

Hermione:¡Harry! ¡Ron, ha venido Harry! ¡No te hemos oído llegar! ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Estás enfadado con nosotros? Seguro que sí, ya sé que en nuestras cartas no te contábamos nada, pero es que no podíamos, Dumbledore nos hizo jurar que no te diríamos nada, oh, tengo tantas cosas que contarte, y tú también... ¡Los dementores! Cuando nos enteramos, y lo de la vista del Ministerio... es indignante. He estado buscando información y no pueden expulsarte, no pueden hacerlo, lo estipula el Decreto para la moderada limitación de la brujería en menores de edad en situaciones de amenaza para la vida...

T/n: Hermione cálmate déjalo respirar.

Ron: T/n tiene razón Hermione, tranquilízate. 

Hermione: es totalmente injusto.

Harry: si -dijo mientras examinaba la habitación- en estos días es muy común, ¿Que es este lugar?

T/n: ¿no te lo dijeron? -pregunte extrañada- es el cuartel general de la Orden del Fénix. Es una fundación secreta creada por Dumbledore cuando lucharon por primera vez contra Voldemort.

Harry: ¿y no podían haberlo contado en una carta? Todo el verano estuve sin noticias.

Ron: hubiéramos querido -dijo algo apenado- en serio que si, es que...

Harry: ¿es que que? -repuso.

Hermione: es que Dumbledore nos prohíbe decir algo.

Harry: Dumbledore les prohibió... ¿Por qué lo haría? yo podría haber ayudado, se ve que nadie recuerda que fui quien vio regresar a Voldemort, yo luche contra él y vio cómo asesinaban a Cedric Diggory... T/n, lo siento.

Es muy difícil todavía aceptar que Cedric está muerto y todo gracias a la persona que es mi padre.

T/n: tranquilo, Harry. Estoy bien.

Harry: ¿saben algo de esas reuniones que tienen lugar en la planta baja? -pregunto un tanto alterado.

Ron: no, nadie nos deja entrar. Dicen que somos menores para ser parte de ellas. Pero... verás, Fred y George han inventado unas orejas extensibles —explicó Ron—. Son muy útiles.

Harry: ¿Orejas...?

Ron: Extensibles, sí. Pero últimamente hemos tenido que dejar de usarlas porque mamá nos descubrió y se puso hecha una fiera. Fred y George tuvieron que esconderlas todas para que mamá no las tirara a la basura. Pero las usamos bastante antes de que mamá se diera cuenta de lo que estábamos haciendo.

Nuestro Camino: Creciendo Juntos [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora