Bajo la nieve (Inazuma Eleven)(Finalizada)

Capítulo 3: Un triste pasado y un final feliz (Corregido)

Inazuma Eleven ni sus personajes me pertenecen, son todas creaciones de Level-5. Solo los uso por diversión y sin fines de lucro. Aiko tampoco me pertenece, es un personaje que creó mi amiga para ayudarme.  

Capítulo 3: Un triste pasado y un final feliz.

Aiko y su hermano se encontraban en un parque tras haber pasado dos días desde el intento de suicido del mayor y uno desde que le dieron el alta, por lo que decidió conocer al fin al famoso "Shūya", quien ya estaba llegando tarde.

-Está retrasado cinco minutos ¿qué clase de primera impresión quiere darle a su cuñado?-Comentó con burla, a lo que su hermana hizo un pequeño puchero.

-Ya cállate, digamos que la puntualidad no es su punto fuerte.-

-Pues que lo sea, no quiero a MI hermanita con alguien que puede llegar tarde a su propia boda.-Continuó la broma con una sonrisa pícara.

-¿¡P-pero qué dices!? Ni siquiera lo conoces, no puedes estar pensando en el casamiento aún.-Le respondió totalmente roja, por lo que el otro reía a carcajadas.-Mira, ahí viene... Y con Endō.-Dijo extrañada mientras veía a los que se acercaban. Sakuma, al escuchar eso, dejó de reírse y miró sorprendido en la misma dirección, sonrojándose levemente al ver al chico que le salvó la vida.

-Disculpen la tardanza, pero pasé por una florería, luego fui por Endō y se me terminó por hacer tarde.-Se disculpó el novio de la joven mientras le daba un ramo de rosas. Era un joven un poco más alto que Sakuma, de cabello color rubio claro un poco largo atado en una coleta, ojos negros y la piel levemente morena. Se acercó al hermano de su pareja y extendió su mano.-Un placer, mi nombre es Shūya Gōenji, Aiko me habló mucho sobre ti.-Dijo con una sonrisa, a lo que el de cabellos largos le devolvió el gesto y aceptó el saludo.

-El placer es mío, soy Jirō Sakuma.-Deshizo el saludo y rodeó por el cuello a su hermana.-Así que tú eres el que es capaz de soportar a la pequeña molestia.-Comentó con tono burlón, a lo que los otros rieron y la menor se enfadó.

-¡No seas malo!-Se quejó mientras se alejaba, para después calmarse.-Bueno, ¿comemos?-Propuso con una sonrisa, a lo que los otros asintieron.

Se sentaron sobre un mantel en el césped y comenzaron a comer unos sándwiches que trajeron los hermanos. Pero el almuerzo no fue suficiente para distraer al de parche de "su labor de hermano", por lo que comenzó a invadir al de ojos negros con preguntas.

-¿De qué trabajas? ¿Cómo conociste a mi hermana y cuáles son tus intenciones con ella? Juro que si la lastimas te golpearé.-La más baja le dio un codazo ante todo eso, aunque el de coleta rió.

-Soy jugador de fútbol, pero también estudio para ser médico como mi padre, la conocí en la preparatoria, mis intenciones son buenas, y no te preocupes porque no la lastimaré, la amo demasiado.-Respondió en orden y manteniendo su tono calmado en todo momento.

-¿Así que eres jugador? Yo solía jugar en mi secundaria, aunque como carrera seguí por la psicología, pero juego de vez en cuando.-

-Nosotros también jugábamos en nuestra secundaria ¿a cuál ibas?-Habló ahora Endō mientras bebía un poco de jugo.

-Asistía a Teikoku Gakuen.-Respondió tranquilamente, aunque no fue la misma reacción que los otros dos, quienes se atragantaron con los alimentos.-¿Dije algo malo?-Preguntó confundido y algo sorprendido por esa reacción.

-N-no, solo que... Nosotros íbamos al Raimon y siempre quisimos jugar contra ustedes.-Contestó el de cabellos marrones mientras se limpiaba los restos de jugo de la boca.