Loki Laufeyson queda desterrado de Asgard tras ser condenado culpable del robo de la gema de la mente que llevaba años siendo custodiada en el palacio de Odín. A su paso deja un rastro de caos, sangre y destrucción.
El asgardiano, hermano del Dios d...
— Loki definitivamente te has vuelto loco. No podemos casi ni salir de aquí y ¿pretendes que entremos como si nada en la Torre de SHIELD?
— Así es. Estás hablando con un Dios ¿recuerdas? Déjamelo a mi y no te preocupes.
— Espero que sepas lo que haces.
Loki asintió y Charlotte recogió todo lo que habían utilizado para investigar y se puso a hacer la comida. Aquella cocina anticuada le recordaba mucho a lo que una vez llamó hogar. El chico permaneció mirándola mientras ella se movía.
— Me pone nerviosa que estés mirándome porque sí – Dijo la morena dándole la espalda a Loki.
— ¿Te pongo nerviosa?
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— Sabes a lo que me refiero...
— Me gusta mirarte – Charlotte giró su cabeza y lo miró ligeramente por encima de su hombro.
— Normal, chico, soy un partidazo – Dijo ella riendo para restarle importancia a la situación.
— Ya lo veo... Sabes hacer de todo ¿no? Eres buena con los ordenadores, sabes falsificar documentos, eres rápida de mente, cocinas, desde luego sabes investigar... ¿Algo más que deba saber de ti?
— Muchas cosas.. Pero las tienes que averiguar tú, yo no te las voy a decir.
Ambos sonrieron sin verse.
Charlotte terminó de hacer la comida y sirvió los platos. Llenó dos vasos de agua y se sentó frente al chico.
— ¿Cómo no te volviste loco allí dentro? En la torre, me refiero...
El día que Charlotte vio a Loki por primera vez allí el corazón le dio un vuelco. No sabía lo que esperaba ver, pero desde luego no era una prisión con un hombre sangrando dentro. Le pareció una brutalidad, como también se lo habría parecido a cualquier otra persona con sentido común.
— No es la primera vez que he estado encerrado – Loki contestaba desenfadado, casi parecía que no le importaba y Charlotte no comprendía esa actitud.
— ¿Y en todas te trataron igual de mal? No me creo que te de igual.
— No me da igual... Pero te acabas acostumbrando. Son muchos años ya, Charlotte.
— Joder... No soy capaz de imaginármelo... ¿Te merecía la pena..?
Loki miró a la chica que la miraba con un gesto bastante neutro pero tirando un poco a triste. Su tono de voz era muy suave, tanto que hasta lo tranquilizaba. Sabía que la chica estaba interesada realmente en saber de su vida, de sus historias... de él. En el fondo le agradaba encontrar a alguien con la que estaba en paz.
— Cuando era más joven si me merecía la pena. Creía que al final mi propósito era gobernar... Ya sabes, ser el más grande. Poco a poco me fui quedando solo. Al principio no me importaba porque estaba muy concentrado en conseguir el poder... Pero hace unos años ya no me daba igual estar solo, me molestaba pasar por algún sitio y que todos me miraran con temor, asco o desprecio. Es bonito saber que alguien te espera en casa... que alguien piensa en ti.
