El Dios De Todos Los Omegas

Capítulo 10

Jötumheim

Frandal se sentía extrañamente emocionado, su alfa no dejaba de aullar alegre mientras lo podía visualizar dando saltos y meneando la cola. Su aroma a chocolate amargo se podía sentir un poco más de lo normal, lo que llamo la atención de Före, los demás asgardianos se encontraban casi igual de emocionados que el rubio de ojos azul grisáceo.

La nieve hacia que la caminata se complicará un poco más, pero nada que no pudieran manejar teniendo en mente los demás obstáculos. Thor estaba ahora más seguro de cumplir con lo pedido por su padre ¿qué tan complicado podría ser invitar a los jotuns a un baile en Asgard?.

___ bien, solo debemos cruzar el puente y estaremos allí___ dijo Före, deteniendose frente al dichoso puente___ ¿están listos?

___ si, lo estamos___ aseguro el dios del trueno

Före asintió, volviendo la vista al frente y empezando a caminar con la frente en alto. Comenzaron a cruzar el puente cuando del agua congelada salieron varias personas, todas ellas saludaron a Före con una sonrisa mientras volvían a sumergirse, perdiéndose rápidamente de vista.

Una gran brisa helada removió la nieve del puente y dirigió su ráfaga con copos escarchados a los primeros edificios. Sif veía aquello completamente fascinada, todas las estructuras eran de hielo sólido, los jotuns veían a los forasteros con curiosidad mientras pasaban por la primera parte de la ciudadela.

Los viajeros se iban acercando poco a poco al imponente castillo, lugar donde habían unos cuantos guardias con armaduras de hielo que detuvieron la comitiva a metros de la entrada. El alfa de ojos celestes converso con ellos por unos instantes, logrando así que les permitieran el ingreso.

La estructura del castillo era imponente con unos acabados elegantes, la comitiva asgardiana entro al gran salón real donde los nobles y la familia real se encontraban reunidos. El rey Laufey se levanto de su trono, su rostro se encontraba limpio de emociones pero sus ojos demostraban curiosidad, a su lado, la reina Farbauti miraba con cierta duda al alfa nereida.

___ mis señores___ hizo una reverencia___ deseo presentarles al príncipe Thor de Asgard y sus compañeros de aventura..

___ es un gusto___ medio sonrió la omega reina

___ caballeros, dama___ volvió hablar Före___ es un honor presentarles a la reina Farbauti y el rey Laufey, soberanos de Jötumheim

___ su majestades..

Tras las reverencias por parte de los asgardianos, se instalo un incómodo silencio de sonrisas tensas por parte de los jotuns. Ninguno de ellos parecía estar a gusto con la presencia de los asgardianos, el alfa rey se acerco a los visitantes mientras los escaneaba con la mirada, sus ropajes no eran del todo finos pero podía apreciar ciertos bordados propios de nobles muy allegados a la familia real.

¿Por qué habían hecho semejante viaje?
¿Con qué intenciones se habían acercado y por qué Före los trajo?
¿A caso son un peligro?

Habían demasiadas preguntas volando en la mente de los reyes, y Farbauti estaba muy segura de que Före tenía una buena razón para permitirles llegar hasta donde están. El líder de las nereidas sabia que los reyes querían una respuesta, y la tendrían, pero por el momento no seria allí donde hablarían de ese asunto.

___ Zalla les mostrara los lugares donde podrán descansar___ hablo Laufey, mirando con cierta curiosidad a los dos alfas

___ espero que su estadía en Jötumheim sea agradable, por el momento los dejaremos descansar___ sonrió Farbauti___ estoy segura que deben estar muertos de cansancio

___ le agradezco en nombre de mis compañeros y el mío propio, sus gentilezas___ Thor hizo una reverencia

___ no se preocupe, príncipe Thor, usted aun no a visto nada de Jötumheim y sus maravillas___ añadió Laufey

Tras aquellas palabras, una beta junto a dos guardias los escoltaron a sus respectivas habitaciones para que pudieran descansar. Frandal observaba las estatuas de hielo y los cuadros colgados en algunos muros, todos ellos habían sido hechos con hielo y escarcha, eran unas perfectas obras de arte. Zalla carraspeo un poco su garganta, los asgardianos prestaron atención a la beta que les señalo sus habitaciones.

El alfa de ojos azul grisáceo agradeció para luego entrar, la cama era grande y poseía pieles de animales sobre el colchón, había un enorme ventanal que permitía la vista hacia toda la ciudad y mas allá de las murallas. Esta seria su primera noche en el reino de los gigantes de hielo y todo apuntaba a que seria mucho mas helada que la noche en la aldea de las Nereidas, se recosto en la cama para descansar cuando su puerta fue tocada.

Al abrir se encontró con Zalla, la beta agacho un poco su cabeza en señal de respeto.

___ señor Frandal___ hablo en un tono bajo y dulce___ los reyes, Laufey y Farbauti, lo esperarán al ocaso en el salón real para un banquete en honor a su visita

___ te lo agradezco___ le sonrió

La mujer asintió y se marcho, sin siquiera mirar atrás, Frandal cerro la puerta y volvió a echarse en la cama, ajeno a la conversación que Före sostenía con los reyes de Jötumheim. Desde que habían cruzado la frontera entre ambos mundos, el alfa nereida tuvo el presentimiento de que las cosas iban a cambiar, y si Xato no hablo respecto a los asgardianos debía ser por algo. La situación escalaba rápido ya que la pareja real deseaba saber cómo rayos pudieron llegar hasta la aldea de las Nereidas y por qué Före los ayudó.

Laufey no se encontraba para nada feliz y no estaba a gusto con aquellos señores rondando por su castillo, solamente llevaban unas pocas horas en el lugar y ya el alfa mayor quería que se fueran. Farbauti intentaba que su marido no perdiera la cabeza, si bien ella tampoco estaba feliz, alguna razón debió haber tenido Före para ayudarlos y la única manera de averiguarlo era que el propio ojiceleste se las contará.

___ Före___ llamo el rey, luego de haber podido calmarse___ ¿por qué los trajiste?

Más el nereida no contesto, él aun trataba de procesar todo lo que había hecho y visto, miro a ambos reyes, sabiendo que en cuanto les contase estos entrarían en un angustioso pánico, pero era su deber. Före tomo aire, sujeto la correa con fuerza y les mostró la brújula.