CAPÍTULO 3

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La casa de Ryujin nunca estaba tranquila

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La casa de Ryujin nunca estaba tranquila. Si no era ella haciendo ruido al ejercitar su pasatiempo favorito –tocar la batería– era su hija pequeña. Con apenas de dos años de edad, Chaeryeong se había convertido en un torbellino.

La muchachita corrió hacia mí tan pronto como abrí la puerta.

— ¡Chae! — Ella rodeó sus brazos en mí y la levanté.

— Se supone que debe estar durmiendo, pero no puedo mantenerla alejada — dijo Ryujin, casi disculpándose.

— No me importa — acaricié el suave cabello castaño de la cabeza de Ryujin — Hola.

La pequeña se rió de mí. Y entonces tiró de mi cabello.

— Chaeryeong, no — Ryujin tomó a su hija de mí — Vamos, tiempo de la siesta — Se volvió hacia mí — Espera en la sala, ¿de acuerdo? Regreso en un momento.

Desde que conocí mi camino, hacía lo que me decían, así que tomé asiento en el grande y afelpado sofá en la sala de estar. Ryujin y su esposo Jackson vivían en una bonita casa. Yo amaba a mi amiga, pero también estaba un poco celoso. Todas las cosas que yo quería, un buen compañero y un niño, habían parecido tan fáciles para ella.

Saqué el cuestionario de mi bolsillo y lo extendí en la mesa para café.

¿Y si esta era mi última oportunidad para la vida que siempre había soñado? Aunque, improbable como sonaba.

— ¿Es eso? — preguntó Ryujin, señalando el papel cuando volvió.

— Sí.

Ryujin lo agarró y miró críticamente, analizando las pocas preguntas que ya había llenado.

— ¿Tú has estado sólo con un chico? — me preguntó

Miré mis manos.

— Solía pensar que uno era suficiente.

— Oh, Jungkook.

Sabía que cuando usaba ese tono de voz significaba que creía que necesitaba crecer un poco.

— No voy a mentir sobre eso — murmuré — No quiero conseguir el trabajo porque haya mentido, quiero... — Las palabras me fallaron. Decir lo que realmente estaba en mi mente era demasiado vergonzoso.

— ¿Qué es lo que quieres? — Ryujin se sentó a mi lado y me rodeó con un brazo en su plan soy tu mejor amiga y puedes hablar conmigo.

— Si voy a tener un bebé con alguien, quiero que me conozca y me ame de todas las maneras posibles. — ¿Era demasiado pedir? No quería pensar así, pero me parecía extraño decirlo, considerando las circunstancias. — Tal vez no debería hacer esto. No con un extraño. — Después de todo, era algo que nunca quise.

— Oye. Levanta esos ánimos — Ryujin me apretó el hombro — Podrías por lo menos ir a conocer a este tipo. Míralo. Si es horrible, te vas. No vas a vender tu alma aquí. Sólo estás llenando una solicitud. Y tienes razón, no vamos a mentir. — Ella me sonrió — Si este dragón no es un completo idiota, amará todo sobre ti tan pronto como te conozca.

Bajo el hechizo del dragón   ̖́-  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora