CAPÍTULO 1: Encuentro accidentado.

20 4 3
                                    

Es el primer día de facultad, ya estoy en último año, y estoy feliz porque no me gusta compartir espacio con mis compañeros, con la gente en general.

Iba caminando rápido como de costumbre, porque detesto caminar lento y a las personas que lo hacen. Estaba sumergida en mis propios pensamientos sin prestar atención por donde caminaba, hasta que recibí un golpe de frente, muy fuerte, tanto que me caí al piso. Quede muy mareada por el golpe, pero verdaderamente no me importo si me había lastimado, solo le rogaba al universo que nadie me haya visto.

Cuando mire hacia arriba vi a un chico muy lindo, súper lindo.

—Que no te has fijado que iba yo por delante—dijo enojado con su acento español.

—Perdón, no me di cuenta — Me levante enseguida súper avergonzada.

Era muy alto a comparación mía que solo mido 1.63, estoy segura que su estatura es de 1.80 como mínimo. Sus ojos de un color marrón claro, pelo ondulado, corto a los costados y más largo arriba, su nariz bastante puntiaguda, y unos labios bastante delgados, pero hermosos. Y una característica muy importante, tenía cara de poco amigos al igual que yo.

Me quede embobada detallando su perfecto rostro hasta que contestó.

—Si no me lo decías no podría haberlo deducido—dijo en tono sarcástico.

El tonito sarcástico que uso al hablar me enojo, y mucho. Por más lindo que sea no iba a dejar que me contestara así. Aparte si hay alguna persona en este mundo que está siempre enojada contestando sarcásticamente, esa soy yo. Así que procedí a poner mi mejor cara de poco amigos y le conteste:

—Escúchame, 1) No me hables con ese tonito, 2) Me parece que te tendrías que disculpar, y 3) ¿Qué mierda te pasa? ¿No te das cuenta que no lo hice intencionalmente?

—Miren todos, parece que la niña tiene carácter— levanto un poco el tono de voz burlándose de mí.

— ¡Dios mío! Sos insoportable, la verdad no tengo tiempo para esto—lo esquive y me fui enojadísima.

Seguí caminando súper enojada y me fije la hora en mi celular, eran las 18:30 pm. Voy a la facultad por la tarde ya que en la mañana trabajo. Desde lejos pude ver a Julia, mi mejor y única amiga, parada en la puerta. Por suerte vamos a la misma facultad, aunque estudiamos carreras diferentes. Ella estudia comunicación y yo Pedagogía.

—Por fin apareces Lara, pensé que no ibas a venir y me iba a quedar sola— Dijo poniendo cara de alegría— ¿Te hiciste algo en el pelo? ¿Te noto cambiada?

— Hola ¿Cómo estás?, Bien ¿Y vos? —dije dándole una sonrisa forzada.

Julia es muy bajita, mide 1,50. Su pelo es totalmente ondulado de color marrón rojizo, aunque su color natural es un castaño muy oscuro. Tiene unos ojos hermosos color marrón y unas pestañas muy largas y onduladas.

—Sí, Hola, ahora contéstame ¿Te hiciste algo?

—Solo me lo corte un poco, después sigo igual que siempre.

Y es verdad, siempre estoy igual. Soy de contextura delgada, tengo el pelo castaño entre liso y ondulado, eso se lo debo a mi papa y a mi mama ya que él tiene el pelo con rulos y ella el pelo totalmente lacio. Odio mi pelo, aparte de que tengo muy poca cantidad y estoy segura que antes de cumplir veinticinco me voy a quedar pelada. Mis ojos son súper chicos y achinados de color marrón, cuando sonrió parece que tengo dos líneas en vez de ojos. Mi nariz es bastante chiquita y respingada, y mis labios bastante gruesos y rosados.

—Me gusta cómo te queda, tenes una onda renovada. ¡Ahora entremos porque vamos a llegar tarde!—Tomo mi mano y comenzó a caminar arrastrándome por los pasillos de la facultad.

El beso de despedidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora