꧁𝗢𝗖𝗛𝗢 𝗗𝗜𝗔𝗦, 𝗗𝗢𝗦 𝗧𝗢𝗡𝗧𝗢𝗦. ⨾ ꜱᴇᴍᴀɴᴀ ʟᴇᴠɪʜᴀɴ ꧂

ᴅɪᴀ ᴅᴏꜱ

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Paradise City

— ¡Por favor, llévame a Paradise City! — El pequeño hombre dentro del auto pareció asustarse un poco porque dio un saltito y la miró con enojo a través de la ventana.

— Oye, si sigues gritando así no te llevaré a ningún lado — La sonrisa, su rostro y pelo enmarañado y lleno de tierra lo estaban haciendo arrepentirse de detenerse por ella.

— Entonces ¿lo harás? — Ella intentó abrir la puerta del auto, lo cual la sorprendió porque creía que no se abriría, pero lo hizo.

Se subió rápidamente, siendo reconfortante poder sentarse sobre algo esponjoso de nuevo luego de tanto tiempo caminando.

— No tengo opción ¿cierto? — La voz profunda le habló a su derecha, parecía algo aburrido.

Teniéndolo más cerca, ella se puso a analizarlo mejor mientras él comenzaba a arrancar el auto. Decidió que le gustaba su pelo negro, corto y sedoso, ella nunca había podido dejar su pelo tan perfecto, siempre le quedaba grasoso o despeinado, y eso no ponía a su madre contenta. No sabía de qué trabajaba este chico, pero su perfil parecía de modelo, no es que a ella le gustaran los hombres "perfectos" de todos modos. Sus ojos eran del color que todos envidiaban, aunque ella prefería sus propios marrones. Su traje parecía muy pulcro, aún le cuesta entender como un hombre como él se ofreció a llevar a alguien como ella en su auto tan lindo. Pero todo eso no podía importarle menos, apreciaba tener un lugar cómodo para viajar y alguien con quien charlar.

— Entonces ¿cómo te llamas? Soy Hange — Él la miró de reojo mientras ella, recién en ese punto, se ponía el cinturón de seguridad.

— Levi. — Él no le daría mucha información personal, no era necesario, solo la llevaría un par de kilómetros hasta esa mugrosa ciudad a la que él también se dirige.