El LeviHan Squad inicia el mes con su primer libro "Ocho días, dos tontos", siendo participe del gran evento "Semana LeviHan".
Aquí encontrarás todo lo que puedas imaginar: oneshots, fanarts y sentimientos encontrados.
Te abrimos las puertas.
¿Te...
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Juegos de geografía.
Zoe Hange no era una chica de ir a fiestas, ni mucho menos de darse borracheras. No era su estilo. Aunque sinceramente, eran muy pocas las veces que había hecho eso. Rara vez era invitada a esos eventos, ya que mucha gente la evadía por ser excéntrica y alocada.
Pero ya estaba allí y pues las energías se contagian, así que decidió que, si ya se encontraba en ese ambiente, al menos trataría de pasarla bien.
Y ahí fue cuando todo cambió para ella. Esa noche sería el comienzo de algo lleno de emoción y aventura.
Su amiga Nifa era el alma de la fiesta. Siempre era invitada a todas las festividades de las casas de fraternidad. Así que en una noche de esas que dices: "No tengo nada que hacer, vámonos a ver cómo el ser humano se emborracha por unas bolas de ping pong", la arrastró con ella y Nanaba hacia otra casa dentro de las instalaciones de la universidad.
"¡Hoy celebramos!" Exclamó la pelirroja alzando un vaso.
Hange no sabía por qué celebraban y casi siempre era así. Nunca se sabía con Nifa, pero aún con todo y delirios, la adoraba y pues, salud.
Así que bebieron.
Una ronda, dos rondas, tres rondas de alcohol ya las acompañaban y para resumir, Hange no era muy buena cuando estaba con copas de más. Entre pasos descoordinados y brincoteo, lo vio.
Hange vio a ese pelinegro que la tenía loca.
Loca porque por culpa de él tenía una presentación atrasada. Ya saben lo que dicen de los trabajos en equipo. Siempre está el que se desaparece hasta la entrega del proyecto, el que dice que hará algo, pero no hace nada, el que no tiene idea de lo que está ocurriendo a su alrededor y por supuesto, el que hace el noventa y nueve por ciento del trabajo.
Zoe Hange caía en esa última categoría, y por esa misma razón, es que detestaba los llamados esfuerzos dizque colaborativos. Aunque desorganizada y de vez en cuando despistada, siempre se había esforzado por ser la mejor de la clase. Cosa que le ha ganado varios sobrenombres no tan bonitos en el pasado.
