La molestia que sentia en mi nuca era indrescriptible, me reprocho la mala posicion en la que me quede dormida e intento moverme pero el señor que mantiene su cabeza reposada en mi hombro me lo impide.Tuve que tomar un avión comercial y la familia ya me esta esperando en Miami, si hubiera faltado a la presentación hubiera descansado placidamente en la habitacion de jet, sin olores raros, ni hombres mal posicionados. Es algo ironico estando en primera clase, pero es lo que me toca.
El 80 aniversario de los Casinos Wester Diamond's nos lleva a una absurda tradición que consiste en pasar el verano con toda la familia en una misma casa, conviviendo y tomando fotos que solo sirven para mejorar la imagen de la perfecta familia que con cada uno de sus talentos, formo una gran cadenas de exitos.
Se supone que pasare todo el verano alli, haremos actividades que honran a nuestros tatarabuelos y al final celebraremos con una gran fiesta donde se invitan a grandes figuras que contribuyen en nuestra fama.
La ultima vez que asisti tenia 9, ahora tengo 19 y en esos tiempos jugaba con mis primos, pero ahora no quiero estar aqui aunque sea una obligación por tradición, a mi me apetecia pasarla con Mathias, mi novio; y con mis amigos.
En la sala de espera del aeropuerto me esperan dos de los guardaespaldas de mi padre, el jefe mayoritario de los Casinos; Arlon Wester, y por sus caras se que no me dejaran ir a otro lado, su misión es llevarme directamente a la casa de playa la cual parece mas bien una mansión mal ubicada, es tan grande y ostentosa que no entra en la descripcion de playa. Su fachada es impresionante, los grandes vidrios de piso a techo, el exterior y el interior es tan pulcro y elegante que quisiera volver a ser niña para rayar nuevamente esas absurdas paredes de color blanco azulado.
Trato de colectarme y traspaso el lumbral de la puerta principal bajo los ojos de Jade, la primogénita de mi tío Walter, la cuál no pierde tiempo en tratar de asfixiarme dándome lo que para ella es un abrazo.
-Te extrañe taaanto- lloriqueamos con exageración para al segundo siguiente carcajearnos de tanta ridiculez.
La verdad es que ninguna era muy afectiva, nos complementabamos tan bien con el humor negro que brota de nuestras venas, haciendo que desde pequeñas nos hiciéramos inseparables al descubrir que las dos rapabamos las muñecas y nos desagradaba el helado de chocolate.
Subimos las escaleras hacia mi habitación mientras me contaba los detalles de los últimos dos días. Cómo lo esperaba, Tamara; la esposa de mi tío Adam y mamá no se habían separado desde su reencuentro, siendo pilares importantes en la organización de los eventos. Papá solo pasaba de su estudio a la tumbona en frente de la playa con un vaso de whisky caro al igual que mis tíos.
La abuela Abigail jugaba Bingo con Keneth, Karina y su esposo Robert. Y mis tíos más cercanos se ocupaban de sus profesiones a distancia.
La docena de primos que tenía no era digna de ser mencionada, pero en conclusión, todos están por su lado tratando de distraerse e ignorarse unos a otros.
Tuvimos prohibido traer más invitados hasta la fiesta de despedida, así que no nos quedó otra alternativa que convivir entre nosotros mismos. Para mi no hay problema porque Jade es mi mejor amiga y somos vecinas en Las Vegas, pero varios miembros de la familia si tienen sus diferencias.
Al instante en el que Jade se retiró yo entre a la ducha y disfrute al empaparme del agua helada que rejuvenece cada día más mis facciones.
Luego de veinte minutos salgo y me visto para cenar y saludar a la gran familia. Ondulo mi cabello y aplicó una capa de maquillaje, enmarcando mi cara y alargando mis pestañas; marco mis labios con suave color rosa que combinan a la perfección con mi vestido champagne.
Luego de un leve toque de perfume, bajo y saludo a mis padres antes de hundirme en los brazos de la abuela.
-Mi niña, te extrañe muchisimo- me agarra la cara con ojos llorosos, dándome un beso en la frente.
-Y no sabes cuánto yo a ti- le correspondo con el mismo ahínco porque Abigail es una de las mejores personas de la tierra y la quiero como a nadie.
Ella vive con mi tío Adán y Tamara, criando a tres de mis primos, Zafira, Zack y Ambar. Nos vemos regularmente pero no quita el que siempre quiera tenerla cerca.
Luego de la abuela, me saludaron cordialmente, los hermanos de mi padre con sus esposas, Tamara y el tío Adán, mi tío Walter con Jane y, Jair; el hermano menor de Jade.
Seguidos de Clarisse y Peter con su hija Kate. Bianca, Bruno; Tom y Anastasia. Robert II con Kristyn II y, Romina con su hijo Jayden que apretó mi mano con frialdad para evitar darme un incómodo abrazo.
Me crispe por el toque y lo mire a los ojos, encontrándome con unos avasallantes ojos de color café. Sus labios en una fina línea recta y su barbilla alta demostrando el poderío de sus 27 años.
La última vez que lo ví en esta misma casa, entre a su habitación queriendo buscar donde se escondía Jade y se estaba follando a una joven empleada de servicio encima de la cómoda, mis mejillas se calentaron al recordar aquello, que en esos momentos fue un encuentro inocente al que no preste atención por jugar a las escondidas.
Ahora ese suceso tomaba más fuerza sabiendo su significado, pero simplemente lo aparte de mi mente y retire mi mano para saludar a los hermanos del abuelo Callagan, Keneth, Karine; y Robert, su esposo.
Tome asiento al lado izquierdo de papá con mamá al frente y el resto de la familia a lo largo de la mesa, ignorando el hormigueo que emanaba luego de saludar a Jayden, centrándome en la bienvenida que me daban para oficialmente empezar todos juntos la travesía del aniversario que duraría todo un verano y traería consigo secretos y pasiones que desataran lo más recondito del apellido.
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Fantasías Prohibidas De Verano
RomanceAntes de irse a la universidad y crear su vida fuera de los límites de su familia, Evangeline es obligada a pasar el verano en una casa de playa con sus parientes más cercanos y lejanos celebrando el 80 aniversario del negocio familiar. Lo que no sa...