Gatita

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Se encontraba durmiendo, en la cama moviéndose de un lado para otro, respirando suavemente y abrazando su almohada como si de una persona se tratara, ¿Era ese otro sueño? Por supuesto, aunque tan real que se sentía.

"¿P-Puedes no acercarte tanto Jisoo?" Se escuchó su voz temblorosa, tenía que admitir que su corazón latía a mil por hora, suponía era por la mirada de la más baja.

"Oh vamos" colocó su mano sobre la pared logrando tener en ese borde a la rubia.

La mayor tenía las mejillas un poco rojas y los labios algo hinchados, seguro por aquel beso que había compartido. Evitó palabras de respuesta, para luego por fin mirar a la pelinegra directamente a los ojos y tomó el rostro de la más baja para acercarse algo insegura y plantar un beso corto y algo tierno, vió la sonrisa de la pelinegra y como movía sus manos a su cintura acercándola para formar otro beso, lento y profundo, aquel duró mucho más aquel hizo el aire faltar y ambas temblar ante aquella corriente que pasaba mientras se tomaban la mano en pleno beso, era una conexión y quizás un lazo que compartirían mucho más tiempo.

¿El destino? Un beso lo selló.

Sin embargo si se trataba de un sueño, la rubia despertó sola, llevándose la mano a la cabeza, preguntándose hasta cuándo los sueños de besos acabarían, porque la verdad, estaba deseándolo, desear saber cómo se siente pero no podía robarle el beso a la pelinegra menos si parecía no querer aún aquello ¿Se equivocaba al pensar así?

Rosé siempre pensó que el destino se siente como una corriente, y llena de recuerdos tan borrosos, recordó la primera vez en que conoció el amor de su destino tenía 12 años, pero siempre supo que era ella a quien su corazón había escogido.

Flashback..

¿Te parece.... Si jugamos a la pelota?–una niña que parecía menor que ella se le acercó.

Llevaba tiempo viendo cómo jugaba con su balón amarillo que no notó cuando se le acercó.

Me llamo jisoo y..parece que quieres jugar conmigo–susurró algo tímida y tomó su balón.

La niña de en ese entonces de cabello negro pensó: "¿Jisoo es un ángel?" Aquello vino a su mente fuerte y claro, para Rosé aquella niña tiene unos ojos muy lindo, un cabello muy largo y negro, también era bonito, pero le gustó cómo la joven jugaba pateando la pelota y como sonreía, se veía feliz y eso hacia que sonría.

Pero ella se sintió tímida y rechazó a la niña, porque aquella niña se le acercó con un sonrisa brillante e hizo que sus mejillas se pongan rojas como una manzana o quizás un tomate.

V-Vete..no quiero jugar–susurró dando media vuelta haciendo una mueca, si que quería jugar pero su corazón latía más rápido de lo normal, debía decirle a su mamá que debería llevarla al doctor, porque aquello no era normal.

Pero parecía que si–vió a la pelinegra bajar la mirada como si fuera un cachorro triste, se lamentó haberlo hecho.

Rosé vió a la pequeña marcharse con la cabeza gacha, no entendía porque la pelinegra se había puesto de esa manera, lo que sabía era que en ese momento sintió que quería llorar.

Es Jisoo la hija de los amigos de papá–dijo una castaña al lado, al parecer había observado todo–Tu debes ser Rosé la hija de los Park ¿Se acaba de mudar?–la pelinegra asintió aún triste.

Una vez que jennie, cómo había dicho que se llamaba, se puso a llorar...

Fin del flashback..

Si no fuera porque Jisoo la siguió al día siguiente y de ese la siguiente, así sucesivamente, quizás se hubiese sentido triste de no conocer a Jisoo, sobretodo porque era nueva y no conocía a nadie, luego de tanta insistencia por parte de la más baja,  terminaron siendo amigas, dónde la mayoría del tiempo la pasaba con la pelinegra, pero también le tocó sentirse confundida y algo triste, pues se dió cuenta de muchas cosas y que prometió no hablar de aquello o pensarlo, junto a Jennie que se fue tres años después, mientras jisoo y Rosé  se volvían más cercanas durante el viaje de la castaña, sin embargo comenzó a salir con Irene en ese entonces y Jisoo no sabía sobre ello porque está se había mudado algo lejos y a duras penas se veían.

Eso hasta que Rosé termino con Irene para hacerle saber a Jisoo cuando ya estuviera preparada, lo que sentía por ella.

Abrió el refrigerador y sacó la leche del primer nivel, se sirvió un vaso y le colocó café dentro.

El tono de llamada de Niko Niko ni sonó a todo volumen, contesto apenas pudo y sonrió al escuchar la voz de Jisoo a través de esta.

—¿Gatita?-

Fue lo que preguntó, y recibió una pequeña risita como respuesta, lo cual hizo que se sienta inmensamente feliz, su corazón se había llenado por completo.

My cute baby [Chaesoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora