Hamasaki 浜崎[Muzan Kibutsuji]

11Clan

Y así, hace cientos de años dos clanes gobernaban el antiguo país del sol naciente.

El clan Kibutsuji y el clan Tokugawa, con sus respectivos líderes: Muzan y Youichi. Dos demonio muy poderosos que tenían la competencia por ser el mejor, viviendo así una guerra sin fin. Atormentado a los humanos haciéndolos vivir en inmensa agonía y terror del mañana.

Muzan al ver a Kimi, detallar sus ojos color lavanda hizo que recodara el preciso momento el como fue asesinado Youichi, y no había sido precisamente por sus manos. Y por el momento, mantendría ese detalle omitido.

Pero... ¿por qué su rostro no salía de su mente? No sabía si era obsesión o estaba demasiado sorprendido al saber que Youichi tenía su legado vivo después de todo, así como el mismo se lo dijo alguna vez.

-Cuando creas haberte deshecho de mi, saldré de donde menos lo esperes. -dijo la última noche que lo vio.

Muzan bufó molesto, lo habían superado.- Maldito Youichi, de verdad saliste de donde menos te esperaba. Tu hija está bien preciosa, lástima que estas en el polvo. -murmuró pensante.

Como no tenía mucho que hacer, decidió comunicarse con sus lunas para pedirles información sobre Kimi, sobre su paradero, quería visitarla pero el acercarse a la hacienda de Ubuyashiki no era una buena idea, no tenía ganas de armar un escándalo con sus pilares. Quería acercarse a Kimi pero debía encontrar la manera, y sabía que aquella mujer, era una chica llena de rencores.

- Kagaya podrá ir al cielo, Kimi. Pero yo traería el cielo a ti. -mencionó con una media sonrisa ladina, no podía creer que después de tantos años, sentía interés que algo que no fuera su antídoto.

Y de tal manera, lo emocionaba. Capricho, o lo que sea, Muzan estaba decidido a llamar su atención si eso significaba dejar un tiempo la búsqueda de su cura. Y ahí fue donde sintió en su interior, que Kimi estaba tomando una siesta, momento perfecto para perturbar su sueño.

Al entrar en su sueño, notaba como el sitio aún no estaba totalmente formado, su sueño comenzaba a empezar, pero muy débil, algunos árboles sin terminar y el cuerpo de Kimi aún estaba en la tierra dormido, eso significa una cosa, estaba en un sueño ligero y no tenía la suficiente vitalidad para comenzarlo.

Kimi se removió de su sitio y se sentó, pero aún no tenía suficientes fuerzas para levantarse en su sueño, ahí fue donde Muzan decidió brindarle una ayuda.

-Hija de Youichi con espíritu débil, nunca lo creería. -murmuró mientras caminaba hacia la menor. Al estar cerca de ella, tomó su mano con firmeza.

La energía demoníaca de Muzan ayudó a que se terminara de formar el mundo que Kimi había creado y le brindó la suficientes fuerzas para levantarse. Kimi se sorprendió por unos momentos hasta que notó que era Muzan quien tenía su lado. - ¿Qué haces en mi sueños? -preguntó divertida, aún sosteniendo su mano.

A lo que Muzan suelta una pequeña carcajada, esta vez si había notado que entró en su sueño. - Soy el hombre de tus sueños, ¿no lo habías notado? -preguntó, y notó como sus mejillas se tornaron rosadas.

-Creo que la primera vez que te vi lo noté. -respondió intrépida.

Y eso a Muzan, le gustó mucho.

Kimi soltó el agarre y caminó hacia una pequeña casa que estaba a unos escasos cinco metros. Y Muzan siguió su camino.

- Quería verte para seguirte platicando de Youichi. -comentó mientras la miraba con detalles. Kimi lo volteó a ver intrigada, su objetivo era agradar a ambos líderes.- ¿Me dirás quién lo asesinó? -preguntó. Mientras Muzan quedó pensando si de verdad podía decírselo.

Muzan detuvó sus pasos no sin antes tomar la muñeca de Kimi y tirar de ella haciendo que el cuerpo de la menor chocara con la de él, lo cual sorprendió muchísimo a Kimi. Manteniendo su agarre, le preguntó -Si te lo digo, ¿Qué harás por mi? -susurró muy cerca de su boca, y notando como Kimi comenzaba a temblar y no precisamente de miedo.

Sintió sus labios secos, lamió su labio inferior. -He hecho muchas cosas por un trozo de pan , Muzan...-susurró. -Haría lo que quieras si me dices lo que quiero. -a pesar de ser un sueño, lo sentía tan real, y sabía que ser intrépida era lo que mejor le salía.

Y eso lo volvía loco a aquel hombre de cabello de rulos. Con su otra mano comenzó a tocar lentamente el cabello de Kimi.- Quiero que seas mías... -comenzó. -Pero, no te obligaré a nada.

Y ahí fue Kimi sintió un temblor en su interior que puso sus mejillas rosadas.-¿Qué más quieres? -murmuró coqueta, mientras que su mano comenzaba a tocar su hombro.

-Quiero deshacerme de Kagaya.. -y alarmó tanto el inconsciente de Kimi.

Que hizo que la misma Kimi lo expulsara de su sueño, mientras ella despertaba a la mitad de la noche sintiendo su corazón acelerado y algo emocionada. Tener a Muzan fue más fácil de lo que pensó. Y a pesar de que él ingresara a sus sueños, seguía siendo una Tokugawa con la sabiduría de talento, sabía que aunque quisiese, Muzan no podía leer sus pensamiento y que había nulo lazo de sangre.

- Creo que es hora de iniciar el plan... -murmuró