¿Mi peor decisión?

012

- Shie Hassaikai -

Tres días después, Toga, Twice y Sassy se dirigieron a la guarida de la yakuza, con caras largas y pucheros infantiles. Lo último que les apetecía en el mundo era seguir las órdenes de aquellos delincuentes de tres al cuarto, pero habían decidido confiar en Shigaraki y eso iban a hacer. Ciegamente si hacía falta.

Una vez se adentraron en la mansión que usaban como base principal, fueron conducidos por una serie de túneles kilométricos y casi infinitos, dando vueltas y vueltas hasta despistarlos por completo y que les fuese imposible recordar por dónde habían entrado. Unos treinta minutos después, medio mareados de tanto pasillo y de gratuito mal humor, llegaron a una pequeña recepción con dos sillones y una docena de yakuzas con máscaras de pájaro, a cada cual más ridícula.

- Vine porque me lo ordenaron. Soy Toga. – se presentó la rubia con la voz apagada y una expresión seria, algo insólito en ella.

- Cuánto tiempo, pájaro. Te mataré, desgraciado. – dijo Twice, surcando su garganta con el dedo, a modo de amenaza – ¡Es un placer! – se contradijo posteriormente mientras agitaba los brazos emocionado.

- Yo soy Sassy, no me gustas y no me gusta estar aquí. – dijo la castaña mientras se cruzaba de brazos y fulminaba a Overhaul con la mirada.

- Gracias. – respondió este.

- ¿La Liga de Villanos? ¡Vamos a pelear! – exclamó otro yakuza bastante alto y musculoso, con el pelo rojizo claro.

- Rappa, no empieces. – pidió Overhaul.

- No, gracias. – respondió Toga.

- Ese tío no te aguanta un puñetazo. – le "susurró" Twice a Gina, extremadamente alto, ganándose una mirada de regaño por parte de esta y una de emoción proveniente del tal Rappa. La castaña tosió para aclararse la garganta.

- Siento tener que declinar esa oferta tan sumamente apetecible, cara de pájaro. – respondió con burla, haciendo reír a sus compañeros.

- ¡Pero! – intentó rebatir el yakuza, pero la mano en alto de su jefe lo detuvo.

- Lamento lo de Magne. No quería matarlo. – se disculpó Overhaul.

- Era una mujer. – lo corrigió Twice.

- No te equivoques. – advirtió Toga.

- ¿No tienes ojos en la cara o qué? – agregó Gina.

- Entiendo que me guarden rencor, pero si vamos a colaborar, tendrán que dejar el pasado atrás y cooperar. – explicó calmado.

- Serás... ¡Cuando te conocí también te dabas aires de grandeza! – gritó Twice furioso – ¿Y qué tenemos que hacer? – preguntó al instante, recuperando la calma.

- Seguir mis órdenes, como el resto de la familia. Para eso necesito que me hablen de sus dones. Eso facilitará la coordinación cuando sea necesario.

- Cuando sea necesario te lo explicaré. – respondió Toga – Todavía no me agradan.

- ¡Respondan de una vez! ¡No subestimen a la yakuza! – exigió un yakuza enano vestido de negro, con una máscara de pájaro blanca, como las que se usaban durante la peste, que tapaba su rostro por completo.