3

2K 218 54
                                    

Eran muy pocas las veces que Kagami sólo tenía tiempo para ella, sin ninguna responsabilidad pendiente, y esta vez estaba libre de responsabilidades por tener un muy leve resfrío.

Debido a la situación actual del mundo, era mejor quedarse en casa hasta al tener algo tan simple.

Alguien llamó a la entrada de la puerta de la habitación de la chica, quien estaba usando su día de descanso para estudiar, y levantó la mirada para ver a una de las sirvientas.

-Señorita Kagami, su novia, la señorita M...

-Sólo somos amigas, no digas ésas cosas.- interrumpió la chica.

La sirvienta sonrió y asintió.

-La señorita Marinette la vino a visitar y su madre ordeno que le demos permiso de pasar a su habitación.

Al oir tal cosa, Kagami con mucha rapidez, se puso un cubre boca y se paró con los brazos abiertos, como esperando el ataque sorpresa.

Esta vez fue avisada, esta vez no sería tacleada por sorpresa.

Pasaron los segundos y no pasó nada, así que se paro normalmente y se dirigió a la entrada.

¿Qué estaba pasando? Usualmente Marinette ya hubiese corrido hacía ella, la hubiese abrazado y estaría llorando por hacer grande a algo chico.

Acercándose a las escaleras, vio en el primer piso a Marinette arrodillada, abrazando las piernas de su madre, quien tenía una clara mirada de necesitar ayuda.

Fue gracioso, era gracioso ver éso, pero se aguantaría las ganas de reír.

-Ya se lo dije, no le voy a prohibir que se acerque a mi hija, sólo por ella raspar su rodilla, Kagami es fuerte y...

-¡Nooooo! No sea amable conmigo, merezco ser castigada con lo peor de lo peor, por no cuidar a nuestra preciada Kagami.
¡Pegueme hasta el cansancio como castigo, sé que lo merezco y ustedes lo quiere hacer!- gritó Marinette entre llantos.

-¡Kagami, ayúdame!

Y Tomoe llamó por su hija, rogando que aleje a ésa rara.

Kagami que ya no vio éso como algo gracioso, se acercó lo más rápido posible y apartó a Marinette de su madre.

-¡Nooo, no me tengan piedad! ¡Soy una mala amiga para...

Y la japonesa le tapó la boca con una mano a Marinette, algo enojada.

Tomoe, puso cara de alivio al sentir que alejaron a ésa loca de ella, estando muy agradecida con su hija, quien seguramente hizo éso.

A rastras, Kagami se llevó a Marinette a su habitación, intentando recordar si no dejo algo desordenado.

Metiendo a Marinette a la habitación, cerró la puerta mientras su amiga veía alrededor con asombro, como si lo de hace un rato no hubiese pasado.

-Tu dormitorio es muy grande.- dijo la chica.

Kagami fruncio el ceño por ver que llevaba su cubreboca colgando en su cuello y no cubriendo su nariz.

-Es espacio innecesario, con una cama y algún lugar para poner mi ropa, es más que suficiente.- dijo la japonesa, acercándose a Marinette para colocarle el cubreboca.

Por la manera tranquila en la que estaba, podía deducir que Marinette no sabía que ella estaba algo resfriada.

-Es la primera vez que vengo a tu habitación... a tu casa.- dijo Marinette, intentando bajarse el cubreboca pero Kagami le agarró de la mano para que no lo haga.

-Eres la primera persona que pasa a mi dormitorio.- dijo Kagami.

Se sentía algo ansiosa por éso, pero evitaba demostrarlo.

Marinette cerró sus ojos, haciendo que la dueña de la habitación la vea confundida.

¿Qué se supone que estaba haciendo?

-¡Kagami!

Y Marinette salto sobre su desprevenida amiga, tecleandola con un abrazo de alegría.

Kagami que estaba asombrada por éso, se resignó y acarició el cabello de su amiga.

Mejor se rendía en intentar evitar éso, después de todo, no le disgus...

-¡Achi!

Kagami estornudo, mirando hacía otro lado y palidecio mientras volvía a dirigir la mirada hacía Marinette, quien tenía los ojos muy abiertos.

-¿Por qué hoy estás en casa y no estás ocupada?- preguntó la de coletas, mirando fijamente a su amiga.

La dueña de la habitación, cerró sus ojos, no queriendo decir nada, pero Marinette lo entendió todo.

-¡¿Estás enferma?!
¡Señora Tomoe, debemos llevar a Kagami al hospital, ahora!

Y Marinette se puso de pie, agarró a Kagami del brazo y se puso a buscar ayuda de manera desesperada, mientras que la japonesa sólo daba un gran suspiro.

Al parecer, no podría estudiar tranquilamente ése día y su madre no podría estar tranquila.

¿Era raro qué éso no le disguste, que se esté acostumbrando a tener a Marinette a su alrededor?

... Amigas (Marinette x Kagami )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora