〖CAPITULO 2〗

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PLANETA TESREY

POMADES

— ¿Ves todas esas tierras?

Dice mi padre abrazándome y mirándome con orgullo. El sol empieza a salir y se ve claramente por las grandes montañas del planeta, el tono naranja del cielo hace que las nubes se vean casi del mismo color.

— Sí, las veo.

Mi padre se arrodilló para estar a mi altura poniendo su gran mano en mi hombro. Doy un largo suspiro, a veces su superioridad me causaba miedo.

— Serán tuyas hijo. Tú serás rey.

Sonrió ante el recuerdo, y aunque quiero mucho a mi Padre por darme el trono y por enseñarme lo que sé, si todavía estuviera aquí el trono no sería mío. Y está más que claro que soy mejor rey que cualquiera.

— ¿Ves todas esas tierras?

Mi hijo ve todo con curiosidad, y el paisaje parece ser el mismo del de mi recuerdo, lo único diferente sería que en vez de montañas esta mi ciudad que creé con tanto esfuerzo.

Rizo asiente levemente mirando con seriedad al horizonte.

— Todo esto, será mío ¿verdad? — Suspira mirando a su futura ciudad — Seré rey.

— Así es hijo. Serás rey, tendrás el poder, la superioridad, todo lo tendrás aquí — Señaló la palma de su mano.

Él se queda en silencio observando todo, se que a Rizo le falta aprender mucho para ser rey, pero tiene diecinueve años y se que la idea de ser rey así como yo, le aterra un poco, pero tendrá que acostumbrarse, él será mi molde.

<<Igual que su madre.>>

— Señor.

Volteo a mirar a mi secretaria que está apoyada en el marco de la puerta de mi gran balcón.

— Me dijeron que le avisara que uno de sus escoltas ya irá a la galaxia del planeta Cosmo, para ir por la señorita Sitara y llegue a tiempo a la reunión plasmada para dentro de unas horas.

— Perfecto, dígales que se apuren.

— Sí, señor — Puedo notar cómo hace un pequeño cambio de tono al decir "señor", sé  que le gustó, pero no me interesa para nada.

Mi secretaria sale por la misma puerta por la que entró y me vuelvo a quedar a solas junto con mi hijo, que continúa observando el paisaje mientras sostiene un collar que le dio su madre y mi esposa ya muerta.

— ¿Vendrá Sitara? — Pregunta mi hijo.

Me estresa un poco que muestre tanto interés en ella.

— Debo irme, Rizo. Pórtate bien.

— Adiós.

Salgo del balcón y me dirijo al sótano, todo mi castillo está hecho de tonos oscuros, es un poco tenebroso. Llego al sótano  que es en donde están las personas que trabajan para mi, aquí hacemos estrategias para destruir a los dos planetas. 

Las puertas de mi zona de estrategia se abren para darme paso, veo a todo el mundo trabajando pero cuando sienten mi presencia dan la reverencia que se le debe dar a un rey. Mi zona de trabajo es muy tecnológica, nosotros tenemos la mejor energía y no descansaré hasta llegar a la civilización tipo 3, la civilización que puede manejar la energía de una galaxia entera.   

— Quiero el informe, ya mismo en la sala de reuniones.

— Si, señor — Dicen unos cuantos.

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