Sitara

〖 CAPITULO 1 〗

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SITARA

PLANETA COSMO

La noche cubre con gran oscuridad todo lo que tenga a su alcance, y así se hace notar la belleza verdadera de lo que es mi mundo, mi hogar. Todo se vuelve más salvaje, más mágico, los animales esperan tener a su presa, las plantas toman su color fosforescente, los guardianes protegen, y yo me encuentro entrando al lago más grande de mi pueblo, las plantas marinas hacen que el agua se vuelva del color de las mismas, azul cristalina.

Con cada paso que doy el agua cubre cada parte de mi cuerpo desnudo, y los puntos azules que hacen parte de mi blanca piel toman su brillo como si se tratase de muchas estrellas en mi cuerpo. Cuando estoy cubierta hasta mi pecho de agua helada, cierro los ojos, y siento las vibras de los cuatro elementos que nos rodean, fuego, tierra, agua y aire. En mi cuerpo entra el poder, la magia, vuelvo a abrir mis ojos y con mis manos hago los movimientos para así invocar al fenómeno que me cubre y disfruta de mi desnudes.

El agua empieza a bailar con el movimiento de mis manos haciéndome sonreír, observó cómo las criaturas empiezan a dar vueltas a mi alrededor, dejándose llevar por la corriente que he creado y se mueve con fuerza en círculos a mis lados, conectando con el siguiente fenómeno caliente y naranja, empiezo a sentir el calor que emana su llegada en la parte de mis hombros.

<<Estoy cerca.>>

En mi cabeza se repite la idea de encender la llama, y antes de llegar escuchó una voz que me hizo interrumpir la llegada del fenómeno natural.

— !Sitara¡ ¿Eres tú?

Gruño en mi mente.

— Si ¿Quien mas? — Digo Saliendo del agua, y al estar totalmente afuera el viento me cubre por completo haciéndome temblar de frío.

Siento cada vez los pasos más cerca de Adén hasta que lo alcanzo a ver en las plantas, en el momento en que me ve desnuda simplemente se da la vuelta y me da la privacidad para vestirme, tomo mi ropa y me empiezo a vestir.

— ¿Qué hacías? — Me pregunta mi hermano.

— Lo de siempre — digo poniéndome la última prenda que me faltaba.

— No me digas que te volví a interrumpir — Veo como baja su cabeza y se da un manotazo en la frente, eso me hace dejar salir una pequeña risa.

— Pues no te lo negaré, pero no te preocupes, cada vez estoy más cerca de obtener el elemento fuego a mi poder — Me acerco a él y le tocó el hombro avisando que ya estoy lista — Vamos.

Ambos empezamos a caminar hacia casa, el pueblo no queda demasiado lejos así que nos tomamos nuestro tiempo para observar la naturaleza nocturna y disfrutar de nuestra compañía. Adén es mi hermano menor, es el amor más grande que tengo, haría todo por él, y protegerlo es mi deber.

— Me gustaría poder hacer eso que haces tú, pero ni siquiera he podido obtener mi poder inicial — Deja salir un largo suspiro y puedo sentir su tristeza y decepción.

Para nosotros, los del planeta Cosmo, tenemos un solo poder, y tiene que ser uno de los cuatro elementos, que sería el poder inicial, en mi caso, el elemento que me escogió fue el fenómeno aire, y voy en el proceso de aprender a manejar los otros elementos, en el caso de mi hermano, no le ha tocado ninguno, por ahora, y eso se puede significar dos cosas, una es que simplemente no ha podido encontrar su elemento, la segunda sería que ningún elemento lo escogió, y esa sería su peor pesadilla.

Lo volteo a mirar y enrollo mi brazo en el suyo para empujarlo hacia mi cuerpo, aunque sea mayor que él somos casi de la misma estatura.

— No te preocupes por eso Adén. Encontrarás tu poder inicial ya verás, tienes 17 años, y aunque ya tengas tu edad, todavía te falta mucho por aprender de los elementos. Te amo — Le doy un beso en su mejilla y veo como mi guapo hermano menor sonríe.