Sitara

〖CAPITULO 6〗

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TREVOR FOX 

La chica nueva, estaba enfrente de mí en posición de ataque, su mirada era retadora. Esa chica era audaz, no cualquiera que apenas llegaba a Vigor, podía llegar a los finalistas. Es buena pero no me preocupaba, de todas formas sé que me llevaré esta victoria.

Ya le gané al idiota de Eric, y ya solo me queda ganarle a Sitara.

No es fácil ganarme en combate, lo sé con certeza por los entrenamientos que he realizado a lo largo de mi vida.

Desde pequeño sé de la existencia de Vigor, y mi padre era realmente estricto con la disciplina de Romun y la mía, a Joel Fox le importaba salvar al mundo de Pomades, nos enseñó valores y aunque a veces podía parecer un monstruo, lo sigo reconociendo como un buen hombre.

— ¡Vamos Fox! — Escucho a Jess a mis espaldas.

No le doy importancia a lo que me dice.

Jess a veces podía ser un verdadero fastidio para las demás personas, sin embargo nuestra relación es sexual y no me quejo de nada.

Jess y yo nos conocemos hace un año, y desde entonces tenemos aventuras, lo único que me molesta es lo fácil que se altera con las demás personas, cuando quiere ser mala, puede serlo fácilmente, y aún así no hay persona que se la enfrente, excepto la nueva, que la acaba de vencer.

— ¡Tú puedes con ella! Acábala. — La vuelvo a escuchar.

<<Que molesta.>>

No me considero una mala persona, solo me gusta la soledad, las personas siempre decepcionan. Los seres humanos son personas que sienten todo el tiempo, pero no saben sentir de verdad, simplemente me aburren y por eso aquí la mayoría me trata con respeto, además de ser hermano e hijo del líder y del líder anterior, los Fox somos historia en el clan, pero me considero diferente a todos aquí.

Sitara voltea los ojos al escuchar el comentario anterior de Jess, y eso me causa gracia.

— ¡Empiezen!

Veo a Sitara, su cabello negro y largo se le pega a los lados del rostro por la pequeña capa de sudor que lleva en su piel. Ella no me quita la mirada de encima, está concentrada.

Nos quedamos unos segundos en posición de ataque sin hacer nada más, solo mirándonos el uno al otro.

Se pueden escuchar los gritos de los demás insistiéndonos a que empecemos de una vez.

— ¿No piensa atacarme? — Me atrevo a hablar con una sonrisa.

— ¿Por qué no me ataca usted a mi? — Dice.

Me sale una pequeña carcajada.

— ¿De verdad piensa que podra ganar este combate? — Le digo ladeando mi cabeza.

— ¿Usted qué cree ? — Levanta una ceja.

— Mejor saltémonos esto de las preguntas.

Ella se acomoda en posición.

— Estoy de acuerdo.

Termina de decir y rápidamente se me acerca atacandome con sus brazos y piernas de una manera ágil, y yo le respondo de la misma manera, le impacto en sus hombros sin ser muy agresivo, y ella responde de la misma manera.

Es muy buena, sea quien sea su maestro, debe ser bueno. Jamás había escuchado de su planeta, Sitara, es un total misterio aquí, y estoy intrigado por ello.