F i v e | 02

57 13 4
                                    

—¡Hikari-sama! ¡Maldición! ¡¿Hikari-sama puede oírme?! —fuertes gritos resonaron en sus oídos en un extraño eco, como si estuviese debajo del agua, pero fue incapaz de responder.

—Carajo... ¿Está...? —la pregunta fue hecha en un titubeo temeroso.

—¡Claro que no imbécil! —el grito hecho por la primera voz se mezcló con un gruñido gutural de aquel joven que pronto chasqueó la lengua—. Maldición Hikari más te vale ganarle a ese estúpido flügel.

¿Flügel? ¿Qué era un flügel?

¿Cómo es que aquellas personas conocían su nombre? ¿Quienes eran?

Su cuerpo dolía mucho y sentía que estaba sobre una superficie fría y lisa, estaba... ¿Mojado?

Abrió los ojos de golpe con un nudo en la garganta, se incorporó y comenzó a toser con fuerza expulsando toda el agua que había tragado.

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde y por qué?

Su mente trabajó vertiginosamente tratando de enfocarse, a su alrededor todo estaba en completa oscuridad cegándola.

Su cabeza dolió de forma punzante cuando los recuerdos comenzaron a golpearla con fuerza.

"Hay una leyenda urbana que dice que a quienes son extremadamente habilidosos en los juegos un día les llegará un mensaje, y si haces "CLICK" en la URL empezará un juego que si ganas serás invitado a otro mundo."

Estaba en la universidad, había  una mujer pelirroja, unos ojos inquisitivos y una voz que la tentaba e interrogaba.

"En poco tiempo no podrá ni respirar por su cuenta. Los otros especialistas y yo le damos un mes de vida si somos optimistas."

Un hospital, cámaras y micrófonos, un fuerte dolor en su pecho, un sentimiento de pérdida, las lágrimas amenazaron con inundar sus ojos y su garganta ardió de forma dolorosa cuando intentó tragar el nudo en ella.

"¡Bienvenida a mi mundo! ¡El mundo de los juegos! ¡Disboard!"

Una caída libre, una gran sonrisa y un par de peculiares ojos que la miraban encantados y emocionados por alguna razón.

"Pueden llamarme Hikari-sama."

Una calma, una certeza. Compañía. Muchos varones riendo y bromeando con ella, algunos fascinados, otros curiosos y un par desconfiados, pero todos incondicionalmente a su lado atados por una fuerza mayor a ellos.

Pronto un sabor a hierbabuena llegó entre uno de sus recuerdos y se relamió los labios inconscientemente.

"Feliz cumpleaños Hikari"

Es verdad, Tet la había besado, sin embargo, no pudo detenerse en ese recuerdo cuando de pronto uno más reciente la distrajo.

"¿Qué eres? Invocación"

Flügel, aquella criatura alada había interrumpido su descanso.

Es verdad, estaba jugando con el flügel.

Un juego... Dónde si perdía moriría.

[...]

—Hikari-sama, ¿Está bien? —le preguntó Markus a su lado, sus ojos ocre enmarcados por sus tupidas cejas centelleando preocupación.

𝐏𝐨𝐤𝐞𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 ♥︎ 𝐍𝐨 𝐆𝐚𝐦𝐞 𝐍𝐨 𝐋𝐢𝐟𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora