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Capítulo 1 Episodio 2

Lágrimas y Secuestros

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—¿Puede dejarnos solos?

—Por supuesto —el médico hizo una reverencia antes de retirarse por el pasillo mientras que sus guardaespaldas se quedaron afuera de la habitación y cerraron la puerta para darle privacidad.

Se acercó lentamente al cuerpo durmiente de su padre, ahora tan frágil y triste, un alma que no había podido sobrevivir a la muerte de su compañera de vida.

—Por favor no me dejes —murmuró tomando suavemente su mano—. Por favor padre, no quiero vivir en un mundo donde no estás, no quiero quedarme sola.

Por momentos de verdad creía que su padre despertaría, que aún tenía esperanzas. Ahora se han esfumado. La realidad llegó a su vida en forma de regalo de cumpleaños.

Finas y silenciosas lágrimas brotaron de sus ojos azules y recorrieron su rostro hasta caer por su barbilla. Segundos después cayó de rodillas y recargó su frente en la mano de su padre.

—Por favor, si hay alguien más allá de las limitaciones de la muerte —suplicó comenzando a temblar y sollozar—. Por favor sálveme...

Se aferró con fuerza a las sábanas que cubrían las sábanas de su padre, no entendía por qué tenía que pasarle eso a ella, su familia tenía un emporio, fama, eran importantes y adinerados, eran buenas personas, se suponía que su vida fuera perfecta, un objeto de envidia, pero sentía como si todo lo que la rodeara se desvaneciera en la oscuridad.

Fuertes sollozos comenzaron a salir de sus labios, estaba desesperada por un milagro, lo que fuera que pudiera salvar la poca felicidad que le quedaba en el mundo fuera de su habitación.

—No quiero que mueras, por favor no me dejes —su respiración dificultosa y sus sollozos eran lo único que la acompañaba en el inmenso frío de aquella habitación de hospital.

Entonces gritó, no le importaba quién la escuchara, no podía guardarse más lo que sentía, el miedo de perder todo lo que tenía, la negación que nacía en su pecho al pensar en que definitivamente se quedaría sola.

—¡Por favor! —desgarró su garganta en el grito— ¡Ya no puedo más!

Se levantó apoyándose en la cama para ver el rostro demacrado del único ídolo y objeto de adoración que había tenido en su vida, tan lastimado, tan triste aún estando sumido en un sueño artificial desde que su madre fue asesinada.

𝐏𝐨𝐤𝐞𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 ♥︎ 𝐍𝐨 𝐆𝐚𝐦𝐞 𝐍𝐨 𝐋𝐢𝐟𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora