Capítulo 3

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Por fin me llamás! Me moría de ganas por hablar contigo - Respondió Wilhelm

Bueno, me podrías haber llamado tu - Respondió Simón en broma mientras sonreía, no podía evitarlo

Lo se, lo se, tenía miedo de que mis padres me pillaran - A Simón se le borro la sonrisa de la cara, y aunque el principe no lo veía lo sabía - No es que les caigas mal ni mucho menos, quieren que perdamos el contacto para acabar con los rumores

Wilhelm, no intentes protegerme, sé que no les caigo mal, pero también sé que no les parece bien que.... eso.... salgamos.... - Continuo el castaño - Además, yo no quiero ser el secreto de nadie.

Tienes razón, pero necesito tiempo, por cierto, recibiste mi carta? - Pregunto el rubio mientras se levantaba y se repeinaba al espejo

Claro, esa es la razón por la que te eh llamado. - Ahora el castaño hablaba con tono más alegre - No te había llamado antes porque no sabía si querías hablar conmigo, pero después de leer la carta supongo que sí.

Obvio que quería hablar contigo, perdón de nuevo por no habértelo contado en persona, aunque lo que más me molesta es lo de el traslado, no podré verte en el internado - En ese momento entró la reina a la habitación - Mierda, tengo que colgar, ya hablaremos - Y el rubio colgó de inmediato

Yo también te quiero - Respondió Simón en referencia a la carta, pero no dio tiempo así que lo dijo más para si mismo.

Que quieres mamá. - Decía el rubio sin mirar a su madre a la cara y con tono de despecho, seguía molesto

¿Con quién hablabas? - Respondido está sin importar el comportamiento de su hijo

No es de tu incumbencia - Wilhelm seguía a lo suyo

Mirame cuando te hablo - Está vez lo decía más alterada y levantando la voz - Sabes que no puedes hablar con ese chico

¿Tanto te importa si lo quiero o no? - Wilhelm

Si, manchas el nombre de la familia - La reina

Si cuando "desmenti" ser yo el del vídeo - decía dibujando comillas en el aire con sus dedos - dijiste que apoyaba a todos sin importar si eran homosexuales, bisexuales o lo que sea

Eso no se te aplica a ti, espero que recapacites y salgas de una vez de esta habitación - Empezó a cerrar la puerta con enfado - Espero que te arreglen en ese internado - Y termino de cerrar la puerta del todo.

Wilhelm se volvió a tumbar en su cama, ahogando un grito de desesperación en la almohada, simplemente siguió a lo suyo toda la tarde, como llevaba haciendo estos últimos días.

Aquella carta - Young royals/Jóvenes altezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora