Capítulo 4

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-Yasta, decidido, lo voy a hacer-

Habían pasado unas cuantas horas desde la llamada, Wilhelm seguía con su auto-cuarentena en su cuarto, pensando en todo y nada, dejando las horas pasar.

Mientras Simón no conseguía sacarse a su chico de la cabeza - Mierda, tendría que haberme dicho te quiero - Pensaba una y otra vez, asta que su hermana Sara se dio cuenta y decidió preguntar.

¿Que te pasa ahora? - Solía ser algo fría, aunque no era algo intencionado.

Nada - Decía Simón intentando ocultar la melancolía

Sé que mientes - Se sentó al lado de su hermano, el que estaba tirado en la cama jugando con una pelota, le quitó la pelota, el chico se quejó, y ella prosiguió - Así me haces caso, sé que te pasa algo, cuéntamelo

Bueno vale, eh hablado con Wilhelm, le echo mucho de menos, él no quería distanciarse, lo han obligado - Decía a punto de soltar lágrimas.

Bueno, tendras que pasar página - Respondió ella abrazándola

En verdad si hay algo... - Se levanto de un salto - Iré a buscarlo

¿Que? - Sobresalto Sara

Eso es, me a dado dinero, tengo para pagar unos días en un hotel por ahí, y tampoco estará tan lejos, así que lograre encontrar un tren barato - Lo decía decidido eh ilusiónado, sabía que el rubio se alegraría de verlo, y por fin podrían conversar adecuadamente

Pero.... - Simón salió de la habitación, sin dejar terminar a su hermana, ella simplemente se levantó tras de el a contemplar la charla entre su madre y su hermano, la que para su sorpresa la madre accedió a dejarlo ir, siempre cuando en todo momento se mantengan comunicados y no se le vaya la mano con el dinero, podía usar el que le había entregado Wilhelm y poco más. Al fin t al cabo no era un viaje tan largo, se podía ir en auto.

Miro billetes para un tren, una habitación para unas cuentas noches en el hotel más barato que encontrase y preparo una maleta con todo lo necesario. Al medio día saldría a su viaje, ahora tocaba descansar, a pesar de que los nervios lo podían era lo que debía hacer, sería genial sorprender a su chico.

Aquella carta - Young royals/Jóvenes altezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora