En esta compilación de historias cortas encontrarás diferentes temáticas, desde AU's similares a la realidad que conocemos hasta, ángeles, Omegaverse y M-Preg; con finales felices y con finales no tan felices. ¡No van a decepcionarte!
Todas las hi...
Sinopsis: Las mariposas monarca siempre regresan a casa, aun desconociendo el camino que deben tomar, simplemente guiadas por el corazón y Harry es una mariposa monarca.
Advertencias: Esta historia cuenta con saltos de tiempo entre el presente y el pasado, estas mismas están delimitadas por símbolos (►☼◄) para su mejor comprensión; el orden básico es presente, pasado, presente, pasado (sin contar el prólogo, donde Harry tiene cuatro años) así sucesivamente. Gracias por darle una oportunidad a esta historia.
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–En otoño nació Eila una pequeña y hermosa mariposa monarca, dulcemente revestida de naranja, con rayas negras y puntos blancos en sus diminutas alas, pero a pesar de su frágil apariencia era la más fuerte de todas.
–¿Cómo nacen las mariposas mamá? –preguntó Harry curioso.
–Bueno... ellas se transforman cariño –acarició su rostro apartando un mechón de su frente. – Antes son orugas, luego forman un capullo...
–¡Así como la del jardín!
–Si amor, así como la del jardín. –regresó mirada al libro, continuando donde se quedó. – Un día una mariposa muy anciana pidió a todas las demás mariposas que emprendieran un viaje para salvar su vida, pero nadie le había creído por más advertencias aterradoras que lanzara la débil anciana, fue entonces que Eila vio la verdad en sus ojos, y la anciana vio esperanza en los de ella.
–¿Cómo vez eso en los ojos mamá?
–Porque los ojos hablan cuando la boca calla, –respondió– brillan de una manera distinta. – Sonrió, su pequeño curioso se aferró más a las mantas mirando las ilustraciones del libro–. La anciana le advirtió a Eila que el invierno se acercaba y que todos morirían si no se marchaban. Eila sería la que los guiaría a un lugar donde todos vivirían bien durante el invierno, con comidas dulces y sol radiante. Eila por primera vez en su vida sintió el miedo helado recorrer sus pequeñas alas, asustada por semejante responsabilidad, "No podré hacerlo" dijo Eila "Nadie me hará caso". La anciana mariposa sonrió tranquilizándola "Tú vivirás más que cualquier otra mariposa, por tus venas corre sangre de líder, ellos sabrán reconocerte". –cambió de página encontrando la imagen de una mariposa más grande que las demás.
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