En esta compilación de historias cortas encontrarás diferentes temáticas, desde AU's similares a la realidad que conocemos hasta, ángeles, Omegaverse y M-Preg; con finales felices y con finales no tan felices. ¡No van a decepcionarte!
Todas las hi...
Sinopsis: Louis se levanta al escuchar la alarma sonar para ir al trabajo. De repente recuerda el día que es y una pequeña sonrisa se empieza a formar en su cara. Hoy es 1° de febrero. El cumpleaños de su novio. Le da a Ross, el guarda del lugar al que tiene que ir a visitar a su novio, un regalo que espera con muchas ganas que acepte pero no lo puede abrir. No aún.
Advertencias: angst. Contiene autolesión, suicido, violación. Contiene Flashbacks/Saltos de tiempo en cursiva.
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Suena la alarma. La maldita alarma. Se le dificultaba poder dormir en las noches y olvidar todo lo que ocurría en su vida, y aun así la alarma de su celular se creía lo suficientemente importante como para despertarle ¡Que sí joder, ya sabía que ese era el trabajo de una alarma! Pero sigue siendo muy egocéntrico de su parte que no piense en las pocas horas de sueño de Louis y solo suene como si nada le importara.
Louis gruñó por debajo de la almohada y estiró su brazo hasta la mesa y agarró su teléfono. ¿Por qué tenía una alarma si odiaba levantarse? Porque tenía que ir al estúpido trabajo. Paró la alarma y se volvió a meter debajo de su almohada.
De un momento a otro recordó el día que era y miro la fecha en su celular. Hoy no iría a trabajar. Hoy era 1º de febrero, hoy era el cumpleaños de su novio.
Se levantó de la cama apresuradamente y se dirigió a la cocina. Agarró una de las manzanas verdes de centro de la mesa, la lavó y se la comió. Su novio amaba las manzanas verdes y siempre había bastantes en el centro de la mesa por su culpa.
Abrió el refrigerador, sacó el jugo de naranja y se lo tomó desde la caja. Desde que empezó a vivir solo tenía la libertad de hacerlo. La única persona que venía a su casa era su novio y a él no le importaba, ya que ambos tenían esa mala maña. Cuando vivía con su madre no podía hacer eso porque ella lo quería matar.
Le dio una mordida a la manzana para luego dirigirse a uno de los gabinetes y sacar la sal. Al inicio le había parecido que eso no era una idea muy buena, pero su chico le había insistido en que lo probara, y bueno, ya no podía dejar de hacerlo.
Terminó su desayuno de todos los días y se metió al baño. Hace poco más de 1 mes hubiera puesto música mientras se duchaba, pero ya no. Puso el agua caliente y tomó una ducha "rápida". Por más que lo intentara, siempre duraba una eternidad bañándose.
Salió del baño y se amarró una toalla a la cintura. Se puso su desodorante y perfume para luego ponerse unos joggers verdes junto con una camisa y suéter blancos. Fue a buscar unas medias y sus Vans. Se paró al frente del espejo y se peinó un poco.
Por último, se acercó a su cama y agarró la caja que había estado guardando desde hace algunos días debajo de su cama. Se quedó un momento observándola hasta que sintió una lágrima correrle por la mejilla. Se la limpió y agarró su teléfono para salir de su casa.
