Epílogo

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—Córrele amor, se nos va a hacer tarde.

—Ya voy Hazz, se me habían olvidado las sandalias.

Habían preparado sus mochilas para su siguiente viaje.

—¿A que hora sale el tren?

—En 20 minutos tenemos que llegar allá, por favor camina más rápido.

—No es mi culpa que tengas las piernas más largas que yo.

Rueda los ojos.

—Nunca se te va a quitar esa maña ¿Verdad?

—¿Cuál?

—La de hacerme tan feliz

Louis sonríe y detiene a Harry tomando su mano para girarlo de la cintura.

Harry muestra su sonrisa enorme mostrando sus hoyuelos.

—Que romántico estás mi vida.

Le da un beso cálido y húmedo hasta que se van corriendo a la estación de trenes, ya faltaban pocos minutos para que partieran a otra ciudad de la India.

Suben con sus mochilas enormes en sus hombros y se sientan tomados de la mano.

Harry recarga su cabeza en el hombro de Louis y miran a la ventana. Había un paisaje tan verde por la vegetación de la India, habían aprendido a meditar en aquel país.

Habían viajado a más de 10 países de mochileros, trabajando temporalmente al lugar en el que visitaban, en el campo, en restaurantes, de empacadores, en mercados, de vendedores, de artesanos, de pintores, e intercambiaban eso por estancias en hoteles y comida, para poder seguir a sus siguiente destino tomado aventones en camiones, carros y bicis.

Era la vida que Harry le había ofrecido a Louis cuando se quedó con él en la Tierra, y Louis sin más que las ganas de seguir conociendo el mundo de la mano de él, se permitió ser feliz.

—Llegamos, uff.— Harry se tiró a la cama, exhausto.

Habían llegado a su hospedaje, tenía muchas ventanas abiertas y estaba en medio de muchos árboles, los mosquitos abundaban pero se tenían los dos, y eso era lo que importaba.

Louis sube hacia donde estaba Harry lentamente y da pequeños besos en su cuello.

—Mmm.—Soltaba Harry con los ojos cerrados.

—¿Estás cansado?— Decía Louis, ahora daba besos en la mandíbula de Harry, sacaba su lengua lentamente y hacía que Harry diera saltitos por los escalofríos que recibía.

—Para ti, nunca.

Harry deja que Louis bese su cuello apasionadamente mientras abre sus piernas rodeándolo y moviendo sus caderas.

Louis subió hacia sus labios y comenzaron a besarse y tocar sus lenguas ferozmente, habían pequeñas mordidas y los sonidos de los besos llenaban la habitación.

—Están las ventanas abiertas, amor.
—Decía un muy perdido Harry.

—¿Y?

Harry voltea a Louis con las piernas y ahora es él quien está encima.

Los dos se quitan su camisa al mismo tiempo y Harry comienza a besar el torso de Louis mientras él baja su cabeza hacia atrás cerrando los ojos disfrutando del placer que sentía ante su esposo.

Harry bajaba lentamente hasta que llegó al pantalón de Louis, este abre el botón y el zíper y comienza a bajarlos.

Da besos fuera del bóxer y escucha los gemidos que hacía Louis en voz alta.

—Anda bebé, no te tardes.—Decía Louis quien tenía sus manos en el cabello de Harry.

Frotaba su cabellera mientras Harry había comenzado a hacer su trabajo.

Subía y bajaba de manera lenta y solo se escuchaba como sorbía su miembro en toda la habitación.

Louis sentía que su sangre hervía y de su boca salían gemidos y respiraciones entre cortadas.

—Aaah, así así.— Jalaba el largo cabello de Harry ahora más fuerte y este continuaba abajo con una velocidad más descontrolada.— No te cortes el cabello por favor, me vuelves loco.

Harry sonreía y pasaba su lengua en sus labios para antes pararse y quitarse sus pantalones que ya le apretaban.

Se acuesta sobre Louis y vuelven a girar ahora con besos más apasionados.

Harry tocaba suavemente el trasero de Louis mientras hacía movimientos con sus caderas rozando sus miembros.

—Anda, Lou, ya por favor.

—¿Por favor mm? ¿No te importa que te escuchen gritar allá afuera si tenemos las ventanas abiertas?

Harry no dijo nada porque ya había sentido algo. Se quedó con las pupilas dilatadas y la boca abierta.

********************

—Eres la mejor versión de mí

—¿Que dices, amor?

—Que eres la mejor versión de mí.—Louis acariciaba el cabello de Harry mientras terminaron recostados, el rostro de Harry estaba escondido en el cuello de Louis.—Eres todo lo que siempre soñé. Incluso me encantaron tus ojos la primera vez que te vi.

Harry saca su rostro y mira a Louis con una sonrisa.

—¿Qué?

—¿Qué?— Louis ríe y le da besos tronados por todo su rostro. —Tienes unos ojos tan hermosos como dos luceros.

Harry lo veía con un brillo en los ojos.

Así era como siempre Louis lo miraba cuando hablaba con él.

—Me encanta hasta la manera en que frunces tu mirada cuando estas enojado. Te ves sexy.

Harry ríe y se cubre la cara.

—Cállate.

—Es cierto.—Lo abraza.

—Te amo Harry, eres la variante más difícil que me tocó porque incluso nunca pude regresarte a tu tiempo y espacio, al contrario, tú me trajiste aquí.

—Amor, voy a llorar.

—Amo como te brillan los ojos cuando hablas de algo que te encanta. Amo cuando te pones mis trajes de agente, te ves demasiado sexy.

Harry suelta una carcajada.

—Amor, ya.

—Y amo como te mueves desgraciado.

Los dos comenzaron a reír y a hacerse cosquillas en aquella habitación de una ciudad desconocida en la India, les encantaba perderse en los lugares y en el tiempo.

El tiempo se detenía cada que se miraban los ojos mutuamente. Cada que se besaban y cada que se tocaban.

Eran uno mismo.

La mejor versión de mí - Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora