7. Jugando a las Escondidas

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7. Jugando a las Escondidas

Eustass Kid golpeaba enérgicamente sus dedos contra la mesa de la cafetería, mirando una y otra vez el reloj; en escasos dos minutos, el día terminaría y su jefe aun no se había dignado a aparecer; Law no era de los que llegaban tarde, eso lo tenía más que aprendido, por lo que era inevitable que un mal presentimiento se instalara en su pecho. La manecilla del reloj volvió a avanzar, encrespándole los nervios... ¿y si realmente le había pasado algo?

- ¡Suficiente!- gritó al ponerse de pie, asustando al único comensal que estaba en el Spider Café a esa hora- voy a buscarlo, y cuando le encuentre le destrozaré el c...- pero ni siquiera había dado tres pasos cuando la puerta de la cafetería se abrió y tras ella apareció Trafalgar Law, que a pesar de verse tranquilo, podía notarse el cansancio en sus ojos- vaya, ya era hora. Pensé que no llegarías... -no pudo reprimir un suspiro de alivio al verle ahí

- han pasado muchas cosas...- dijo el moreno en tono neutro

- ...- El pelirrojo enarcó una ceja al verle más detenidamente, había al menos dos cosas diferentes en él a simple vista; la primera era ese ridículo gorro blanco con manchas negras que llevaba sobre la cabeza, el cual lucía demasiado abrigado para la época del año y la región en donde estaban; la segunda, y quizá la más importante "cosa extra" en su jefe, era aquel chiquillo somnoliento que le sujetaba de la gabardina con una mano, escondiéndose parcialmente tras su espalda- ¿y ese mocoso?

Law miró con indiferencia hacia atrás, casi había olvidado que lo llevaba consigo...

­--Law Flash Back—

Varios días antes

Los latidos de su corazón eran tan fuertes que, por un momento, fue lo único que se escuchó. Tragó saliva dolorosamente; no llevaba su arma y en cuanto a la pelea cuerpo a cuerpo llevaba las de perder... la sombra del otro alcanzaba a verse por debajo de la puerta, ahora lo único que los separaba era la puerta de aquel refrigerador... era todo, estaba atrapado.

- Luffy, no te enfades conmigo, sabes que es mi trabajo- mientras Ace hablaba la mente de Law trabajaba a mil por hora; tenía que encontrar una forma de escaparse- vayamos a comprar algunas cosas y te preparo tu platillo favorito, ¿te parece?- la mano del pecoso se agarró de la puerta, buscando a su hermanito

- ¡TORAO, HE VUELTO!- el grito del pequeño sorprendió a los dos- ¡Te traje tus dulces favoritos, también algo de pan, shishishi!- el menor de los hermanos D. entró a la cocina, cargando cuatro enormes bolsas llenas de comestibles.

- ¿Luffy?- el pecoso enarcó una ceja, mirando a su hermano

- ¿Ace?- el menor le miró igual de confundido, y al comprender la situación después de ver a su alrededor, dejó caer lo que llevaba al piso- oh, no...

- si tú estás ahí, ¿quién...?- justo volteaba hacia el refrigerador cuando un golpe seco con la puerta le golpeó y lo tiró al suelo. Aprovechando su momentánea confusión, el moreno salió de su escondite y corrió hacia Luffy, poniéndose detrás de él mientras lo sujetaba del cuello con un brazo y le apuntaba a su garganta con su bisturí

- quédate en donde estás y no tendré que matar a ese mocoso- le ordenó el moreno con una mirada desafiante

- tú...- el pecoso parpadeó un par de veces, incrédulo- ¡¿qué haces tú aquí?!

- suelta las armas, puños de fuego- el filo del escalpelo se acercó más a la piel del menor, haciendo que una gota de sangre brotara de ella- no te muevas, no te haré daño- le murmuró a Luffy, quien sólo se movió ligeramente como señal de afirmación

Deceitful FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora